Adam Brooks

Novios?

- Nunca en mi vida me había pasado nada... Pero te conocí y al otro día me desmayé, y ahora esto...- dije
Adam se rió y miro nuestro comedor.
- Es el efecto que causo... Puedes preguntarle a las demás- se giró y me guiño el ojo sonriendo
Caminó mirando las fotos que teníamos en el mueble donde también estaba el televisor. Se río de algunas en las que estaba yo y las levantaba para mostrarme.
Mi mama estaba preparando unas pizzas caseras que me encantan y mi padre fue a elegir un buen vino para tomar.
- Si que tenias cachetes de bebé- dijo burlándose
Me sonroje y le saque la lengua.
- Eran tiernos. - me defendí
Se acerco a mi y me los pellizcó.
- Aun lo son
Mire a Adam tensa y le sonreí. Esta vez no podría besarlo como loca, estoy en mi casa... Mis padres podrían matarme y yo no podria nunca más ver a Adam...mi vida seria terrible y...
Sentí los labios de Adam moverse sobre los mios lentamente, como si estuviésemos haciendo algo indebido, en silencio, sin que nadie lo supiese. Respondí porque ya había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que me había besado. Y habría seguido haciéndolo de no ser porque aparecieron mis papás.
Adam se alejo un poco con los labios rosados y bajo un poco la cabeza, yo por mi parte mire incómoda a mis padres e intente sonreír.
- ¿Asi que son novios?- dijo mi mama riendo
Abrí mis ojos como platos y la mire fijo pensando de que forma podría matarla después de que Adam se fuese.
Abrí mi boca para contestar pero adam habló antes.
- Si- Adam tomo mi mano y le sonrió a mi mamá
Mi papá me miró y lo único que pude hacer fue sonreirle.
- Eso es muy lindo- dijo Cecilia
- ¿Pero no se conocieron hace apenas unos días?- interrumpió mi papá
- lo que pasa es que yo siempre estuve enamorado de ella, y hace unos días tuve el valor de hablarle e invitarla a salir..
Clave mis uñas en la mano de Adam y él se río. Mentiroso.
- Es que Adam es un chico demasiado blando, por eso nunca lo había mirado siquiera- dije y lo mire fijo.
- ¿Y porque me aceptaste ahora corazón? - me retó con la mirada..
- Es un experimento... Salir con alguien como vos...-
- ¿Alguien como yo? - sus ojos se achicaron
- Si
- ¿Y como sería eso? - se acerco a mi para intimidarme.
- Bueno...
- ¿Porque no nos sentamos? La comida está lista. - interrumpió  mi mama tensa parada enfrente nuestro.
Cecilia se puso el cabello detrás de las orejas y se fue a la cocina. Mi papa ya estaba sentado en la mesa ignorandonos por completo mirando su celular.
- No sabia que además de cantar y bailar, actúas...-dijo en mi oído riéndo.
- Merezco un oscar ,lo sé...-  apreté la mano de Adam, se río y nos acomodamos en nuestras sillas. Enfrente nuestro mis papás.

- Señora Miller la pizza está deliciosa- dijo Adam después de que mi madre le sirviese el trozo mas grande en el plato.
- Muchas gracias Adam, por favor puedes decirme Cecilia- le sonrió educadamente y adam hizo lo mismo.- ¿Sabes? Cuando Maia era pequeña siempre quería que le prepare pizzas, si no lo hacia ella no comía nada y se iba a dormir- rió
- ¿Así que era caprichosa? - dijo Adam riendo
- Ni te imaginas...- dijo cecilia
- ¿Cuantos años tienes Adam? - interrumpio mi papá
- En noviembre cumplo veinte- respondió relajado.
Enzo levantó las cejas y me miró.
- ¿Trabajas?
- Por ahora voy a la escuela y a veces gano un poco de dinero con mi banda
- ¿una banda?
- si, hacemos covers
Asesine a mi papá con la mirada y cuando me vio le sonrió a Adam y asintió.
- Eso es genial- dijo falsamente.
Negué con mi cabeza e intente comer un trozo de pizza pero Adam hablo antes.
- Espero no les moleste mi pregunta, pero a Maia ¿alguna vez le había pasado esto de tener tanta fiebre? En un momento el termómetro marcó cuarenta y uno...- la voz de adam estaba cubierta de preocupación y cuando hablaba así sus ojos se abrían y esperaban respuestas ansiosos.
Mi madre asintió.
- una vez, tenia meses de nacida y estaba durmiendo en su cuna. Cuando escuche ruidos me levanté y la vi estaba azul- mi mama hablaba preocupada- el doctor dijo que fue solo fiebre y que no nos preocupemos porque no había posibilidades de que le pase de nuevo. Supongo que fue otra vez lo mismo.
- Agradecemos mucho tu preocupación y que nos hubieses llamado. Y gracias a dios ahora veo que esta muy bien... - dijo enzo.
- No hay nada que agradecer. Estaba desesperado y no sabia a quien llamar, así que... - Adam calló y miro a mis papás.
Baje mis manos a mis piernas y deslice una hacia las piernas de Adam. El bajo las suyas y me dio la mano.
- Adam me ayudo mucho. - lo miré a los ojos y le sonreí.