C.9.

7.5K 224 3
                                    

Entramos y el cuarto estaba oscuro. Ross cerro la puerta. —¿Qué pretendes hacer Ross?- Susurre algo desconcertada ya que no veía nada, el no respondió pero sentí sus manos en mi cintura, luego sentí como me hacía dar dos pasos hacía atrás, hasta sentir su cuerpo detrás del mío. Con una de sus manos, atrajo mi cabello hacía mi hombro derecho, dejando la parte izquierda de mi cuello desnuda, comenzó a dar pequeños besos, haciéndome arquear un poco. 


—Ross, no aquí- Susurre jadeante, este gruño.
—Me encanta cuando haces esa voz- Su respiración se estaba dificultando, sus manos volvieron a mi cintura pegando mi culo a su miembro. Era increíble como este hombre podía volverme loca con solo unas caricias y unos cuantos besos.

—Ross- volví a repetir.
—Esto no hace daño, bonita- Me susurro ahora, sus manos vagaron por todo mi vientre, levantaron mi blusa un poco, y sin desabrochar mis jeans, metió su mano, a través de mi pantalón y luego a través de la fina tela de mi cachetero. Gemí en susurro. Ya que no podía tomarme la gran libertad de gritar como yo quería, por que estábamos en el cuarto de limpieza de la escuela.

—Me encanta que este tan liso- Volvió a susurrarme, eche mi cabeza hacía atrás, y me estremecí al sentir dos de sus dedos tocar mi feminidad muy apenas.
—¡Oh!- Jadee. —Oh, Ross…


Dio pequeños golpecitos en mi vagina, y luego beso mi cuello. Frote mi culo, contra su miembro, haciendo que gruñera.


—No, no hagas eso preciosa. 
—Oh- Jadee una vez mas. El siguió dando golpecitos, haciéndome arquear de nuevo. Saco su mano y me giro bruscamente, haciéndome quedar frente a el. Me beso, masajeando mi trasero, mordí su labio inferior. —Ross, Ross para…- Le dije separándome de el, con la respiración agitada.
—No aquí, mejor luego ¿si? Corremos mucho riesgo y…- ¡Me salvo la campana! Ross gruño, haciéndome reír bajito. Bese sus labios, esta vez fue tierno. 
—Me debes una- Dijo gruñendo, le bese la mejilla y me dispuse a salir, no sin antes decirle:
—Deberías lavarte esos dedos- Le sonreí y el carcajeo.


**



—No doy mas- Le susurre a Charlotte, mientras ocultaba mi cara en mis manos. La clase de Historia era la mas aburrida de todas las clases. Muy apenas conocía del presente ¡y ya querían que conociera del pasado!
—Y bien, este es un anuncio importante, así que por favor señorita Stew, levante su vista- Levante mi cara y me encontré con la mirada del profesor y la del resto del grupo. 
—Lo siento- Murmure.

Justo empezó ah hablar y el timbre sonó.

—¡Al fin!- Grite, haciendo que algunos me miraran y otros rieran. Todos comenzaron a salir, como “perros tras un hueso”, mientras Charlotte y yo nos quedábamos al ultimo. Incluso el profesor se había ido. Mire a todos lados, y antes de tomar mi mochila, me subí arriba de una mesa. 


—¡Oh, si, aja, aja! ¡Mi nombre, es _____ y soy, muy sexy! ¡Aja, aja, aja!- Comencé a cantar, mientras movía mi cintura y mi trasero, Charlotte soltó una carcajada.
—¡Estas loca!- Dijo, y luego se subió a la misma mesa. —Pero así te amo y así te acompañare siempre- Reímos, y comenzamos a saltar arriba de las mesas.


Luego de cinco minutos de baile, y “estupideces” junto a mi mejor amiga, escuchamos unas carcajadas, nos giramos y nos encontramos con Ross & Christian, quienes sostenían sus teléfonos. ¡Nos estaban grabando!


—¿Qué hacen ahí parados?- Les pregunte, muerta de la pena, Ross ladeo la cabeza.
—Observándolas- Me contesto, mientras volvían a reír, de un salto baje de la mesa, y lo mismo hizo Charlotte. 
—Malditos sean- Les dije, riendo. 
—Bailan muy bien, chicas- Hablo Christian, caminando hacía Charlotte y quitándole su mochila. 
—Gracias- Le dijo mi amiga, enternecida por el gesto.
—¡Ross! ¿Por qué Christian es tierno y tu no?- Le dije haciendo un puchero, Christian rio con ganas y Ross camino hacía mi, formando un pico con sus labios.
—Pero, si a mi lo tierno me sobra- Dijo tomándome de la cintura, y besándome la mejilla.
—Si claro- Le dije sarcástica.
—¡Vamos a comer!- Hablo Christian. 
—¡Si! Hace tanto que no salimos los cuatro- Dijo Charlotte.
—Por mi esta bien, ¿Tu que dices mi amor?- Me pregunto Ross, los mire sonriente y asentí. 


*


La tarde junto a Charlotte, Christian & Ross había sido de maravilla. Había sido, risas, juegos, cariños y besos. Hace tanto que no me había divertido así. En fin, eran las ocho y media de la noche, y estaba buscando entre toda mi ropa, algo que ponerme para la cena. No tenia muchas ganas de ir, pero ya que era la primera vez en un mes, que saldría con mis padres, tenía que ir presentable. 

Elegí esto: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=53242739&.locale=es. Deje mi cabello suelto en ondas, sonreí al ver que ahora estaba mas largo, suspire y mi celular comenzó a sonar. Camine hasta el buro y lo tome. Sonreí al ver su numero.


—¿Hola?- Dije contestando.
—Como es la persona mas hermosa de este mundo.
—Ross- Dije enternecida. 
—Guapa, supongo que Charlotte te menciono que iremos a Hot, hoy ¿no?
—Bueno, si me dijo que irían pero no me dijo que tu irías.
—Pues si, si iré. ¿Iras?- Suspire.
—Que mas quisiera, Ross. Pero mis padres me han invitado a una cena familiar y no puedo negarme..
—Joder, nena no me hagas esto.
—Ross, debo asistir.
—Mierda, cariño ¿pero por que ahora? No puedes cancelarles a tus padres?- Su voz ahora era seria.
—No, y no les cancelare solo por un capricho tuyo.
—¿Y de cuando acá tus padres son importantes para ti? ¿O tu para ellos?- De acuerdo, eso fue el colmo. ¿Cómo se atrevía a decir eso?. Hice un silencio. —_____, ____ yo…
—Vete muy a la mierda, Ross- Y colgué. Mis lagrimas se comenzaron a asomar en mis ojos. Sentía un nudo en mi garganta, no me gustaba pelear con Ross, pero tampoco me había gustado que dijese que no era importante para mis padres. Lo cual quizás, si era verdad. 



—¿_____? Cariño, estas lista?- Escuche la voz de mi padre. El gran Richard Stew.
—Si, padre- Abrí la puerta y el sonrió. 
—Y es ahora, cuando me siento orgulloso de tener a una hija tan guapa y deslumbrante- Sonreí. —¿Nos vamos princesa?- Dijo y asentí.




Narra Ross.

—¡Ya los vi!- Dijo Christian, sonriendo.
—¿Dónde?- Pregunto Charlotte.
—Ahí, mira es la de vestido corto y pegado, Oye no se ve tan mal- Dijo pícaro, Charlotte y yo le dirigimos una mirada fulminante y el levanto los brazos. —Es que en serio se ve bien- Agrego.
—¿Entraras tu?- Me dijo, y lo pensé varios segundos.


Nos encontrábamos afuera del restaurante donde _____ & su familia estaban cenando. Habíamos cancelado lo de Hot, ya que la había cagado. Y bien cagado, yo y mi estúpida boca. Nunca debí haberle dicho eso a ____. Me sentía un completo idiota, pero que mas quería? Yo solo, la quería para mi. Que fuese mía y de nadie mas.


—Yo creo que si- Dije suspirando. —Deséenme suerte.
—Suerte- Dijeron al unisonó, suspire y baje del auto. 


Cruce la calle, y observe a través del cristal, estaban en una mesa grande. Eran dos parejas de adultos mayores, un chico y… ¡______! Ellos se miraban sonriente, y platicaban cómodamente. El le hacía caricias en el hombro, mientras ella sonreía. Esa sonrisa, que solo me pertenecía a mi. Esa mujer me pertenecía a mi. Pero parecía disfrutar de la compañía del jodido hombre. Ganas no me faltaron de entrar y partirle toda su cara, pero me controle. Suspire furioso, cabreado. Y me regrese al auto, donde mis amigos me veían confundido.


—¿Qué paso?- Pregunto Charlotte.
—Solo arranca- Murmure.
—¡Joder! ¿Ross que paso?- Me grito Christian.
—______, se la esta pasando bien, con un cabrón. Nosotros no tenemos nada que hacer aquí. ¡Joder, arranca el maldito auto!- Les grite y Charlotte comenzó a conducir lo mas rápido que pudo…

Narra _______.


La familia con la que mis padres iban a negociar, era muy amable y divertida. Tenían un hijo de veinte años. Nicholas Jonas, era muy apuesto y divertido. ¿Para que negarlo? Pero a pesar, de sonreír con cada chiste que decía, me sentía mal por dentro. No me gustaba estar enojada con Ross, no con el… 


La cena había terminado, y nos habíamos despedido de la familia Jonas. Nicholas me había dado el numero de su teléfono, y viceversa. Habíamos llegado a casa, y realmente estaba cansada. 


