EPISODIO 32

21 0 2
                                    

Caminé con la pequeña niña tomada de mi brazo derecho varios minutos, en mi otra mano llevaba el botequin de antídotos, Katy ya me había contado todo lo qué había ocurrido, el cómo la niña del espinazo había matado a varías de sus amigas, y también me había contado el cómo había conocido a mi hija Helen.

Entramos a la sección de oncologia en busca de Helen, pero allí nos encontramos con algo horroroso, era la niña del espinazo, tenía un vestido blanco pero lleno de manchas de sangre, su espinazo era enorme, tenía un largo cabello negro que no dejaba visualizar su rostro ,Ella iba descalza, y su piel llena de polvo era blanca.

Katy se escondió detrás de mí.

Yo le apunté con la linterna a está horrorosa criatura, ella gritó llena de dolor y se alejó un poco de mí.

Un grito hizo qué dejará de iluminarla.

-Basta ya, Thomas. - Era Nina, un poco enojada, con su respiración entre cortada.

-Nina, ¡Estás bien! - Dije frunciendo una gran sonrisa.

-Lo estoy, y me alegra qué tú también lo estés, pero Thomas, debes parar, déjala en paz.

-¿Quieres qué deje en paz a está niña de espinazo enorme? - Pregunté con sarcasmo, ¿era posible qué Nina estuviese defendiendola?

-Esa "Niña de espinazo enorme" es mi hermana, Thomas, es Rebecca, lo he leído en éstos informes de laboratorio. - Ella levantó los informes, dejó caer una lágrima. - Debes ayudarme a curarla, Thomas.

-Nina, lo lamento, yo no sabía qué ella era tu hermana. - Dije avergonzado

-¿Esos son los antídotos contra la epidemia? - Dijo Nina mirando mí botiquín. - Debes ayudarme, Thomas, por favor.

La niña del espinazo comenzaba a acercarse con lentitud.

-Lo difícil, será inyectarle la cura. - Dije sacando una de las jeringas y preparándome.

-No, Señor. - Dijo la pequeña. - Debe matarla, cómo ella hizo con mis amigas.

-¡No, Thomas! - Nina se acercó a mi.

De repente la niña del espinazo se vino hacia nosotros, Katy corrió horrorizada.
La niña del espinazo uso su larga cola para atacar a Nina. Impactandola en el estómago y tirandola contra una pared, ella gimió de dolor.

Luego corrí a inyectarle la cura, pero ésta también me golpeó con su cola tirandome a unos metros de distancia, la jeringa se quebró y la cura se regó en el suelo.

La niña del espinazo corrió a mí, apuntándome con su espina al final de su cola.

-¡Nina, debes ayudarme a distraerla! - Grite, ella asintió con su cabeza.

-Hey, ven hasta acá. - le gritó Nina, agitando sus brazos, ya de pié contra una pared.

La niña del espinazo se dio media vuelta y corrió hacia ella, yo la seguí sacando otra jeringa del botiquín.

Nina grito asustada, ella iba a enterrarle su espina en el cuello.

-¡Rebecca, no lo hagas! - Dijo cerrando sus ojos. Ella se detuvo.

Comenze a caminar con lentitud para qué no se diera cuenta de que trataba de enterrarle una jeringa.

-Soy yo, Nina, tú hermana mayor ¿Me recuerdas? - Dijo con una voz dulce.

Logré enterrarle el antídoto a Rebecca, está hecho un gritó llenó de dolor, su espinazo cayó cómo los trozos de un cáscaron. 《Más bien, cómo ceniza qué se iba volando con el viento.》
Rebecca cayó al piso desmayada, ya con su aspecto normal, pero con una piel sucia, y llena de sangre.

Nina corrió hacía ella, le quitó el pelo qué ocultaba su rostro y le susurró dulcemente:

-Rebecca, ¿Estás bien?

-¿Hermana? - Preguntó la niña débilmente. Ella tenia unos bellos ojos negros, y una dulce voz.

Nina soltó una lágrima.

-Si, soy yo. - La abrazo con fuerza.

-¿Qué pasó? No recuerdo nada, sólo recuerdo el miedo que tenia, ahora que te tengo acá, estoy mejor.

Nina se paró, y me agradeció con un beso en la mejilla.

-Gracias, Thomas. - me sonrió.

-No es nada, Nina. - Respondí devolviendole una sonrisa.

-¿Y la pequeña? - Preguntó Nina.

-¿Katy?... No se a dónde podría haber ido... - Miré hacía atrás, y la vi tirada en un rincón, ella parecía estar muerta.

Darkest Fear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora