CAPITULO 5

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ODIN

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ODIN

-¡¿Qué sucedió con el lago?! -grito la chica y la exasperación en el rostro de mi hermano apareció preocupándome por completo, trate de tranquilizarla de inmediato pero ella siguió agitada- ¡No me toques... Imbécil!

En un alto reflejo pude ver como mi hermano tenso los musculo de sus hombros y cuello, moví al frente mi mano derecha a la misma velocidad en la cual él se movía ahora; tenerlo aquí junto a ella era una mala idea, el chasquido de nuestro golpe fue tanto que ella termino sentada en el piso ante aquella colisión, nos observo inmóvil y luego de unos segundos comprendió lo que casi había ocurrido.

-¡Deja de meterte Odín! -grito muy molesto Vili.

Era tarde para evitar su enojo, o lo enfrentaba o huía. Una de dos.

-Es solo una humana, déjala en paz -le critique un poco fastidiado- ¿Por qué has cometido el mismo error de nuestro padre? Nos has puesto a todos en riesgo, los universos se...

-¿Qué no vez? Claramente sabían que vendríamos sino, ¿Por qué colocaron aquella barrera?

-No lo hicimos a propósito -ambos miramos a la menuda muchacha que se debatía entre llorar o levantarse del piso, yo la ayude a hacer lo segundo- Gracias... Odín...

Dijo con aquel tono meloso e indeciso en su voz, me gustaba de muchas formas y aquello me aterraba.

¿Qué tenían los humano que uno había logrado marcarme en solo un contacto?

-¿Hicimos? ¿Acaso sabes algo de eso? -señalo a la pantalla donde se veía el objeto, ella asintió algo temerosa a lo que mi hermano grito- ¡Entonces dinos! ¿Qué carajo han hecho?

-Ellos no lo saben. Yo no lo sé, construí el nuevo sistema mediante unos planos antiguos. Solo modifique su estructura molecular por una más sustentable, el hierro o la plata transportan muy bien la electricidad pero el titanio la reprime y su balance es menos critico. No sé de dónde ha salido esa protección -yo le creía, ella se veía igual de asustada que los demás.

-¿Me estás queriendo decir que la barrera es un extra que jamás habías pensado? -pregunto mi hermano sin creerse nada- Mentirosa... ¡Extinguiré este maldito universo! Le hare un favor al destino.

-¡No, por favor! -lloriqueo ella intentando acercársele pero la detuve.

No quería que terminara muerta.

El comunicador brillo llevándose a mi hermano al ave, ella comenzó a mirar cada pantalla de la habitación buscándolo por todos lados pero en vez de eso podía ver en cada uno lugares en ruinas de su país, podía sentir su dolor, podía sentir su tristeza e incluso la impotencia.

-Mi querida Venezuela se está desangrando... -susurro con dolor mientras tocaba una pantalla donde se incendiaba una bandera tricolor.

Solo se podía ver un poco de su amarillo, azul y rojo.

En algunas pantallas se veían las barreras que estaban usando para privar los estados del agua dejándolos aislado del océano y demás países, en otras se veían aviones despegando y atacando al ave para terminar ser consumidos por un fuego que ni ellos veían venir, simplemente aparecía de la nada y cuando ocurría ya era muy tarde. En otra los soldados corrían junto con los civiles huyendo de las elipse que habían llegado a su guarida.

En conclusión; todo fue mi culpa.

Salve un humano para dejar morir muchos más con mi traición, al menos eso creen los vectores y mi hermano lo ha vuelto más creíble.

-¡Oh Dios mío! -puso las manos en sus labios cuando observo una ciudad consumirse por completo en viento y arena- ¡Eso era falcón! ¿Por qué nos hacen esto? Yo soy la que lo creo, mátenme a mí.

-De verdad lo siento, mi hermano cree que todo esto es un capricho mío por lo que está jugando al villano -ella me miro para luego negar con el rostro, ella debería odiarme pero al contrario de eso veo que confía en mí por lo que tuve una idea- Oye... ¿Y si le mostramos que están equivocados?

