Capítulo 33 - Caso resuelto

66.6K 4K 1K
                                    

Ethan Lowell en multimedia (para quienes le hayáis olvidado) - En el reparto nombre


Capítulo treinta y tres: Caso resuelto


Salgo de la sala como alma llevada por el diablo. Me niego a llorar porque es una debilidad que no quiero mostrar, no cuando estoy tan rabiosa. Estoy sedienta, sedienta de una venganza que voy a conseguir me cueste lo que me cueste. Mi mente se cierra en banda con esa decisión tomada y pierdo la capacidad de pensar racionalmente.

Mis ideas son peor a cada cual. Ahora mismo soy muy capaz de presentarme sola en la mansión, con una simple barra de metal y destrozar la cabeza de Colton sin pensar en las consecuencias. Y lo disfrutaría. Definitivamente lo haría. Pero eso no sería suficiente, no, quiero romperle desde dentro, quiero arrancarle cada deje de felicidad que guarde, quiero quitárselo todo y sólo entonces dar el último golpe.

    —¡Emma! —Escucho a Ethan por primera vez una vez he salido del local, pero por cómo suena no dudo que ha estado llamándome desde que he salido de la sala. El problema es que mis pensamientos están demasiado altos como para escucharle

    Hay tanto aire a mi alrededor que me sorprende que no llene mis pulmones. Tantas voces y, en cambio, tanto silencio a mi alrededor. Tantas personas, y un vacío tan grande.

    Ethan me trae a la realidad al cerrar con más fuerza de la necesaria su mano sobre mi brazo. Su mirada esta vez no muestra la preocupación de antes, no, ahora se ve como un animal dispuesto a atacar.

    —No puedes irte así con todo lo que está pasando —dice entredientes.

    —¿Crees que ahora mismo eso me importa? —lanzo de vuelta porque no, no lo hace. Estoy tan cegada que no puedo ver más allá de la rabia, tampoco quiero hacerlo. Me siento tan capaz de actuar que no quiero volver a sentirme vulnerable de nuevo, quiero aferrarme a este sentimiento, abrazarlo y dejar que me domine.

    —Debería.

    —Pero no lo hace. Nadie toca a mi familia y sale impugne, Ethan, ahora mismo eso es lo único que me importa.

    Debe de notar lo decidida que estoy porque afloja el agarre y se relaja un poco a modo de rendición. Ahí es cuando mira a nuestro alrededor para centrar a un par de curiosos que nos han escuchado, porque tampoco es que hayamos mantenido un "tono de interiores."

    Ethan tira suavemente de mi brazo, arrastrándome hasta su coche. Llega a abrirme la puerta y a cerrarla detrás de mí. ¿Es que cree que voy a irme si no se queda ahí de pie? Frunzo el ceño. ¿Lo haría?

    No tarda en arrancar el coche, tan tenso que sus nudillos han perdido el color sobre el volante. Su mandíbula está más marcada que nunca y su mirada clavada en la carretera como si acabara de centrar su meta. Como si no hubiera nada más.

      —Si era él tenemos que pensar muy bien lo que vamos a hacer ahora, Emma. —Sus palabras son algo secas y sólo consiguen incomodar. ¿Decidir? Yo ya he decidido lo que haré—. Tenemos que reunirnos y pensar bien cuál será nuestro siguiente paso porque esto se nos ha ido de las manos. —Muerdo el interior de mis mejillas para calmar mis emociones, un segundo después estoy revisando mis uñas—. ¡Emma!

Mi mirada cae en él al momento, entrecierro los ojos, molesta por el grito. Me siento como un felino que observa a la persona desde la distancia, que la rodea con esa curiosidad en su mirada, con esa astucia marcada.

    —Tú mismo lo has dicho, esto se nos ha ido de las manos, no creo que sea ya cosa vuestra. Es hora de que salgáis del juego.

    —Esto no es un juego —remarca—. Y puede ser tu hermano, pero también era mi mejor amigo, y era el amigo de Roy, de Cole y Zac. No eres la única persona afectada por su muerte así que no te atrevas a quedarte como la única responsable de terminar con esto. ¿Queda claro?

Juego de poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora