C.8.

7.6K 232 4
                                    

—¡Ross!- Le grite, mientras cubría mis pechos, ya que el estaba dentro de la cabaña preparando algo para comer.
—¿Qué pasa mi vida?- Dijo saliendo de la cabaña. Se acerco a mi, y al verme aún sin un sostén mordió su labio inferior. —Dios, ¿me provocas, lo sabes? Si no te pones algo, ahora mismo te hago mía.
—Ross, no es de risa, mi sostén se ah perdido- Dije haciéndole un puchero, el se hecho a reír, y yo le di un codazo. —Es en serio, ¿Qué haré sin sostén ahora?.
—Puedes irte así- Dijo observándome de pies a cabeza. Luego río, ya que solo llevaba mis bragas.
—Si que puedo, además atraería la atención de los chicos- Su sonrisa se desvaneció y se puso serio. Ahora yo reí.
—No es gracioso _____.
—¡Debiste ver tu cara, corazón!- Dije riendo, el negó con la cabeza.
—Vamos adentro, quizás encuentre algo para ti- Dijo pegándome a el, comenzamos a caminar, hacía dentro de la hermosa cabaña.



En realidad hermosa, estaba tapizada por madera, había una chimenea en la sala y un “oso” por tapete. Los sofás eran cafés y se veían muy cómodos. 


—No me haz dicho, quien vive aquí- Le dije entrando.
—Es de mis padres, siempre venimos aquí, cuando estamos “cansados”. Por eso es privado, es como un lugar secreto.
—Humm, lugar secreto. Y hemos tenido “sexo secreto”, ¡que coincidencias!- El rio negando con la cabeza y se adentro en las escaleras, mientras yo caminaba hasta la cocina, y tomaba uno de los sándwiches que el había preparado. Luego de segundos me dio un camisón blanco, que me quedaba grandísimo. 


La tarde paso entre bromas abrazos, palabras de doble sentido de Ross y besos. Hasta que la noche llego, y tuvimos que ir por mi auto a la preparatoria, y luego de eso y unos cuantos besos, cada quien partió a su casa. La mejor tarde de mi vida, junto a mi vida. 



*


—¿Hola?- Conteste el teléfono, mientras daba un sorbo a mi agua de mango.
—_____! Soy Charlotte. ¿Qué paso? Christian te vio con Ross en el estacionamiento y después ya no entraste ¿te ah hecho algo?
—No, para nada amiga- suspire. —Eh pasado todo el día con el y ah sido increíble.
—¡Dios! ¿Las cosas se han arreglado?
—Algo así, hemos hablado, nos dijimos te amo y hemos hecho el amor en el agua.
—¡Dios! No me mientas, ______ Victoria Stew, me estas diciendo la verdad?
—Por que debería mentirte, Charlotte Michelle Tisdale.
—Pues no lo se, ¡Dios! Esto es muy emocionante, ¿ya son novios?
—No- murmure. 
—¿Por qué?
—Pues el no me ah dicho.
—Pero ______, ya se han dicho te amo, ¿Qué mierda esperan ahora?
—No lo se, quizás mas adelante. Por ahora el sexo secreto sigue.- Mi amiga bufo al otro lado de la línea.
—Bien, de cualquier manera, haberse dicho te amo, ya es algo.
—Si- suspire. —Bien, amiga te veo mañana, ¿si? Ahora quiero dormir.
—Si, picarona- Reí. —Nos vemos amiga, te quiero.
—Te quiero igual, buenas noches- Y colgué. 



Deje mi móvil en el buro de mi cama, y apague la lamparita. Suspire y me acomode bien. Había sido el mejor día de mi vida. Ross me había declarado su amor, y yo a el. Ahora ya todo estaba bien. Pero, ¿Por qué no me habría pedido ser su novia? Y justo en eso me acorde. Joseph, había dicho que Ross… ¡Ross tenía novia!

Justo cuando había podido acumular sueño, la alarma había sonado anunciando un nuevo día. Me había quedado toda la noche despierta, pensando en Ross y su “novia”. ¿Por qué no lo habría mencionado? Me había dicho que me amaba, pero tenía novia. Quizás había terminado con ella. De todas formas se lo preguntaría al llegar.


Entre a la ducha y después de un cálido baño, me puse una camisa de cuadros roja, unos botines con tacón y unos tejanos.  Hice trencitas por todo mi cabello, y al ultimo las recogí en una cebolla caída. Luego deje dos mechones largos, a los lados de mi frente, me unte brillo labial y listo. Tome mi bolso y baje las escaleras las mucamas estaban recogiendo la casa y antes de que saliese por la puerta una de ellas me detuvo.


