Dare to Dream [MAGCON]

1: A toda madre.

(En negritas hablan español)

12 de Abril del 2016. México: Culiacán, Sinaloa.

POV. Tatum.

Me desperté por las groserías que le gritaba mi madre a, seguramente, mi padre.

─¡Carajo contigo! ─Gritó mi madre en español, mi padre no habla mucho español, pues es estadounidense, pero, doy por hecho que las groserías las tiene más que aprendidas. Salté exaltada por el grito, aunque mi flojera era demasiada salí de cotilla a ver lo que pasaba entre mis padres. Es usual, con el genio de mi madre las discusiones diarias─ ¡Ya te dije que sí usas un plato lo laves! ¡No lo dejes ahí con comida! ─Espetó mi madre, ahora en inglés.

Bajé con mi pijama que consistía en una playera de mi hermano mayor y un short de licra, que ni se lograba ver por la playera que lo cubría.

─¡Yo no he sido esta vez! ¡Lo juro mujer! ─Dijo mi papá con mal intento de acento norteño. ¿Qué se cree el bato gringo éste?

La muy mexicana habló.

Yo tengo un nopal en la frente, y, te callas conciencia.

─Buenos días. ─Dije interrumpiendo su conversación, llegando a la barra que divide la cocina del comedor. Me serví un poco de cereal en una taza, sí, en una taza, porque sí luego bebo la leche del plato es "asqueroso", así que las tazas mandan.

Loca.

Loca tu abuela.

Igual, la loca de mi madre me arrebató la taza de mis manos cuando iba a dar la primera cucharada...

─Son las tres de la tarde Tatum, no vas a comer cereal. Ahora te esperas a que esté la comida. ─Dijo enojada, ¿y yo que culpa tenía de que papá fuese un cochino que no sabe lavar platos?

Pues mira que tu...

Calla dije.

─Huevona* ─No soy huevona, estoy de vacaciones, voy a dormir.

─Está bien, pero no te enojes. ─Dije. Mi mamá rodó los ojos y dio la vuelta para ir a la cocina, olvidando completamente la conversación con mi papá.

Mi madre es muy guapa, entiendo que mi papá dejara todo por ella, es morena, tiene una figura perfecta, incluso después de tres partos. Sus ojos son castaños, grandes y dulces.

─Bendita seas hija. ─Dijo mi padre dándome un sonoro beso en la frente, pues lo había salvado de la discusión que se cargaba con mi madre.

Mi padre es todo lo contrario a mi mamá, más sin embargo es muy apuesto. Es blanco, alto y de ojos azules, algo chicos pero no llegan a lo rasgado. Es musculoso. ¿Y cómo no lo iba a ser? Sí cuando mi hermano se queda dormido en el sofá lo lleva cargando a su cuarto. Y tiene 23...

─Hola familia. ─Dijo mi hermano Nick llegando con mi hermana pequeña en brazos ya vestidos los dos decentemente.

─Cosa 1, Cosa 2. ─Dije saludando a cada uno. Ambos me sacaron la lengua.

─Tatum, vete a arreglar, voy a hacer un anuncio. ─Habló mi padre mirando mi ropa, ¿estoy en mi casa, qué no?

─¿Me tengo que vestir para que digas algo? ¿Quién eres? ¿La reina? ─Bufé riendo para irme a cambiar. Escuché la risa de mi papá a lo lejos.

Más que mis padres eras mis mejores amigos, ósea, tengo amigos, pero ellos son más amigos que padres, ¿se entiende?

Ni tú te entiendes.