Me quite los zapatos dejándolos en el baño, luego me recogí el cabello en una cebolla alta y me puse una linda pijama negra. Levante las colchas y me sambutí en ellas, cayendo en un sueño profundo.


**


—¡______! ¡Despierta!- Escuche como me susurraban, negué con la cabeza sin abrir los ojos. Escuche murmullos, luego comenzaron a mover la cama.
—¡Joder!- Grite destapándome la cara, abrí mis ojos y mire incrédula. —¿Christian? ¿Charlotte? Que mierda hacen en mi habitación?- Sus rostros me miraban preocupados. 
—Entramos por la ventana, pero eso no es lo importante- Dijo Charlotte acercándose a mi.
—¿Entonces que lo es?- Pregunte confundida.
—Ross- Mi corazón comenzó a latir rápidamente. —No, no sabemos de el. No sabemos donde esta- Alargo Charlotte.
—¿Cómo mierda no van a saber?- Dije levantándome bruscamente, camine hasta mi armario y saque esto: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=53051795&.locale=es. —Se suponía que estaría con ustedes en Hot ¿no?- Pregunte, mientras entraba al baño.

—Si, pero supimos de su pelea, entonces fuimos a el restaurante donde estaban tus padres y tu, a buscarte- Charlotte hablaba rápido mientras tartamudeaba. —El dijo, que te estabas divirtiendo con un cabrón, luego me pidió que nos fuésemos y así lo hicimos. Mierda, _______ lo hubieses visto, echaba furia por los ojos. Nos estacionamos en un lugar y sin decir nada, se bajo y comenzó a correr. Luego desapareció de nuestras vistas, cuando tratábamos de alcanzarlo. No sabemos donde esta, apago su celular y pensamos que estaba contigo, pero veo que no.
—Obvio que no. ¿Qué horas son?- Pregunte, mientras me cepillaba los dientes.
—Dos de la mañana- Me contesto Christian. —No se a donde jodidos, pudo haber ido. Pero pongo la mano al fuego, a que ah de haber hecho alguna tontería.
—Mierda, mil veces mierda- Dije entre dientes. —Vamos a buscarlo, rápido- Les dije, mis manos ya estaban temblando, y mi corazón amenazaba con salirse de su lugar. Si le pasaba algo a Ross, no me lo perdonaría nunca. 



Salimos de casa, y nos montamos en el auto de Christian. El silencio incomodo se hizo presente. Los 3 sabíamos que Ross, podía hacer cualquier jodida cosa estúpida. 

—¿Opciones donde pueda estar?- Pregunte.
—Quizás, allá ido a Hot- Dijo Christian.
—Bien, vamos a Hot- Le dije, Christian aumento la velocidad. Parecía nervioso, en realidad lo estaba. Los tres lo estábamos. En cuestión de segundos, estábamos afuera del local, el cual aun estaba llenísimo de gente. —Yo bajo, ustedes quédense aquí- Les ordene.
—No, yo voy contigo. ______ ahí muchos hombres ebrios, podrían agarrarte— Me dijo Christian desabrochando el cinturón de seguridad. 
—¡No, joder, no Christian quédate aquí!- Le grite, pero el ya había bajado.
—¡Mierda, _______ te pueden hacer algo!- Me grito, suspire y lo mire varios segundos.
—Bien- Dije entre dientes. 


Entramos a Hot, y tome la mano de Christian para no perderlo. Entramos con dificultad. Olía demasiado fuerte. Alcohol, mezclado con cigarrillo y fornicación. Christian me jalo, hacía un lado evitando que chocara con una pareja, fuimos a donde estaba el DJ, y Christian le dijo algunas palabras, el DJ negó, y Christian me miro, se acerco a mi oído y me susurro:

—Ross no ah venido por aquí.
—¿Cómo lo sabes?
—Tyler, lo conoce. Dice que no lo ah visto- Suspire, y de nuevo comenzamos a caminar hacia afuera.


Las horas pasaban, y aun no podíamos encontrar a Ross y para colmo había empezado a llover. Buscamos en los parques mas famosos, cerca de su casa. Cerca de mi casa, en la escuela, restaurantes. Prácticamente en toda la ciudad, y aun así no lo podíamos encontrar. Me sentía culpable, y tonta. Y si le pasaba algo, sería todo por mi culpa. 

—Sera mejor, que nos vayamos a casa- Dijo Christian.
—¡No, no podemos!- Intervine. 
—______, son casi las seis de la mañana…
—No, Christian, no descansare hasta volver a ver a Ross. 
—Bien, entonces mojémonos la cara si quiera- Dijo Charlotte, haciéndome recordar algo.
—¡Espera!- Dije pensando. “Mojémonos” “Mojar” “Agua” “Mar”. Sonreír. —¡Ya se donde esta!- Grite sonriendo.

S.S.; lynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora