35. Sólo sexo.

305 49 28
                                    

Prov. Zayn Malik

Al final resultó que el tan mencionado trabajo de Liam Payne sí funcionaba.

En ese momento, Zayn iba caminando con las manos enterradas dentro de sus bolsillos y la mirada clavada en sus pies, asegurándose de no tropezar. Junto a él, nada más y nada menos que el hombre que le quitó el sueño toda su maldita vida estudiantil.

¿Quién iba a decir que el aclamado "chico malo" que se follaba a chica tras chica terminaría perdido por un muchacho?

Cuando terminó la escuela y se mudó a otro país por algunos meses, se hizo a la idea de que ese enamoramiento por Liam era nada más que una extraña y ridícula obsesión de sus nervios adolescentes. Estaba seguro que, como decía su madre acerca de la homosexualidad, «sólo era una etapa en donde las personas estaban confundidas.»

Lo hubiese creído durante toda su vida si Harry jamás hubiese conocido a Louis. Eso, definitivamente, arruinó su perfecto y estructurado plan de vida sobre los pasos a seguir para fingir ser cien por ciento heterosexual.

Liam tenía razón las veces que le gritaba lo poco que aceptaba su sexualidad. Pero, ¿qué culpa tenía él? Su familia lo odiaría hasta la muerte de saber lo que era. Sus padres, lo desaprobaría por completo. Sus hermanas, llegarían a ser tan crueles que le escupirían en la cara. Y, ¿qué había de los otros parientes? Aquellos que juzgaban sin antes conocer, que elegían hacer como si no existieras, pero sentirías constantemente sus miradas penetrantes perforándote la nuca.

Era simplemente grotesco cómo aceptaban que Zayn llevará a una joven diferente cada fin de semana, considerando que sabían exactamente lo que hacía; y, además, que apoyarán ese comportamiento de "todas mías" que tanto aborrecía. Pero, si se trataba de sentimientos verdaderos, sentimientos tan buenos y puros como los que sentía por Liam...

— Hey, chocolate cake — unos dedos chasquearon frente a sus ojos, logrando que se detuviera y parpadeara un poco para enfocarse en lo que estaba sucediendo.

Sus ojos ámbar se clavaron en Liam, quien le dirigía una mirada divertida con una ceja alzada. Ese comportamiento había sido el que conoció en un Liam-después-de-secundaria. Había cambiado, no podía negarlo; ahora era más confiado en sí mismo, y decía lo que pensaba, y hacía lo que creía conveniente para sí mismo.

— ¿Chocolate cake? — Cuestionó Zayn, sin poder acostumbrarse a los apodos vergonzosos que le colocaba el castaño.

Éste se encogió de hombros antes de hacerle una seña para que le siguiera.

Se internaron en un cuarto desde donde manejaban toda la seguridad del hospital. Ahí se encontraban los archivos más elaborados sobre los pacientes en los últimos tres años. «Tardamos mucho en modernizarnos» explicó la joven, «si necesitan algo más viejo que esto tendrán que ir caja por caja.»

Con un asentimiento de cabeza por parte del castaño, se quedaron solos en aquella habitación. Zayn se tensó, pensando que el ajeno haría algún movimiento extraño, pero sólo se sentó en una de las tres sillas disponibles y comenzó a teclear en las máquinas para buscar información.

Estaba... ¿Decepcionado? No sabía qué esperaba con todo eso. Era un idiota con Liam, pero, ¿cómo parar lo que anhelaba su alma con tanta desesperación? Fue un error la primera vez que se acostaron, un... Un accidente que no debió suceder. Pero ahora él estaba consciente de lo que hacía, de lo que quería, y sin embargo... Lo quería a él.

— ¿Vas a quedarte ahí todo el día o piensas ayudarme?

Gruñó, dando grandes y fuertes zancadas hasta que se dejó caer en otra silla, arrastrándose para tomar lugar en una de las computadoras y encenderla. Se quedó perplejo mirando su rostro en la pantalla, ¿qué debía buscar?

Copo de nieve. ||Larry Stylinson||Where stories live. Discover now