I Think I'm Crazy (2º Parte "Must Be Crazy")

Capítulo 10.1

Hola hola~

Sé que dije que hasta la semana que viene no había capítulo, pero recordé que la semana que viene es la feria de mi ciudad, y no creo que pise mi casa xDDD

Asi que aquí os dejo la parte 1 del capítulo 10 ♡ La siguiente estará pronto ^^

MUCHAS GRACIAS POR TODO!! En nada esta historia llegará al 1K :D

Intentaré hacer algo especial... como en la primera temporada ^^

Espero que os guste, y difrutad~ ☆

♡♡♡

[WENDY P.O.V]

Aquella mañana...

¿Por qué el mundo me odia? ¿Qué había hecho yo para merecer esto?

Hoy, sábado 24 de Agosto, se suponía que iría a almorzar con Hajime al parque Yoyogi, donde disfrutariamos de un picnic que habíamos organizado, para tener por fin una primera cita en condiciones.

Con la mudanza de Hajime a su nuevo apartamento, y mi trabajo, no había podido verlo tan seguido o pasar tiempo con él, como el fin de semana de mi cumpleaños.

Por lo que pensé que sería buena idea organizar un picnic. Nunca había tenido uno, y según se veía en las películas, parecía muy romántico.

Pero mi plan se fue al traste.

Adiós picnic y adiós día con Hajime.

Hoy sábado, me tocaba trabajar.

La jefa de maquillaje estaba de viaje con un cliente y no podía cubrir el reportaje fotográfico de hoy.

¡Pero no pasa nada! ¡Para eso está Wendy! ¡Ella lo hará sin problemas!

Suerte que adoro mi trabajo, sino... No respondería de mis actos.

Además, tenía que estar prohibido levantarse tan temprano un sábado. No es sano.

Bostezando, pasé por las puertas acristaladas del edificio saludando al segurata que le tocaba los fines de semana.

Tras bajar del ascensor en la cuarta planta, me dijeron que fuera preparando el camerino que en nada llegaba el protagonista de mi desdicha.

Obviamente no dijeron eso, pero para mi lo era.

Por su culpa no había Hajime.

Tras hablar con la jefa de estilismo para ver de que trataba el concepto de aquel reportaje; me puse manos a la obra.

No pregunté quien era a la persona a la que se le iba a hacer el reportaje... Y es algo de lo que me arrepiento, porque si llego a hacerlo, me invento la excusa del siglo.

-¿¡Qué estás haciendo tu aquí!?

¿Por qué me resultaba tan desagradable su voz? ¿Por qué me daba jaqueca su sola presencia?

¿Por qué Oikawa? ¿No era suficiente con romperme los planes que tenía para hoy?

Era el perfecto protagonista de mi desdicha.