-¿Cómo haríamos eso? -no despego sus ojos de la horrible imagen que tenia al frente- Tu hermano ni siquiera te ha escuchado.

-Él es terco pero cambiara de parecer si le muestro que está equivocado.

Los ruidos del exterior eran apenas audibles en el interior del arca más sin embargo podíamos escuchar los golpes de aquellos misiles que caían lejos del ave. Espere respuesta o alguna idea pero ella estaba inmóvil viendo una de las pantallas. Al girar mi rostro pude ver una niña tirada en el suelo con un osito en sus manitas llena de sangre, a lo lejos una mujer le gritaba y la niña no la obedecía.

¡Alicia!

Pude retener ese nombre en mi mente por unos instantes antes de ver como la madre era consumida por aquella energía invisible, todo era tan cruel, me acerque a aquella chica que temblaba pero no pude hacer que se sintiera mejor. Antes de poder alejar su mirada de aquella crueldad la sangre de aquella inocente criatura fue derramada sin contemplaciones.

-¡Son unos barbaros! -salto hacia mi golpeando mi pecho en muchas ocasiones, la deje que lo hiciera necesitaba liberar su enojo y cuando quise detenerla ella golpeo mi reloj transportador.

Frente a mis ojos desapareció dejando en el sitio una sola cosa.

A mí.

Me desespere, presione el reloj en varias ocasiones pero no funcionaba; se había abreviado con los golpes de ella. Salí del arca con mi camisa negra ya puesta y corrí por todo el terreno sin vida y nieve que me rodeaba pero no por eso resbale o disminuí mi velocidad, corrí como pude sabiendo que el reloj no la llevo muy lejos de allí. Pronto llegue a lo que parecía una especie de bosque, no era tan extenso pero había muchos árboles, la fricción solo duro unos segundos hasta que mis pies tocaron tierra normal, los alrededores estaban igual que el antiguo lago, habían árboles secos y tierra negra con nieve. La elipse hacia un trabajo extraordinario a la hora de consumir mundos, camine en circulo sin tener una pista de donde ella pudiera estar. Se supone que debía estar cerca pero en qué dirección no lo sabía, entonces un chasquido llamo mi atención, era como una tabla de madera rompiéndose pero...

¿De dónde vino?

El sonido me dejo una sensación fría en mi estomago, reconocía lo que lo producía y no era madera, el grito ensordecedor que se produjo después me dejo claro lo que había sucedido; alguien se habían roto un hueso.

Corrí hacia esa dirección atravesando unas montañas de piedra, sangre y lodo. Cuando al fin pude ver al otro lado de ese desastre la vi a ella corriendo hacia mí, sin ropa y con todo su cuerpo lleno de suciedad y sangre. Detrás de ella se arrastraba un humano aparentemente drogado, un maldito que seguramente se quería aprovechar de su supuesta fragilidad.

-¿Estás bien? -dije al mismo tiempo que me desprendía de mi camisa, no era mucho pero por mi tamaño supuse que la taparía un poco.

Se la pase por la cabeza y ella obedientemente se la coloco, no habían lagrimas en sus ojos solo repudio hacia ese hombre y eso me gustaba ya que no quería verla como una frágil mariposa; ella era muy fuerte y decidida por algo logro crear por si sola un Ostium. El tipo me miraba con superioridad a pesar de que cojeaba y un torrente de sangre salía desde algún lugar de su pierna.

¿Cómo se rompió la pierna?

No lo sabía pero no me importaba, saque de mi bolsito aquel revolver sable y apunte su frente.

-¡No por favor! ¡No lo lastimes! -me suplico con sinceridad.

No podía creerlo, ella me pedía que no lastimara a ese tipo que casi la...

-¿Porque? -exigí saber sin comprender.

¿Qué significaba aquella petición realmente?

Colisión De UniversosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora