4- Somos sólo mentirosos, pero somos los mejores

889 169 3
                                    

N/A
¡Hey! Bueno, se que debería haber publicado este capítulo antes de la medianoche de ayer, pero tuve unos inconvenientes eléctricos luego de mi mudanza y no pude hacerlo, le mandé un mensaje privado a Sofi explicándole la situación y ella resolvió dejar la decisión de incluirme o no en el concurso a los jueces. 
De todas maneras aunque no lo hagan, ¡muchísimas gracias por la oportunidad! Es realmente emocionante publicar por primera vez algo escrito por mí. Sin más que decir les dejo el capítulo.

¡Besos!

************

– Luego de que Pandora por fin saliese a la luz, como sabes, casi todos los agentes con rangos altos fuimos tachados como traidores, además de muchos otros, tan sólo unos cuantos logramos ocultarnos y hemos estado reuniéndonos desde entonces... –hace una pausa y me observa con un semblante dudoso, esperando una confirmación mía para continuar, a lo que yo asiento con la cabeza– Marvin y Frank sospechan que todos aquellos que sólo daban ordenes desde adentro sin salir al campo han conspirado para sacarnos, ellos son los que ahora deben ocuparse de misiones con más riesgos, haciéndose un nombre dentro de la organización... Necesito entrar, hay quienes solo hemos honrado nuestros apellidos y ahora somos juzgados erróneamente.

Bien, muchos nombres y dramas nacionales, ¿qué probabilidades hay de que Dominic esté diciendo la verdad? Su semblante sigue dudoso, como si esperara convencerme, como si fuese su última salida. Pero qué más podría esperar de un espía.

Observo a los niños correteando de un lado a otro por el césped, los perros persiguiéndose unos a otros, parejas coqueteándose olvidando al público. Muchas personas ajenas a la situación bizarra que estoy atravesando ahora mismo.

Luego dirijo mi mirada a Dominic, un hombre atractivo, su camiseta hace notar sus asombrosos pectorales y bíceps, mira suelo, luce realmente nervioso, un agente esperando que su amiga le crea. Pero tiene un solo problema, yo no soy Susan, y su problema no es algo que realmente me afecte, sin embargo puedo aprovecharme de la situación un poco. Suspira, su mirada se encuentra con la mía y puedo ver su necesidad en cada facción, excepto en un lugar, el más importante a decir verdad... Esa preocupación no llega a sus ojos, se sienten fríos, engañosos. Y esa es una mirada que conozco muy bien, una que con la práctica he logrado ocultar. Podrá ser un agente y saber de actuación, pero sus ojos no transmiten sinceridad.

¿Qué hacer?

– Mira Dominic, tu sabes y yo sé que lo que dices no es cierto –se aturde por un instante y luego vuelve a lucir como antes– de serlo probablemente sabrías como hablarle a tu amiga, o ella te creería por su lazo emocional –se le eriza la piel, confundido, su nerviosismo ya no es una farsa– realmente no tengo idea de qué información planeas robar, o a quiénes quieres inculpar para volver a entrar, pero amigo, déjame decirte que realmente admiro tu convicción y falsedad para usar a tu ex compañera.

Procesa por unos segundos todo lo que acabo de decirle, tratando de encontrarle sentido seguramente, se supone que Susan es la que habla y ella no hablaría de sí misma en tercera persona.

– ¿Qué le hiciste? –dice serio.

– ¿Importa? –digo con desinterés.

– No realmente.

¡Woah! He ahí la verdad. Su cuerpo perdió rastro alguno de nerviosismo y dudas. Su espalda se enderezó, y su pecho sobresale con soberbia.

– Lucen idénticas, ¿qué planeas conseguir con eso?

– Sólo tuve una oportunidad y la tomé, no es nada personal, un gran juego nada más, el mejor que se me ha presentado hasta ahora.

No planeo decirle mucho, pero me vendría tenerlo como aliado algún tiempo, después de todo él quiere entrar inadvertidamente, y yo entrar tan estrepitosamente como pueda.

