Capítulo 1. Primeras Impresiones

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Seúl 5:00 am 2 meses antes.

Las calles de Seúl seguían tranquilas y casi desiertas, mientras tanto en el departamento 306 del edificio 245 localizado en Jongno, un chico estaba a punto de escuchar uno de los sonidos que más odiaba en la vida...

5:12

5:13...

5:14 y...

5:15 "¡¡RING, RING, RING!!" comenzó a sonar la dichosa alarma del celular interrumpiendo el profundo sueño de su dueño.

Mmm...―me quejé, era la tercera vez que la alarma sonaba y simplemente no lograba levantarme. Sentía el cuerpo pesado y extraño, como si mi cuerpo en vez de estar acostado en mi blanda cama más bien estuviera sentado sobre algo incómodo, con la espalda doblada y la cabeza recargada en una superficie dura.

Decidido a levantarme, abrí los ojos con dificultad y me encontré con una pila de documentos frente a mi cara ¿pero qué demonios hacía eso en mi cama? "No, espera...esta no es mi cama". Me levanté de golpe para darme cuenta que me había quedado dormido en el escritorio otra vez — Agh...genial— gruñí, y bostezando me llevé una mano a la mejilla, cuando de repente sentí un líquido viscoso — ¡Ugh! ¡Qué asco!— definitivamente dormir boca abajo no era lo mío, siempre babeaba. Mi humor no pudo empeorar más cuando me di cuenta que mi cabeza había utilizado de almohada el teclado de la computadora— ¡Mierda!— algunas teclas estaban babeadas, me levanté de la silla y las limpié esperando que no se hubieran afectado por mi estupidez, por haberme quedado hasta las 3:00 am recabando información para mi trabajo "que tanto amaba" o al menos eso era lo que me repetía cada mañana frente al espejo antes de salir al trabajo "amo mi trabajo, amo mi trabajo, amo mi..." No, la verdad era que lo odiaba pero la economía no andaba muy bien que digamos, así es que no me quedaba de otra.

Rápidamente me bañé, me cambié y tomé mi portafolio para dirigirme al metro, al llegar a mi estación y salir pude vislumbrar el enorme e imponente edificio de Xin Lianjinsu Laboratories a unas tres cuadras desde donde me encontraba, ese edificio que sobresalía sobre los demás tanto por su aspecto como por su altura, era mi destino de todos los días. Xin Lianjinsu Laboratories era una de las empresas farmacéuticas chinas más importantes del mundo, siendo Corea del Sur la segunda de sus sedes más importantes. Cualquiera diría que trabajar en un lugar de tal prestigio era toda una suerte, pero para mí, bueno...ese era otro caso. Una vez hube llegado frente al edificio, suspiré profundamente antes de adentrarme a esa fábrica de estrés.

– ¡Oh! ¡Buenos Días Sehun!

– ¡Buenos Días Tiffany! ¿Qué tal tu fin de semana?— Tiffany era la recepcionista, una chica muy guapa y alegre que siempre portaba una hermosa sonrisa, una cualidad bastante conveniente para su puesto, y también porque eso era lo primero que veía todas las mañanas antes de entrar al trabajo, qué mejor que ser recibido en la empresa que con una sonrisa, la alegría de Tiffany era muy contagiosa y mejoraba mi humor aunque fuera un poco.

– De maravilla, salí con los chicos a un antro. La pasamos muy bien. Deberías de venir un día con nosotros, nunca lo haces a pesar de que siempre te invitamos —dijo Tiffany haciendo un puchero— Incluso Baek a veces nos acompaña a pesar de que lleva menos tiempo aquí y está apachurrado de trabajo.

– Ja, pero si Baek solo va porque Taeyeon también va.

– Jajaja bueno ¿Y eso que importa? El caso es que va. Si te incomoda ir solo puedes llevar a tu novia, al fin que ambos trabajan aquí mismo, no creo que haya mucho problema en irnos un día saliendo del trabajo. De seguro ella ha de necesitar más que nadie una buena salida, se la pasa todo el santo día metida en esos laboratorios oliendo a quién sabe cuántos químicos.

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