Capítulo cuatro.

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Capítulo cuatro.

POV Ambar Nicole Cooper.

James no había salido de su habitación desde que habíamos llegado, su postura había cambiado cuando los había visto a esos dos tontos, aunque yo estaba nerviosa pude notar como el trataba de no volverse loco y matarlos uno por uno. Todos tenemos nuestros demonios, y James tenía los suyos, no tengo en claro cuales eran claramente pero no seria bueno verlo enfurecer, ¿qué será lo que lo desorbita tanto?. A veces su mirada se vuelve fría y en ocasiones cálida, por momento es agradable y por otro es todo un jodido hijo de perra. Podía controlarlo todo, tener el mundo en sus manos si lo deseaba, pero aun no se porque se niega a mostrar sus sentimientos, aunque yo tampoco podía hacerlo.

Lo había visto en varias ocasiones cuando solía escaparme de casa, James es uno de esos chicos malos que se vuelven pervertidos por las noches y salen a cazar toda caperucita que se les cruce por el camino. Su lista de mujeres era larga, no había una que se le negase a tan presencia varonil como la de él, lograba bajarte las estrellas con solo una sonrisa.

Termine de servir el té en la taza blanca que descansaba en la mesa, James entró con el teléfono en mano y me lo alcanzó.

- Tu papá.

Deje la tetera sobre la mesada, tome el teléfono que el estaba tendiendome y me recargue en la mesada.

- Mike - respire profundo antes de seguir hablando. Su advertencia de que me castigaria si llegaba a generar muchos problemas no me sorprende para nada, podía escucharse desde el segundo piso ya que estaba hablando muy fuerte, aleje el teléfono de mi oreja. - estoy bien, no debes preocuparte demasiado - dije con ironía, sólo estaba preocupado en que no destrozara la casa. - emm, papá, dime la verdad... - nunca lo había llamado de ese modo, pero tenía que hacerlo para confirmar una duda. - la próxima semana es mi cumpleaños y queria saber si al menos podrías enviarme algo de dinero, ya que no estarás aquí, de nuevo, como todos los años. - hice una pausa para beber algo de té, un nudo se formo en mi garganta, James me observaba atento, realmente me estaba intimidando. Su cuerpo estaba tenso, se encontraba apoyado en la pared con la mierdas cruzadas. - otra cosa, ¿es cierto que estas ahí con otra mujer y no viajaste por trabajo?, al menos puedes dejar de ser tan egoísta y pensar solo en ti y en tu jodido placer, lamento tener que ser un obstáculo para ti, pero no me merezco que me mientas sin piedad, si al menos tienes los huevos suficientes para que esa jodida zorra te los lama dime la verdad de una vez. - comenzó a gritar eufórico tratando de regañarme por lo que había dicho, pero era cierto, había leído sus mensajes y escuchado algunas conversaciones. - no me amenaces, de todos modos si me quitas el móvil, la televisión o lo que puta quieras, no me interesa. Tal vez para cuando regreses ya no me encuentres.

Colgué la llamada, me sentía estúpida, mi padre me había mentido tantas veces que creía que nunca me daría cuenta, pobre ingenuo.

Mis cumpleaños no tienen importancia, era más de los mismo, de todos modos nadie sabía cuando era.

Bebí otro poco de té, trate de calmar mi respiración agitada, estaba enojada, ese hombre se había ganado mi total odio.

- ¿Tu crees que mi padre engañaba a mi madre y por eso ella se marcho? - lo mire esperando que me consolara de algún modo, pero el cómo podía hacerlo si estaba igual de sorprendido que yo. - si fue así, ¿porque no pensaron en mí?, realmente fueron muy egoístas.

Deje la taza sobre la mesa y lo mire expectante, quería una respuesta, la necesitaba, pero James no podía dármela.

- No se como sucedieron las cosas, pero tengo en claro que ellos te aman y...

- Me aman tanto que me abandonan en la primera oportunidad que se les de. - se acercó inclinándose, con su mano alzó mi barbilla y clavo sus ojos en los mios.

- ¿Piensas irte a algun lado?

Su pregunta me tomó por sorpresa, tenía una ligera sospecha que era por lo último que le había dicho a mi padre. Negué levemente, no podía confiar en él, estaba aquí por mi padre, no por mí, no iba a apoyarme en mi decisión de escape, algo que llevaba planeando hace bastante tiempo.

Baje la cabeza sintiéndome intimidada por sus ojos, el sonido de su dulce suspiro inundo mis oídos.

- Por un momento pensé que nos escaparemos juntos.

Dejó caer su mano, di un paso hacia atrás obteniendo una distancia prudente entre nosotros, aunque me arrepentí en el instante que su calor se alejo de mi cuerpo, su aroma masculino ya no inundaba mis fosas nasales, pero si se sentía en el aire, su presencia era intimidante, su mirada sexy con destello de emoción, aunque su rostro se mantenía serio.

- Eso sería tentador, pero dudo que suceda.

Trague fuerte al terminar de hablar, me di la vuelta para lavar la tasa, el timbre resonó en toda la estancia, no esperaba a nadie. Me gire y note como James salió de la cocina para atender la puerta. Sequé mis manos con la blusa que llevaba puesta y corrí detrás de él. Al abrir la puerta pude notar la figura Logan mostrándonos una sonrisa.

- ¡Logan!

Grité eufórica empujando a James para que no se interpusiera en mi camino, me abalance encima de aquel chico con alegría.

- Niqui - susurro en mi oído con delicadeza.

- Has vuelto - pude pronunciar alejándome de sus brazos. Una garganta carraspeo detrás nuestro.

- Me alegra volver a verte, te ves más hermosa que lo usual - me lanzó un guiño.

- ¿Quién es él?

James nos interrumpe, lo observa de lado y estaba concentrado con Logan, lo fulminaba con la mirada, olvidé por completo que no se conocían.

- James, él es Logan mi mejor amigo - el rubio le tendió la mano pero James la rechazó. - Logan, este tipo grosero es mi primo James.

- Un gusto conocerte, James. - saludo amablemente.

- No puedo decir lo mismo, Logan.

- No le des importancia a este malcriado, ven pasa, debes contarme todo.

Me hice a un lado empujando con mi cuerpo a James, él estaba lanzando rayos láser a Logan, si eso era posible. Nos sentamos en el sofá, yo en el medio, Logan a mi derecha y James del otro lado, me encontraba dándole la espalda a el moreno pero eso no importaba en este momento.

- Creí que no volvería a verte, ¿Que sucedió? - suspire somnolientamente.

- Tres meses sin vernos, fue una tortura. Mis padres se separaron, mi madre decidió volver a mudarnos aquí al lado.

- ¿Y tu padre? - solté repentinamente, ellos eran realmente muy agradables y se amaban demasiado.

- Se irá a alquilar a algún otro lado, pero eso no importa, ¿como estas tú?

Respire profundo, tenía miedo, Logan me conocía más que nadie, él era quien aguantaba mis locuras y se mantenía a mi lado en los peores momentos, no podía mentirle.

- Bien, supongo. - jugaba nerviosamente con mis dedos, Logan lo noto y tomó mis manos.

- ¿Tu padre volvió a viajar? - asenti.

Dulce Pecado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora