Capítulo 53.

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Tres semanas después.

Narra Ari.

Las cosas entre Pablo y yo cada vez van mejor, sé que solo llevamos tres semanas juntos, pero para mí es como si lleváramos meses. Sonará típico pero, no me imagino la vida sin él. Desde que le conocí mi vida solo ha ido a mejor.

Hoy Pablo ha salido a una reunión con el productor y la discográfica y yo he ido a la Escuela de baile, hacia semanas que no iba por el accidente de Pablo y a partir de hoy retomaré las clases.

Estoy de camino al trabajo. Llego y ahí están María y Noelia.

Ari: ¡Buenos días! -les digo con una sonrisa-

María y Noelia: ¡Buenos días! -me
contestan al unisono-

Noelia: Parece que alguien hoy está demasiado feliz -sonríe poniéndose a mi lado-

Ari: Estoy feliz -afirmo sonriendo-

María: Y esa felicidad tiene nombre y apellidos.

Ari: Pues sí, soy feliz y es gracias a él. Me ama, me cuida, me respeta, me ayuda, me apoya. Le amo.

Ellas me miran tiernamente y yo las sonrío.

Noelia: Pablo debería haber llegado antes. Hacia meses que no te veíamos sonreír y mucho menos estar así de feliz.

María: Eras un alma en pena, y después de que intentaras quitarte la vida... Lo dábamos todo por perdido, pensábamos que te ibas.

Ari: Pero llegó Pablo a tiempo. Además, eso ya es parte de mi pasado y no quiero recordarlo. Ahora soy feliz junto al hombre que amo y que me ama.

María: Ojalá te dure para toda la vida.

Ari: Ojalá, chicas, ojalá -suspiro-

Nos ponemos a atender a los clientes que van entrando hasta que llega la hora de irme.

Ari: ¡Chicas, me voy! -las grito ya que están recogiendo sus cosas en el pequeño despacho donde guardamos nuestras cosas-

Noelia: Vale -dice saliendo del despacho- ¿Has quedado con Pablo?
-sonríe-

Ari: No, tenía una reunión con la discográfica y el productor. Me voy a la Escuela de baile, ya va siendo hora de retomar las clases -río-

Noelia: ¡Vale! Disfruta -me da un beso en la mejilla-

Ari: Gracias. ¿Me despides de María?

Noelia: Claro, está dentro hablando por teléfono. Hasta mañana -sonríe-

Ari: Hasta mañana -la devuelvo la sonrisa-

Salgo de allí y me dirijo a la Escuela de baile.

Saludo a Christina, la recepcionista, con una sonrisa, como siempre que la veo. Y me voy al aula correspondiente.

Liberas Mis Alas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora