No existe ficción paralela a la realidad

Parte 4~

Tiempo después de la muerte de mi hermana caí en una depresión, con nuevos "amigos" y nuevas "acciones" que se volvieron cotidianas.

Me hice la rebelde y me fui de la casa, me junte con mis "amigos" Y empezamos a robar y a cometer otras malas acciones, lástima que no me di cuenta en ese momento, pero ya no me importaba cuantas veces me llevaran a la comisaria, porque siempre me iba sin ver un solo barrote de alguna que otra celda. Delito tras delito, la tristeza causada a mi familia iba aumentando, pero no me importaba, solo quería a mi hermana de vuelta y la veía siempre entre los humos de colores provocados por mis "amigos" y yo, lástima que luego se desaparecía sin dejar rastro hasta la próxima ronda.

La próxima juntada iba a ser para comer, robaríamos un supermercado. Yo me asuste ya que esa vez íbamos en grande, me arrepentí de ir y dijeron que si no cooperaba, iba a caer. Teníamos todo tramado, pero hubo un fallo, solo uno. Un intruso. La policía llegó y nos atrapo. Y esa vez si nos encerró.

Los policías fueron hablando con uno por uno para ver sus intenciones, antes de una posible condena de muerte, por una lista negra tan grande como la nuestra. En mi turno conté mi historia, exprese mis ganas de terminar la carrera que había empezado y ayudar a la gente, y me dieron libertad condicional.

Empecé de nuevo las clases en donde me quede y lo aprecié mucho, pero no todo es perfecto. Un día antes del examen, el tren en el que viajaba tuvo un accidente del que mucha gente no pudo salvarse. Yo fui una de tantas personas que perdieron allí su vida, no sin antes recordar a mi dulce hermana, y no sin antes arrepentirme de haber arruinado mi vida al punto de no poder recuperarla. Mi cuerpo fue desvaneciéndose, al igual que mi memoria, con lágrimas por todo mi rostro sin poder moverme para limpiarme, igual a como empecé. Sin movilidad ni recuerdos a los cuales aferrarme.