1

93 14 3
                                    

Era solo un día más en el que despertaba con esa angustia de no saber hacia dónde redirigir su vida. Todo era tan monótono que aburría.

Hacía tres meses que había terminado con su segunda carrera universitaria y aun no lograba conseguir algún empleo estable.

Ser fotógrafo y licenciado en marketing no le facilitaba en absoluto a la hora de conseguir empleo. Las grandes empresas publicitarias buscaban alguien con más de cinco años de experiencia y él solo llevaba tres meses.

Mientras su café humeaba sobre el escritorio, él se encargaba de revisar su correo por si la suerte estaba de su lado y alguna empresa respondía a su mail.

Suspiro resignado cuando su bandeja de entrada se encontró totalmente vacía. Sería otro aburrido día.

Necesitaba el empleo, no quería saber más nada con pedir dinero a sus padres, ya estaba pisando los 24 años y se sentía un inútil.

Eran pasadas las diez de la mañana cuando decidió salir a tomar un poco de aire, obviamente con su cámara en manos, siempre había algo para fotografiar, su blog necesitaba fotos nuevas.

Era una típica mañana de otoño, la acera se encontraba totalmente tapada en hojas secas y el aire fresco lo embriagaba.

El parque se encontraba momentáneamente vacío, los niños estaban en el kínder y la gente en sus respectivos trabajos.

Paso por la vieja cafetería de su tía, pidiendo rápidamente un café bien cargado.

Había varias personas en el local a pesar de ser media mañana, pero no le prestó atención a ninguna en particular. Estaba centrado revisando las fotos que guardaba su tarjeta de memoria.

Hombres de trajes iban y venían, jóvenes con carpetas en mano, otros con uniformes, señoras de tacones, la vía publica, el cielo, las nueves, la noche, miles de cosas... niños, objetos, fotografías de todo tipo.

Su tía estaba algo atrasada con su café, podía observarla hablar con un hombre de aproximadamente 55 años, su barba ya presentaba algunos detalles de canas y su traje parecía costar más que su vida. No quiso interrumpirla, tampoco apresurarla. Tenía toda la mañana para tomar el café y si seguía así tendría toda su vida.

Se quedó observando a las dos personas hablando, ella parecía muy emocionada contando vaya a saber qué y el señor le prestaba atención a cada palabra que salía de su boca.

> Seguro es algún conocido < pensó

Su tía le dejo algo anotado sobre un pequeño papel antes de ver como el hombre se despedía con un beso en su mejilla. Unos minutos después recibió su café.

"Hola cariño" saludo amable

"¿Qué tal tía?"

"Muy bien..." ninguno de los dos menciono algo acerca de ese hombre, él no era nadie para entrometerse en la vida de ella.

(...)

Estaba totalmente agotado, había pasado toda su tarde de empresa en empresa repartiendo su expediente, además de hacer una pequeña sesión fotográfica al niño de un viejo amigo para su primer añito. Amaba los niños y más aun sacarle fotos, eran tan adorables que en una sola imagen expresaban miles de cosas, aun así había terminado agotado.

Estaba editando las fotografías del día en su laptop, reprimiéndose la ganas de revisar su correo, ya ni siquiera tenía esperanzas de recibir alguna oferta de trabajo asique simplemente lo dejo pasar yéndose a dormir cerca de las dos de la mañana.

tours de vie - tronnorWhere stories live. Discover now