One-shorts Sasunaru, ItaDei

Mi mejor regalo

Mi mejor regalo

…

…

…Todo esta preparado.

Esta listo para ti. Mí querido Itachi…

…

No falta mucho para que sea media noche y sigo en la cocina, sentado en una silla. Tomo la tercera taza de café que reposaba sobre la mesita circular y la dirijo con sutileza a mi boca para dar un sorbo.

No entiendo: si ya he preparado el obento, si ya he envuelto el pequeño obsequio, si ya he apagado las luces de casi toda la casa… ¿Por qué insisto en quedarme despierto? Todo esta perfectamente ordenado, ya no hay por que preocuparse. Necesito descansar un poco y no puedo –no quiero-.

Unos minutos más y será nueve de junio. Cumpleaños de Uchiha Itachi.

Estoy… ¿Emocionado? ¿Nervioso? ¿Feliz?

Si… eso creo.

Con una sonrisa recién formada, y un sinfín de mariposas en mi estomago, me levanto lentamente de la silla. Dejo el café a medio terminar en la mesa y doy unos cuantos pasos para salir del cuarto, dirigiéndome a mi habitación.

Un ruido me detiene justo cuando estoy a punto de girar el gatillo de la puerta de mi cuarto.

Alguien toca el timbre.

…Mi corazón se acelera…

Me acerco ahora a la puerta de entrada. Giro el gatillo interior y jalo. Y frente a mí… esta Itachi.

…Mi corazón se acelera…

-It… Ita. Uhn… - mi voz quebrada apenas si menciona algo.

En eso, noto que sus ojos negros reflejan un brillo.

…Mi corazón se acelera…

-Dei… - el pelinegro también tenía la voz quebrada. A través de la obscuridad que nos rodeaba puedo distinguir un gesto de tristeza, unos ojos suplicantes, un moretón cerca de sus labios… una lagrima rodando por su mejilla.

…Mi corazón se acelera…

-¿Q…Qué ha pasado? – Pregunto con un sobresalto al ver que Itachi se aferraba a mi pecho. Dando ligeros sollozos, se mantiene abrazado a mí.

-De nuevo… él lo hizo de nuevo… - puedo sentir su rabia en esas palabras secas - … ¡no quiero volver! – ahora su llanto es mas que evidente.

… y lloro, al igual que él...

…

…

…

-Asi que… te volvió a lastimar, unn – susurro sentado en el suelo de la sala, con mi espalda recargada en la parte trasera del sillón, mientras aplico algo de pomada en sus heridas y él mantiene la mirada perdida, con lagrimas que seguían brotando incesantes.

-¿Por qué, Dei? ¿Por que me toca a mí vivir esto? – se abraza a mi como puede; dejo de aplicar la crema para escuchar sus palabras - …Mi hermano me odia desde que mis padres murieron… y mi tío solo me lastima cada que quiere. Ya no quiero seguir con esto asi… no lo soporto… - deja caer su cabeza en mis piernas, y yo aprovecho para acariciar sus cabellos largos y negros.

-… No tardará mucho para que escapes de esto Ita, solo espera y verás que este tormento desaparecerá, unn. – mis palabras frías parecen desmotivadas. Y en realidad, lo que hace que las diga asi es el coraje que siento al saber cuanto sufre mi amado.