– Mira niña... No te lo tomes a mal, pero no me importan tus ideas, como probablemente a ti no te importen las mías. Pero podemos ayudarnos, no creo que sepas mucho de Susan, el cuartel o quién es ella para la organización, yo sí, puedo ayudarte si consigues algo para mí.

¿Chantaje? Por favor, esto es lo más ridículo que me han dicho, bien podría irme ahora mismo y el no obtendría nada, ni siquiera su tan preciada información.

– Hagamos algo más simple, tú me dices todo lo que sabes de ella dentro, cómo se supone que debe actuar, y que rango tiene. Y yo en lugar de conseguir tu información, te hago entrar sin problema alguno.

Tiene una sonrisa traviesa, este tipo me agrada.

– No sabes cuan desconfiado es un agente, ¿cierto? No actuamos tan simplemente, hay micrófonos en todas partes, cámaras. No es tan simple entrar.

– Tú sabes dónde queda, y yo escabullirme y mentir. No puede ser tan difícil.

Seguimos debatiendo sobre las posibles dificultades, para ser un doble-agente es bastante corto de imaginación. Lo más extraño fue cuando me dijo dónde se encontraban las instalaciones. ¿El sótano de un hipermercado en la calle más transitada de la ciudad? Tiene que ser una broma. Es la cubierta más evidente que pude haber escuchado, y por ser tan evidente es imposible de imaginárselo. Jamás lo habría descubierto sola.

Resultó que entrar no era tan difícil, todos se conocen y no es como si tuviese que mostrar la identificación por obligación, es más un formalismo que un seguro. Susan es una agente con renombre, ha resuelto algunas misiones de gran importancia y eso le dio más credibilidad, sería una lástima que fuese ella misma quien arruinase su puesto...

– Ya conoces el mercado, en el pasillo de la última estantería del lado derecho hay una puerta para el personal, es un pequeño cuarto con artículos de limpieza, tienes que entrar como si fuese cualquier otro día. La señal para demostrar que eres Susan es dejar tu bolso en la estantería, seguridad te verá a través de las cámaras, en el suelo hay una compuerta que emitirá un zumbido, es la entrada –dice con total seguridad.

– Luego de eso, ¿qué? ¿Entro así como así?

– Al bajar te encontrarás con tres pasillos, debes ir al de la izquierda, allí caminarás unos cinco metros y deberás mostrar tu identificación, ella tiene confianza con Travis y se tutean además de charlar sobre el clima. Luego solo entras y ya. Lo que quieras hacer de ahí en más es cosa tuya.

– Ahora debes decirme qué se supone que quieres a cambio de toda esta información. Te recuerdo que realmente no me importa mucho como quede la imagen de tu amiga.

– Susan jamás fue mi amiga, era mi compañera, necesitaba a alguien que confíe en mí, y ella era muy sentimental e influenciable. Necesito que al pasar implantes bombas de humo en las paredes. Es un área con poca corriente de aire y tardará en disiparse.

– Tenemos un trato entonces –lo observo con altura, lo que haga no es algo que me afecte.

– ¿Hoy o mañana? –pregunta con ansiedad.

– Mañana por la mañana, prepara todo lo que creas necesario, yo haré lo mismo.

– De acuerdo niña, tenemos un trato –estira su mano y la tomo– sabes mi nombre, ¿puedo saber el tuyo?

– Lo único que necesitas saber es que nos veremos aquí mañana a las ocho en punto, entraré a las ocho treinta. Quiero hasta las diez para hacer todo lo que me plazca, pasado ese tiempo implantaré tus bombas de humo y me escabulliré, lo que pase contigo o tu plan no me afecta ni es responsabilidad mía, yo sólo te haré entrar. Sino lo logras, jódete. ¿Algo más?

Su rostro se desencaja, pero recupera la compostura en un segundo.

– Hecho. Te veré a las ocho, si a las diez aun no saliste, me las vas a pagar. Me agrada tu forma de actuar.

No le respondo. Me voy con total tranquilidad, mañana la joderé a la grande. La vida de una persona acabará, su reputación se arruinará y ya no tendrá futuro. 

Mi mejor broma, mi mejor travesura hasta la fecha.

PranksterWhere stories live. Discover now