Tenías que ser tú... © [#TQST1]

Capítulo 1: "Acaso ¿Es una broma?"

La mañana de un lunes en plenas vacaciones de verano me tomó desprevenida. Jamás hubiera imaginado que mis padres soltarían algo tan... Sorpresivo. 

-Amy, prepara tus maletas que nos iremos de campamento por un mes a la Reserva Roshmore.

-¿Qué? -pregunté quitándome los cabellos del rostro y revolviendo lentamente el cereal de mi cuenco. Aún continuaba media dormida.

-Que nos iremos a acampar por un mes con la familia Cooper -mi padre pasó su brazo por los hombros de mamá mientras esta me sonreía. Ellos esperaban que saltara de la emoción y dijera: "¡Que felicidad, un campamento en familia!" pero estaban equivocados, no iba a soltar eso ni aunque estuviera loca, no con la persona que probablemente asistiría al viaje.

-Es una broma ¿No? Continúo esperando a que comiencen a reír -dije convenciéndome de que era algo absurdo.

-Ya se llevaran mejor Amy, debes tener paciencia. Ryan es un chico tranquilo y callado, agradece que haya estado jugando contigo desde los doce años y te ha prestado atención.

-Sí, claro, como si hubiera sido fácil. Además, en cada ocasión en la que jugábamos era con odio y competencia.

-Siempre te ha ganado él ¿Cierto?- preguntó mi padre con la intensión de molestarme.

-Ya basta, no quiero que me caiga pesado el desayuno por pensar en ese cara de piedra.

-Wow, a pesar de que haya pasado el tiempo continúas llamándolo de esa forma.

-Pues claro, si nunca ha cambiado...

Y estaba en lo cierto, nunca cambiaba de expresión, aún con quince... casi dieciséis años y una adolescencia que pocos tenían. Era de buen bienestar económico comparado conmigo, tenía todo lo que quería, todas las chicas morían por estar con él, era uno de los más populares de nuestra escuela y siempre estaba con esa expresión seria e insensible. Solo conmigo la cambiaba, su rostro se transformaba cuando jugábamos un partido de fútbol americano. En estos 3 años, no sabía mucho de él, digamos que solo lo básico, pues se llamaba Ryan, tenía mi edad y era competitivo, un maldito competitivo. Me había hecho llorar en varias ocasiones y se reía de mí. Tonto y tonto Ryan. Igual debía aceptar que era divertido -cuando no lloraba-. Jugar con él, era todo un desafío intentar ganarle.

-Hija... ¿Nunca te ha parecido guapo? -preguntó mi madre en pequeñas pausas, dejándome estupefacta.

-¿QUÉ? ¿Estás loca mamá? ¿Guapo ese idiota? De veras que me estás asustando -respondí intentando calmarme ¿En qué pensaba esta mujer?

-Lo lamento, es que yo creía que...

-No creas, ni siquiera pienses en eso.

-Pero es un chico guapísimo y podría gustarte, eso sería grandioso.

-Que sea guapo, no quita que sea un maldito insensible madre -me metí una cucharada gigante de cereal en mi boca, enfadada.

-Hija ¿Qué importa? Es lindo y ya -estuve a punto de escupir todo lo que tenía en mi boca y terminé por ahogarme.

-¿Qué le enseñas a tu propia hija? No estoy interesada en su "Belleza" Mamá, así que no hablaré más del tema -dije cruzándome de brazos. Hablar de Ryan me producía dolor de cabeza y de estómago.

-Bueno, apresúrate a empacar tus cosas que nos marchamos en una hora.

-Yo no iré, disfrútenlo ustedes -me levanté de mi asiento, dispuesta a ir a mi habitación y llamar a mi amiga para charlar un rato, pero una voz me detuvo a mitad de camino.

-No, Amy, tu vendrás con nosotros.

-¿Y por qué no va mi hermano?

-Tú no tienes hermano.