#138. El amigo Géminis.

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Entras a una habitación y encuentras a un grupo charlando animosamente. En el centro, ves a una personita totalmente encantada, sonriente, alternando con unos y otros, ya hablen del tiempo o del último descubrimiento científico aparecido en el periódico.

Probablemente, esa persona sea el amigo/a Géminis, quien no sólo es conocido por su charla amena y variada, sino también por la energía positiva que desborda.

El/La Géminis de pura cepa es una de las mejores compañías que te pueden rodear. Con este signo aprendes, estás entretenido y quedas impregnado de optimismo. ¿A quién no le gusta eso?

No es de extrañar, por tanto, que a Géminis se le pegue tanta gente. Sus conocidos se cuentan en gran número. Aunque también suele tener un puñadito selecto de amigos muy, muy queridos, que lleva en el corazón perennemente, por mucho que charle, entre o salga con unos y otros.

Géminis es un signo curioso, de mente abierta, a quien le gusta compartir y discutir ideas. Siempre está abierto a hacer nuevos descubrimientos y a conocer caras nuevas. Por eso es natural que se lleve tan bien con sus compañeros de aire, Libra y Acuario.

Con su vecino Cáncer, aunque parezca que no pegan ni para ir juntos hasta la esquina, también puede compartir muchos momentos divertidos. Géminis no hace mucho caso si Cáncer llega con el genio torcido y, como el cangrejito es una esponja, enseguida entra a tono con la hilaridad geminiana.

El otro vecino, Tauro, también se lleva bien con Géminis. Por una parte, la influencia del uno en el otro produce equilibrio (uno es estable y el otro, mutable). Por otra parte, Géminis adora el tipo de cosas que Tauro puede enseñarle.

Los dominantes signos de fuego Aries y Leo también se entienden de mil amores con los gemelos (no sólo para ir de juerga). Y el posible inconveniente de que este par de fogosos sean un poco mandones, Géminis lo soluciona con simpatía y desparpajo.

Con quien no le resulta mucho el desparpajo es con el también dominante Escorpio. ¡Ah! Y tampoco con Capricornio, de quien a veces se harta y corre en sentido contrario cuando lo divisa. Es entendible. A Géminis no le gusta cargar con exceso de espesuras y dramones...

Por eso está divinamente con Virgo (otro signo que habla por los codos). Los dos se ríen hasta de su sombra, hasta que Virgo le suministra una sobredosis de preocupaciones. Ahí es donde la sonrisa de Géminis se comienza a arrugar.

Lo mismo que cuando llega Piscis y, en lugar de bailar y contar chistes, comienza a hablarle de traumas emocionales.

— Ya te vale, Piscis. No me cuelgues todos tus marrones, que yo también tengo lo mío...

Piscis lo entiende y ahí queda la cosa. Quien quizás no se prive de mostrar su indignación es el signo opuesto de Géminis, Sagitario.

A Géminis le gusta Sagitario, pero no puede con esa forma tan áspera de decir las cosas que le molestan, ni con su facilidad para cabrearse y contentarse rápidamente. Y tiene su gracia que le moleste lo segundo, porque a Géminis le pasan tres cuartos de lo mismo.

Felicidades a ti, seas del signo que seas, si Géminis es tu amigo o conocido. Las penas y calamidades de la vida se sobrellevan mucho mejor cuando tienes cerca a una persona que te inspira para encontrar buen humor y oportunidades para aprender y salir adelante. Y ésa... es tu Géminis.


Fuente: todoastrologia.

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