Carta a un Amor Muerto

11 0 1
                                    

Ya ha pasado tiempo y mi corazón sigue latiendo, pero no por ti.

Tuve la oportunidad de viajar a lugares por donde nunca caminamos juntos y aún así encontré tu nombre por las calles y diferentes curiosidad que sé que te hubiesen sacado una de tu más tímidas sonrisas, de esas cuando no quieres admitir que algo te ha emocionado.

Hace tiempo que ya no te he puesto en un pedestal; me he dado cuenta de tus defectos y de lo terriblemente incompatible que eres conmigo. Siempre supimos que éramos como el blanco y el negro, extremos opuestos y lamentablemente nuestro sueño de complementarnos nunca se cumplió. 

Como yin y yang, siempre llevaremos una parte del otro, pero nunca nos podremos mezclar.

Fuiste mi primera vez en muchas cosas, pero más importante, fuiste la persona a la cual le entregué más de lo que tenía quedando en deuda conmigo misma. Me entregué en cuerpo y alma; te expuse mis demonios esperando que no los hicieras crecer... pero lo hiciste; no te guardo rencor, pues me diste la oportunidad de ser más fuerte.

En mi camino a olvidarte, le dí rienda a lo que mi sensatez mantiene a raya... Pasé noches en una cama ajena: busqué migajas de cariño esperando a que se asimilaran a lo poquito que alguna vez me diste.

No lo logré.

Entre besos, caricias y sonrisas, yo sólo quería que fueran las tuyas. Tú tenías esa forma tan especial de encajar con la suciedad de mi mente. Incluso, aunque no siempre supieras lo que hacías, se denotaba el cariño. Contigo de verdad era hacer el amor (por lo menos las primeras veces), no sólo en el acto carnal, pero todos los días, empezando por los "buenos días, hermosa y terminando por nuestros "buenas noches"que duraban horas, causándonos un desvelo innecesario pero del cual ninguno se arrepentía. 

No todo fue siempre bonito. Por supuesto, me alegro de haber tenido la fortuna de ver tus sonrisas más sinceras y ser la razón de ellas. Claro que me siento afortunada de que algún día me llamaras "tu porrista". Obviamente, extraño el soñar con nuestro futuro y nuestros anhelos de despertar algún día en la misma cama. Te agradezco que hayas sido tú el que me haya hecho ver que valgo la pena, que soy bonita, que tengo mucho que ofrecer y que no me voy a quedar sola.

Pero no sé en que momento me destrozaste. 

Tú sabías cuales eran mis miedos, y tal vez no era tu intención o sólo quiero creer eso, pero los explotaste hasta dejarme sin lágrimas, vacía e indefensa. Aún cuando me dejaste, me acuerdo dijiste "Con las palabras correctas, cualquiera te podría destrozar." E incluso en otra ocasión me llegaste a llamar frágil. Pero tú nunca lo entendiste, no cualquiera me puede destrozar, sólo tú tenías ese poder yo te lo di en el momento en el que te di mi más sincero "te amo". Me di cuenta de que no soy débil, pues yo me puedo permitir sentir sin miedo, puedo cargar con el peso de mis emociones; por el contrario, tú las reprimes, y y explotas haciéndote y haciéndome daño cuando tu frío corazón no puede contra el fuego. 

Sé que cometí muchos errores contigo, que dije muchas cosas que debí haber callado y que con esto te hice daño, pero el último golpe lo intentaste dar tú, comportándote como un niño ardido, cuando en primer lugar, tú fuiste el que decidió dejar de luchar, y despeñes me vienes a decir que me perdonas para después intentarme fastidiar con indirectas...

¿Sabes lo que has logrado?

Despertaste a la parte mala de mi, pues ya no me importa nada. Seguiré saliendo con chavos, tal vez me acueste con alguno de ellos, tal vez me bese con otros labios que no sean fríos como los tuyos, tal vez me refugie en algún pecho que no sea transparente como el tuyo. Lo que quiero que entiendas es que me diste las ganas de destrozarte, de aplastarte como pulga, justo como tú lo hiciste conmigo; verte desde arriba y preguntarte "¿Y ahora quién es el débil?"

Habrá alguna parte de mi que aun te recuerde como algo bueno, pero no te equivoques, yo ya no te quiero; tú ya no tienes poder sobre mi y estas por conocer una parte de mi que ni yo conocía.

Colección de cartasWhere stories live. Discover now