Capítulo 35

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Antes de que comiencen a leer, he visto que amaron a Alice George. Y bueno, esto es algo improvisado así que decidí escribirles sobre ella. Y cuál es el gran secreto que ella ocultaba de Dick.

Gotham City| Octubre 21, 2012. 10:51 PM. (Referencia Capítulo 27)

¿Saben cuál es uno de los problemas más grandes de las mujeres? Bueno, además de los dolores menstruales, la menstruación y el embarazo, es pintarse las uñas. En momentos como estos, desearía ser ambidiestra pues de esa forma, no tendría tantos problemas para pintar mi mano derecha. Estaba tan concentrada en mi labor que cuando la puerta de mi habitación se abre, doy un salto, pintando mi dedo anular. Mierda, si es Christina, la mataré.

Pero no era ella, era mi sexy amante de ojos azules pero misteriosos, o mejor conocido como Richard Wayne-Grayson, aunque yo prefiero decirle Dick Grayson.

-¡Hey! ¿Qué haces? ¡Cuidado! ¿Tienes idea de lo difícil que es pintarse la mano derecha cuando eres diestra?- le dije. Me observa y su mirada se dirige a mis manos, veo que el color blanco de la pintura de uñas se corrió un poco, pintando también mi cutícula.

¿Es que acaso no entiende que tan difícil es? No soy de estas chicas que se maquillan para ir a botar la basura, pero aun así, es difícil.

-Debes irte, Alice. Estás en un gran riesgo al estar aquí- dice Dick. Lo veo alterado, hay algo que no me está diciendo.

-¿De que hablas? Dick, ¿Que te sucedió? ¿Y por qué pareces como si te hubieras enterado que Darth Vader es tu padre?- le digo. 

¿Mencione que soy una fanática de Star Wars?

-Eddie quiere utilizarlos a todos para poder ingresar a Wayne Enterprises, y si lo hacen, cada uno de nosotros esta inmediatamente en la cárcel- habla rápido.

-Pero Dick, no tengo a donde ir- le dije.

No iba a volver con mi papá. Todo menos él.

-Vete con tu mama. Se supone que estás desaparecida, dale la sorpresa y coloca cargos contra tu padre- dice.

-No tengo nada, solo mis cosas- de su bolsillo tomó un fajo de billetes y me lo entregó -No... No puedo aceptarlo- toma mis manos y coloca el dinero ahí. ¿Acaso está loco?

-Me importa que estés a salvo, Alice. Eres una chica inocente, no puedes sufrir las consecuencias.

Si tan solo supieras la verdad, Dick, sabrías que yo soy un peligro para ti.

-Dick... ¿Y que hay de ti?- le pregunto. Dick me importa mucho. Y también me gusta. No puedo dejarlo solo.

-Estaré bien. Ahora, prepara tu bolso y vete- me ordena. Tiene esa mirada determinada que me encanta.

-¿Seguro? Podemos irnos juntos. Mi madre estará encantada de conocerte. Con sólo decirle que me has salvado, ella te hará un altar- le digo.

Hablaba en serio. Mi madre hubiera amado a Dick, él ha hecho que siga viva en toda esta odisea. Me a protegido de muchas cosas, lo menos que podría hacer es ofrecerle un lugar seguro. Y sé que mi madre es la persona indicada para un lugar seguro.

Dick sostiene mi mirada, mis ojos verdes contra sus ojos azules. Dick tiene algo que me ha hecho caer en sus garras, es un chico encantador. ¿Quién no querría estar con él? Sea lo que haya pasado con la chica que le rompió el corazón, definitivamente era una estúpida, Dick es único. Él me toma de la cintura, un agarre suave y delicado, mi piel se eriza. Me sonríe con sus ojos y me besa. Pero no era un beso cualquiera, era uno de esos que tu mente se encarga de recordar por mucho tiempo, era un beso de despedida. Sus labios son suaves y los movimientos también lo son, mis ojos están cerrados, coloco mis brazos alrededor de su cuello mientras nos seguimos besando. Mi instinto femenino me decía que me estaba ocultando algo. Lo voy a extrañar. Pero que el destino nos quiere juntos. Una pequeña lagrima cae por mi mejilla derecha. Pasa desapercibida para Dick.

Las Aventuras de RobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora