28. Amar para toda la eternidad.

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— Copo...


"Estábamos sentados en el suelo de mi habitación, yo sobre las piernas de Louis a horcajadas mientras éste acariciaba distraídamente mi espalda. Sonreí, porque era bonito tenerle, porque era lo más perfecto que me sucedió en la vida.

Me incliné para besarle y él correspondió gustoso a ello, lo que me hizo reír suavemente.

— Prométeme una cosa — pedí.

— Lo que quieras.

Dudé durante algunos segundos, quizás era demasiado egoísta decir lo siguiente, pero lo necesitaba para sentirme tranquilo. Por lo que, calmando mi alocado corazón, mencioné.

— Prométeme que nunca me olvidarás — eso hizo que Louis sonriera tanto que yo mismo me contagié de su alegría.

¿Cómo podría olvidar al amor de mi vida?"


— Louis...

Murmuró, pasando sus brazos por el cuello ajeno y tirando de él hasta que ambos estuvieron acostados en el césped de aquel parque en donde el menor había ido a esconderse. Louis no se quejó, al contrario, simplemente se acopló al cuerpo del rizado y evitó aplastarlo demasiado. Aunque la posición no los beneficiaba del todo.

— Eres un idiota — susurró Harry contra su cuello.

— ¿Ahora por qué, cariño?

— Por no hacerme prometer lo mismo.

Él se separó para poder verle, como si no entendiera lo que estaba diciendo.

— ¿De qué hablas, bebé? — Acomodó un rizo detrás de su oreja, permitiéndolo continuar.

— De ese día que te hice prometer no olvidarme... ¿Por qué no me pediste lo mismo?

Louis entrecerró ligeramente los ojos, como no entendiendo sus palabras. Tardó un poco en procesarlo, hasta que su boca se abrió en sorpresa.

Fue ahí cuando Harry entendió que era la primera vez que se lo decía. Hasta ese momento, jamás le confesó tener recuerdos de su pasado, y quizá si lo hubiese hecho hubieran evitando muchísimas cosas. Pero siempre lo pasaba por alto ya que no lo veía realmente necesario.

Sin embargo, cuando los ojos del mayor comenzaron a llenarse de lágrimas y una perfecta sonrisa se dibujó en todo su rostro, supo que hizo mal al guardarse ese pequeño secreto.

— No lo creí necesario, mi amor — murmuró con voz cortada, acariciando la mejilla de Harry y éste se apoyó en el contacto como de costumbre.

— ¿Por qué estabas con él, Lou?

Debía saberlo.

Necesitaba saber si ya no lo amaba, si quería estar con otro. Él lo entendería, después de todo, quería que Louis fuese la persona más feliz de todo el mundo... y si había llegado el momento en donde ya no lo era con él, suponía que debía dejarlo ir.

Lo escuchó suspirar antes de que su mano viajara hasta sus rizos, fundiéndose en ellos. Quiso asesinarlo en ese momento, porque tenía una debilidad cuando hacía eso. Era como si no pudiese pensar en nada, pero, esperen... ¿Por qué sabía eso? Parpadeó, confundido, pero la voz de Louis lo tuvo olvidándose de ese ligero detalle.

— Porque me mandaste un miserable mensaje de texto luego de que pasé la mejor noche de mi vida, pidiéndome que no te buscará, ¿cómo debía reaccionar a eso?

— Lo siento...

Quería hacerse pequeño porque los ojos de Louis revelaban el dolor que le causó, lo que provocó que hiciera un puchero por instinto. Sólo lo notó cuando el pulgar del mayor se deslizó por su labio inferior, deshaciendo ese infantil gesto.

— No tengo que perdonarte nada, Hazza.

Hubo un pequeño silencio en donde Harry estuvo pensando si preguntárselo o no, pero ese recuerdo lo tenía taladrando su cabeza y necesitaba expresarlo en voz alta.

— ¿Louis?

— ¿Sí, bebé?

— ¿Me esperarás? — su voz sonó temblorosa. — Yo... entiendo, entiendo si quieres intentarlo con alguien más porque... porque esto no es fácil y... y yo no recuerdo todo, po-por eso si, si quieres... — El mayor lo calló acercándose a sus labios, robándole la respiración.

— ¿Me amas?

Por el brillo juguetón y esperanzado en sus ojos azules, dedujo que sabía lo que Harry evocó a su memoria.

— Para toda la eternidad, Lou...

— Entonces no veo por qué no puedo esperarte. Mientras me ames, te esperaré el tiempo que sea necesario.

Y no necesitó más que esas palabras para besarlo. Porque Louis era su todo, y él verdaderamente lo amaría para toda la eternidad.


Copo de nieve. ||Larry Stylinson||Where stories live. Discover now