Me envuelve hasta un cierto punto que no puedo dejar de pensar en ella, su vivo rostro quedo en mi mente grabado como un Ángel, mis deseos por ella son tan fuertes que me siento dominado por su pasión.
Ella no sabe de que tantas formas la pienso, d...
— Un poco, no conozco quién será mi jefe y eso me pone más de nervios
Mails se acomodó en mi sillón con un tazón de cereales, la envidiaba, sus padres eran muy adinerados, así que se propuso hacer un año sabático, e ir a Marruecos donde está radicada la mayoría de su familia, en cuanto a mí no puedo hacer tal cosa, necesito trabajar, puesto que tengo muchos gastos, la renta de mi departamento etc
— Dejame cereal, me tengo que ir quedas en tu casa
— Lo sé, besos mucha suerte te quiero
— Yo igual
Me aliso el vestido negro, es lo más formal que tenía en mi guardarropa, camino con cuidado por la acera atestada de la ciudad de Manhattan, observó como hipnotizada el rascacielos que se alza frente a mi, después de tomar una respiración profunda entro al edificio, aquí sera mi primera entrevista, me siento un poco nerviosa, pero esperanzada de conseguir el empleo, me detengo en la recepción, una de las chicas perfectamente arreglada me tomó mis datos y me tendió un gafete que decía la palabra visitante
— Bienvenida a Maxmilian inc, su entrevista será en la última planta — Gracias
— Suerte
Me dejo llevar hacia los ascensores y cuando este abre sus puertas un horrible estruendo se escucha en el lugar, miro con rapidez hacia mi izquierda y claramente puedo observar como hombres armados hasta los dientes van destruyendo todo a su paso, mi cuerpo está paralizado, solo fue movido por el pequeño carro de correspondencia que me pego en las caderas he hizo que cayera al suelo y pegara mi boca a unos pantalones color crema pertenecientes a un hombre, rápidamente fui levantada de mi posición mientras las puertas del ascensor eran cerradas podíamos escuchar los disparos que hacían en el lugar
— Oh Dios mio
Mi corazón latia con fuerza, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento por la tensión que vivía
— ¿Estas bien Melisa?
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Una voz masculina que conocía a la perfección me saco del transe en el que me encontraba
— James... ¿que ocurre, que esta pasando?
Sus fascinantes ojos grises me observaban con mucha curiosidad mientras sus brazos rodeaban mi cuerpo, cosa que agradezco mis piernas son de gelatina en estos instantes
— No lo sé, por favor trata de calmarte todo saldrá bien, estarás a salvo
Sacó su teléfono, que comenzó a sonar insistentemente tomó la llamada respondiendo, ampartandose un poco de mi
— Si... Si....sacanos dé aquí ahora...no estoy sólo... Esta bien el sótano
un escalofrío me recorrió de pies a cabeza mientras james pulsaba el botón que conducía al sótano, soy claustrofobica y ahora estoy en un ascensor encerrada con james en medio de un tiroteo, mis piernas comenzaron a flaquear pero sus fuertes brazos me sujetaron justo antes de que cayese al suelo de metal