—Señorita _____.
—¿Si?- Dije girándome para verla de frente.
—Sus padres han dicho, que esta noche habrá una cena con uno de sus socios, que procure llegar tarde y comprarse algo lindo y presentable. Usted los acompañara.
—¡Aleluya!- Grite. —No sabes donde será la fiesta?
—Ellos mencionaron acerca de una reservación, así que quizás sea en un restaurant.
—Bien- suspire. —Gracias por el aviso- Le sonreí y ahora sin detenerme salí de casa.



*



—Charlotte eh dicho que no puedo, es la primera vez en todo el mes que tendré una cena con mis padres- Me negué una vez mas, mientras abría mi casillero. 
—¡Pero ______! Esas cenas están aburridas, mejor vamos a Hot, ahora que Ross y Christian ya se han reconciliado.
—¿Se han reconciliado?- Pregunte entusiasmada. 
—Si, Christian me lo dijo anoche ¿no es genial? 
—Si, lo es..
—¡Exacto! Por eso debemos celebrar en Hot, desde la inauguración que no vamos. 
—Ese bar me trae recuerdos- Dije sonriendo, al recordar la noche de la inauguración de Hot. —Y no insistas Charlotte.
—Bien, pero cuando estés en esa cena aburrida te acordarás de mi y Charlotte la hermosa no estará ahí para salvarte- Reí fuerte.
—Tendré que afrontar las consecuencias- Dije negando con la cabeza y sonriendo. Termine de sacar unos cuantos libros y luego me gire quedando frente a Charlotte, comenzamos a caminar mientras reíamos y luego una rubia alta y flaca se paro justo frente a mi.


—¿____ Stew?- Pregunto mirándome de pies a cabeza.
—Si, buscas algo?- Le dije confundida.
—Si, que dejes a mi novio en paz.
—No se quien sea tu novio, ni mucho menos quien seas tu.- ¿Quién era esa chica para hablarme así?
—No te hagas, ahora sales con que no conoces a Ross Lynch- ¡Ah! Así que esa era la novia de Ross. Reí a carcajadas.
—Si, si lo conozco y sabes que?- Me acerque a su oído. —Es demasiado bueno en la cama- Le susurre sonriendo, luego me separé y la rubia trato de golpearme con una cachetada pero se la detuve. —Nunca, pero nunca debiste hacer esto- Le dije, mientras la tironeaba, solté mis cuadernos y bolso y la agarre del cabello, haciéndonos caer a las dos. Me subí arriba de ella, poniendo mis piernas a los costados de su cintura y comencé a golpearla , la tome del cabello –de nuevo- Y comencé a golpearle la cabeza contra el suelo. En menos de 5 segundos, ya había adolescentes gritando “Pelea, pelea” otros gritaban mi nombre, y también podía escuchar como apostaban entre ellos.

—¡____ detente!- Escuche la voz de mi amiga, pero hice caso omiso.



Seguí golpeándola, y ella tampoco no estaba tan tonta, ya que intentaba tirarme, pero mi fuerza fue mucho mas fuerte y agradecí haber ido a clases de Boxeo 6 meses. 


—¡Eres una perra!- Grito, tomándome del cabello, rápido me levante apoyándome en el suelo con mis rodillas, y cerré mi mano en forma de puño, luego solo deje caer este en alguna parte de su cara. Al parecer fue en la mejilla. 


—¡Señoritas deténganse!- Escuche la voz del Director, pero aun así no me detuve. Hasta que unos brazos se posaron en mi cintura, atrayéndome a su cuerpo. Inmediatamente comencé a patalear para que me soltaran pero fue imposible, ya que esos brazos me agarraban muy fuerte.

—¡Suéltame y déjame romperle la cara operada que tiene!- Grite aun sin verle la cara al dueño de los brazos. La rubia se levanto, con el cabello enmarañado y sangre salía de su boca. Ya que ella llevaba una blusa de escote, podía ver que había dejado todo su cuello rasguñado, el maquillaje se le había corrido, y solo traía un zapato. Mi respiración estaba agitada, y mi cuerpo estaba invadido de coraje. ¿Por qué no me dejaban romperle la cara de una buena vez?



