Cartas a mi madre.

Capítulo uno.

-¿Entonces se cancela?

-Lo siento Giselle, mamá no quiere que salga, se supone que hoy va a presentarme a alguien. - bufo aburrida.

-Oh, bueno, tal vez algun principe apuesto- reímos un poco.

-Ojalá que no sean más fotógrafos, ya me duelen las mejillas de tanto sonreir.

-Presiento que será un chico.

-Calmate pequeña bruja.- sé que esta sonriendo.

-¿Qué son esos sonidos, Lea?

-Creo que ya llegaron, espera- corro un poco la cortina para ver al jardín.

Hay una camioneta estacionada afuera, y de ella baja una pareja como de la edad de mis padres, y... ¿una niña?

-Creo que no has atinado, no luce como un apuesto principe, mas bien como una princesa.

-¿Entonces te presentaran a una niña?

-Eso parece. Te llamaré más tarde tengo que bajar o mamá va arrastrarme escaleras abajo, y no sería lindo arruinar el vestido que escojimos.

-Si, buena idea. -reímos.

Cuelgo y respiro profundo. Espero que esa niña no me de problemas.

-Eleanor, mamá te busca.

-Está bien James, ahora bajo, gracias.

No recibo respuesta así que decido bajar.

-Juliette, ¿esa es Eleanor? -mamá me mira y sonrie.

-La misma.

-Pero que grande y hermosa estas querida.- sé que lo dice realmente alegre y veo la calidez en su mirada, ella me parece un poco familiar, pero no logro recordar quien es.

-Mucho gusto...- miro a mamá en busca de ayuda.

-Ella es la Reina Cristal, cariño. ¿No la recuerdas?

-No, lo siento- contesto un poco apenada.

-No te preocupes, eras muy pequeña.

-Creo que ya recuerdo un poco. - oh no, usted es la madre de Ian- Usted era quien me traía libros, ya la recuerdo.

-Si querida, esta vez no fue la excepción, te traje unas cosas de Francia.

-No sé preocupe, no hace falta...

-Tranquila, aceptalo como un regalo por los cumpleaños a los que no asistimos.

-Muchas gracias, ¿puedo darle un abrazo?- ella realmente parece haber estado esperando que yo le preguntara eso asi que sólo me abraza.

-Siempre puedes abrazarme cariño. 

-¿Quién es la pequeña que bajo con ustedes?

-Es mi hija Clarisse, esta con su padre, creo que esta hablando con El Príncipe de Hielo.- rie un poco con eso ultimo.

-¿El Príncipe de Hielo?- pregunto confundida, ellas se miran y rien sin disimular.  Creo que soy la unica que no entiende el chiste.

Ellas se van, riendo aún,  dejandome confundida en el salón.

-Ok...- digo para mi misma.

-Princesa, ¿a dónde va?

-Saldré al balcón  Patrick, avísale a mi madre.

-Claro que si, cualquier cosa puede llamarme.

-Gracias.

Siempre voy al balcón que da hacia el jardín de flores, es un lugar muy tranquilo y yo realmente amo las flores.

Cuando era pequeña siempre me escapaba sola para cortar flores a mamá, haciendo que Patrick perdiera la cabeza buscandome.
Él es mi guardaespaldas, es muy lindo conmigo y siempre me consiente.

-¿Hola?- alguien me sobresalta y suelto un gritito, bien, vamos a calmarnos.

-Hola Clarisse- menos mal que es la pequeña.

-Eres más linda que como te describió.- susurra- ¿Puedo pasar? - ella es realmente tierna.

-Claro que si, ven.- le doy una sonrisa sincera.

-Patrick me dijo que la cena estará lista en una hora, pero realmente estoy aburrida y aqui no hay niños con quien jugar. - hace puchero haciendome reír.

-Podemos ir a ver las flores, ¿te gustan?

-Me gustan los girasoles... - contesta tímidamente.

-Tenemos girasoles- le digo sonriendo.

-¡Vamos!

Estuvimos un rato platicando, mientras le mostraba flores que ella jamás habia visto hasta que decidimos entrar a cenar.

-¡Príncipe de Hielo!- Clarisse sale corriendo y lo abraza mientras él la levanta y le besa la mejilla.

-¿Donde andabas Princesa?

-Estaba con Eleanor. - Ella voltea a verme haciendo que él la imite.

Bien, veamos quien es ese tal Príncipe de hielo. Respiro profundo y subo la mirada, todo el aire se me escapa cuando veo su rostro y él esta sonriendo.

-¿Ian?