At Night I Rule [Adrien Agreste/Chat Noir]

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Las clases terminaron sin contratiempos. Por fortuna ningún akumatizado hizo acto de presencia en todo el día, tal vez Hawk Moth se estaba dando por vencido al fin.

Fui disminuyendo mis pasos al ver a ________ en la entrada, observando con atención su celular. Probablemente esperaba a que vinieran por ella.

No sé en qué momento decidí acercarme a ella, lo único que supe fue que recibí un codazo en el estómago después de colocar una mano sobre su hombro. Un leve quejido salió de mis labios, capturando la atención de mi agresora.

— ¡Adrien! Lo siento no era mi intención, yo... —

— No te preocupes —sonreí sin dejar de sujetarme la panza.

Jamás hubiera creído que ésta chica poseyera tremenda fuerza. La pelirroja comenzó a observar alrededor y une mueca se dibujó en sus labios.

— Ooops, creo que tus admiradoras me quieren asesinar —dijo con un ligero tono de burla.

Pero fue su comentario el que hizo que notará las miradas que estaban sobre nosotros. Sobre todo la de Chloé, quien sujetaba su bolso con fuerza.

— No deberías preocuparte demasiado por ellas —

— No estoy preocupada —respondió con seguridad— Y a todo esto, ¿puedo conocer el motivo por el que te acercaste a mi? —

Mi mente se quedó en blanco por al menos unos cuantos segundos. No podía llegar  y decirle que me había acercado a ella por simple impulso, pensará que soy un acosador.

— Me preguntaba —rasqué mi nuca—...si te gustaría que te mostrará la ciudad —

Bien Adrien. Esa es una buena excusa.

________ pareció pensarlo antes de responder con seguridad.

— Por supuesto. Desde que llegue he querido conocerla —sonrió. Sentí que mi corazón se aceleró con aquel gesto.

La voz de Nathalie nos distrajo tras mencionar mi nombre. Habían llegado por mi.

— ¿Te parece bien que pase por ti a las 4? —

— Me parece perfecto —

Anotó su dirección en una hoja de su cuaderno, arrancandola después para extenderla hacia mi.

— De acuerdo, entonces te veo al rato —

— ¿Esto es una cita? —

Si hubiera estado bebiendo algo posiblemente ya me estaría ahogando con su pregunta. Estoy seguro que mis mejillas estaban por completo rojas gracias a la vergüenza que sentía.

— ¡No!...Digo, sí...Mmh...Dejemoslo en que es una salida de amigos —

Una risa escapó de sus labios.