XX.

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—Confiamos en ti Golden... ¡yo confíe en ti! —Fue lo último que la chica de cabellos rubios pudo musitar antes de romper en llanto y salir corriendo de la sala de ensayos, intentando que él no la viera de esa forma.

—¡No Chica! ¡Espera! —Escuchó que el ojigris decía, pero era ya demasiado tarde.

Ella se sentía triste, enojada, más que eso: decepcionada. Decepcionada del chico de quien a la vez estaba enamorada. ¿Era eso posible?

Corrió por los pasillos. Salió de la escuela y siguió corriendo mientras en su mente se formaba una enredadera con miles de pensamientos. «¿Por qué se ausenta tanto? ¿Realmente no nos toma en serio? Claro que no, él tiene cosas mucho más importantes».

Chica le quería, por más difícil que le fuera aceptarlo. Al principio no era más que un fanatismo que poco a poco se convirtió en amor, cosa de lo que él estaba consiente y aunque ella no lo supiera, era correspondida.

Cosa que cada vez le rompía más el corazón a Foxy, quien le seguía apresurado, intentando alcanzarle.

Llego un momento en el que la pequeña no pudo más, estando en un parque se desplomó en el suelo, cubriendo su rostro con sus manos y llorando allí, sintiéndose sola.

Foxy la miraba queriendo acercarse. Abrazarla y asegurarle que todo estaría bien. Que por mucho que al pelirrojo le doliera, Golden volvería y demostraría que es mucho mejor que él. Decirle que el rubio también le quería, pero le era imposible, su orgullo y su timidez no se lo permitían.

«Ella me necesita» Pensó, y armándose de valor se encaminó al bultito rosado sobre el pasto. Sí, Chica.

Al llegar ahí el pelirrojo sintió nervios y ganas de echarse para atras. Cuando iba a reaccionar la rubia alzó la mirada para encontrarse con esos grandes ojos ámbar que la observaban fijamente.

—¡Foxy! ¿H-hace cuanto estas ahí? —Tartamudeó en un torpe intento de secar sus lágrimas.

Foxy no sabia como reaccionar, estaba viendo a su mundo entero llorar. Él sencillamente se agacho hasta quedar a la altura de la contraria para luego darle un tierno abrazo.

Chica no sabía lo que sentía, solamente quería que ese contacto nunca terminara, se sentía protegida y eso era lo único que ella quería. Lentamente, fue cediendo ante sus brazos, acurrucandose en él y poco a poco calmándose.

—¿Estas mejor? —Habló el mayor, la ojimorada asintió en su pecho, razón por la cuál él sonrió. —Vamos a tu casa, necesitas descansar, ¿vale?

La contraria asintió nuevamente y ambos caminaron juntos a donde ella vivía.

Fin del mini maratón <3 espero que les haya gustado. Cuatro capítulos seguidos bc me voy el fin de semana. ¡ALTO HAMOR A USTEDES!

Nos leemos el lunes ^^

-SxgxrQueen

Notas Para Chica «FNAFHS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora