Capítulo 37

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*narra Adele*

Alex lo volvió a hacer, me volvió a violar pero esta vez no pienso quedarme callada, en cuanto llegue Simon se lo diré todo, además, será evidente que algo me paso, mi mejilla izquierda esta roja y mi labio inferior esta roto, tengo moretones en todo el cuerpo. Cuando el término me dejo ir, entre a mi habitación con la vista perdida, Angelo estaba dormido asique aproveche para meterme a la ducha, abrí la regadera y comencé a mojarme con mi ropa desgarrada aun puesta, no podia controlar mis lagrimas que ademas de ser de dolor eran de coraje. No se cuanto tiempo estuve ahi, sólo quería dejar de sentirme sucia. Escuché cuando Simon llegó y me apresure a salir del baño, cuando salí no lo vi y tampoco a Angelo. Salí de la habitación y atravez del pasillo pude ver a Simon bajar las escaleras, lo segui pero me detuve al ver la puerta de la habitación de Alex completamente abierta, el televisor estaba encendido y la imagen parecía estar en pausa, mis lagrimas salieron al ver la imagen, sobre la cama estaba mi vieja pijama. Escuché un grito de Angelo llorar y corrí hacia la sala. Simon estaba sobre Alex golpeandolo en el piso, Angelo estaba sentado en el piso llorando.

S -te voy a matar desgraciado- dijo furioso.

A pesar de tener sangre saliendo de su boca, Alex seguía sonriendo.

A -Simon, basta, lo vas a matar- intente quitárselo de ensima pero era imposible.

S -eso es lo que quiero, matarlo por todo lo que te hiso-

Angelo seguía llorando y estaba a escasos centímetros de ellos, fui a donde el y lo cargue, lo abrace para intentar calmarlo pero yo estaba igual que el.

A -matandolo no ganarás nada Simon, sólo vámonos, porfavor- dije llorando.

Ya no sabía que hacer, el seguía golpeandolo sin parar. Escuché la puerta principal cerrarse, voltee para ver quien era, mi padre entró corriendo y tomó a Simon de los hombros para separarlo de Alex.

M -sueltalo Simon, basta-

Simon se levantó y me jalo de la mano.

S -nos vamos de aquí ahora mismo- me jaló a la puerta de entrada mientras mi padre nos seguía.

M -Simon espera. No voy a permitir que te lleves así a mi hija- dijo molesto.

Simon se detuvo y volteó a verlo.

S -mire señor, su hija es mi mujer por lo tanto se va conmigo y pregúntele a su hijo porque lo golpee porque estoy seguro de que usted no lo sabe- me volvió a jalar de la mano.

Salimos y me llevo asta el auto que sus padres nos habían prestado hace unos dias.

S -sube- abrió la puerta del copiloto.

A -Simon... -

S -¡que te subas!- me gritó en la cara.

Provocó que Angelo llorara más. Subí al auto y el cerro la puerta muy fuerte, subio al auto, lo encendió y arranco demasiado rapido.

A -Simon ve más despacio, asustas al niño-

No me dijo nada, tenía la vista fija en el camino.

A -¿a donde vamos?- dije un poco más tranquila.

S -a mi viejo departamento. Debimos haber ido ahí desde el principio, si tan sólo tu me lo hubieras dicho- dijo molesto -no puedo creer que me dejaste convivir con el, y lo peor de todo, ¡con Angelo!- golpeó el volante.

A -yo pensé que el había cambiado... -

S -no importa lo que pensaste, debiste habermelo dicho-

Infierno En CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora