No Te Enamores. Mejor Estudia

6. Una clase de ciencias catastrófica

Eran ya las 8:30. Entré a la clase de ciencias con Chris y Sam. A ellos dos les tocaba juntos en las mesas del laboratorio. Yo, como era aún nueva en esa clase me quedé de pie junto a la mesa del profesor. El profesor llegó a clase. Emily, como de costumbre, unos minutos después, pues según ella tenía que estar divina y que tardaba 30 minutos en elegir su ropa, 1 hora en vestirse y otra hora en maquillarse. Emily se sentó y al lado de ella había un sitio libre.

No, no, no, no, no y ¡nooo!
No me podía creer que tenía que ponerme con esa petarda. Ni hablar.

-Bienvenida a mi clase, Ashley.- me dió la bienvenida con un cálido saludo.
-¿Podrías ponerte al lado de Emily, por favor?- ordenó el profesor amablemente.

-Por supuesto.- dije con mala cara.

Me fuí y me senté allí, con esa creida, tenía que tocarme con ella... no podía haberme tocado con Sam o con Chris, no. Tenía que tocarme con ella.

-Para la clase de hoy vamos a empezar con la unidad de "El laboratorio". Vamos a tener que ponernos la bata blanca y las gafas por seguridad. Bien, empecemos...- explicó el profesor.

-Ah, y una cosa guapita.- me dijo Emily muy chulita.
-Que sepas que yo no pienso hacer el trabajo, tú lo vas ha hacer por mí, ¿entendido?- siguió diciendo ella.

-Eh, guapita. Lo primero, a mí no me llames así; y lo segundo, yo no soy tu sirvienta.- dije yo poniendome seria.

-A mí no me hables así o lo vas a tener muy difícil con Chris.- dijo ella amenazándome.

-¿Qué?- dije yo pensando que cómo ella sabía eso.

-Sí, lo que oyes. Se te ve de lejos que estás pilladita por Chris, pero Chris esta loquíto por mí, le doy un beso y se olvida de que tiene amigas.- me advirtió ella con una sonrisa falsa.

En ese momento la miré muy mal. Tenía ganas de pegarle un puñetazo como el otro día. ¡Qué creida!

-Haber, chicas, silencio por favor estoy explicando.- nos ordenó el profesor.
-Debemos juntar flúor y fosfato de sodio, amarillo con azul pero recordar que lejia con flúor no, no juntéis amarillo con blanco, podría suceder algo nocivo.

Emily y yo seguíamos discutiendo sin escuchar las explicaciones del profesor. ¡No pasaría nada! Solo sabía que tenía que dejar a esa engreida fatal.

-Proceder a hacer el experimento.- dijo el profesor.

Me levanté de aquel taburete que tenían las mesas de laboratorio y fuí detrás al perchero que estaba apoyado en la pared para coger dos batas blancas y dos gafas transparentes. Cuando fuí a cogerlo, Chris fue a coger su bata y la bata de Sam a la vez que yo iba a coger mi bata y la bata de Emily. Él quiso coger las batas que estaban a mí lado de las que yo quería coger. Alzé mis manos para coger las batas blancas, pero no llegaba. Chris, como era un chico alto, cogió sin problema sus batas. Él, que me vió a mí que no podía, se ofreció a ayudar sin que yo le pidiese que me ayudase a coger mis batas. Agarró mi bata y la de Emily y me las dió.

-Gracias.- le agradecí.

-No importa.- respondió sonriente.

¡Qué monooo! Christopher me ha ayudado en algo. Ya somos muy buenos amigos, aunque yo querría ser otra cosa. Pero ha hecho algo bonito, pequeños detalles hacen grandes cosas.

Fuí a los cajones donde se encontraban las gafas transparentes. Agarré el cajón, lo abrí y saqué dos gafas.
Regresé a la mesa del laboratorio donde encima de ella había muchos vasitos de diversas formas y colores.

Por lo que había escuchado, creía que había que poner el amarillo con azul nunca amarillo con blanco, pues podía ser nocivo.

-¡Que bata más fea!- reprochó.
-¡No pienso ponermela! ¡Ni esas gafas tan horribles!- siguió gritando como si alguien hubiese mezclado en la ropa azul marino y negro.