—¡Ah dirección las dos!- Dijo el Director mas que enojado. —¡Y ustedes a su clase par de vagos!- Alargo diciéndoles a la “bolita” que se encontraba ahí y desapareció por el pasillo.
—¿Y tu, te vas a quedar con ella? ¡Mira como me ah dejado!- Dijo la rubia, y fue entonces cuando me di cuenta de que estaba siendo detenida por Ross.
—Si- Dijo el, y la rubia bufo y luego se fue por el mismo pasillo que el director. Ross me soltó poco a poco. —¿Estas bien?- Me pregunto. 

—Si, ¿Por qué no me dejaste romperle la cara? ¿Eh? ¡Claro, como es tu puta novia!- Le grite a el.
—¡_____, cálmate!
—¿Cómo quieres que me calme? ¡Me haces el amor, me dices te amo y el niño bonito tiene novia! ¡Claro! ¡Menuda idiota que soy!
—_____, déjame explicarte.
—¡Ve a mentirle a otra persona, a mi ya no!- Le grite, y luego me fui a la dirección.




—No puedo, simplemente no puedo creer que este sea el comportamiento de 2 señoritas- Dijo el director mientras nos veía a las dos. —Señorita Karen, ____ es una chica mas grande que usted- ¿Así que la puta se llamaba Karen?
—Lo siento, señor- Murmuro Karen.
—¿Y usted señorita Stew? ¿No dirá nada?
—No tengo que decir. Ella empezó todo- Sonreí.
—¡Eres una perra!- Me grito.
—¡Mas perra tu mama!- Le conteste, ¿Qué se creía esta?
—¡Señoritas! Detención mañana, _____ la quiero a las tres de la tarde y Karen a las ocho de la mañana.
—¡Pero es tempranísimo!- Chillo la rubia.
—No es mi problema, ahora cada quien vaya a clases- Salimos, y apenas la puerta se cerro y tome a la rubia del brazo.


—No te vuelvas a meter en mi vida ¿entiendes plástica?
—No te tengo miedo- Me dijo de igual manera.
—Pues deberías- Levante una de mis delgadas cejas, apreté una de sus mejillas, y luego me aleje de ahí, caminando como si no hubiese pasado nada. Camine 2 pasillos y luego escuche que murmuraban mi nombre, mire hacía mi costado izquierdo y me encontré con Charlotte, Christian, Joseph y.. Ross.



—¡Amiga!- Dijo Charlotte abrazándome. —¡Dios _____! No te conocía así. 
—_____ ¿Cuándo me das unas clases de boxeo? La dejaste realmente mal, y ella apenas te despeino- Dijo Christian, tomándome por la cintura y dándome un beso en la mejilla.
—¡Si _____! No sabía que pelearas así- Hablo Joseph.
—Gracias, me halagan- Sonreí. —¿Por qué no han entrado?- Pregunte ignorando la mirada de Ross.
—Te esperábamos- Contesto Charlotte, Christian me soltó y me sonrió. —Bien, creo que ustedes tienen algo de que hablar.- Dijo Charlotte mirándonos a mi y a Ross.
—Yo no tengo nada de que hablar con el- Dije seria.
—Pero yo si- Dijo Ross, lo mire varios segundos.
—Nos vemos en la cafetería chicos- Les dije, ellos asintieron. Y antes de irse Joseph me miro y miro a Ross, desaprobando la situación, luego se marcharon. —¿Qué es lo que quieres?
—_____, Karen no es mi novia.
—¿Y entonces por que vino a reclamarme?
—Yo termine con ella esta mañana.
—¿Ósea, que cuando hicimos el amor en el mar eran novios? ¡Mierda eres un cerdo!
—No, no _____. Yo, yo no sabía lo que iba a pasar ese día, si hubiese sabido, yo hubiese terminado con ella un día antes.
—¿No me digas que no planeabas acostarte conmigo? ¡Por eso me llevaste ahí!
—¡No! Lo juro, ______ yo solo planeaba hablar contigo. Pero luego, la situación se dio y- Se acerco a mi, pegándome a su cuerpo y Dios. Sentí que moría por dentro, el contacto con sus labios, movió algo en mí haciéndome anhelar mas. —Créeme, la única que me importa eres tu- Susurro en mis labios y volvió a capturarlos, mis brazos fueron a dar a su nuca. —Ven- Dijo separándose de mi, me ofreció su mano la cual dudosa acepte, comenzamos a caminar, hasta llegar a lo que era un cuarto de limpieza.

S.S.; lynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora