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Cuando entro, se dio cuenta de que era más grande de lo que parecía, tenía tres puffs, varias repisas, juguetes de varias edades desde juguetes de niños de tres años hasta los quince y esos eran videojuegos portátiles, Jobanka tocaba cada cosa con extremo cuidado como si fueran a quebrarse, vio algo que le llamó la atención, era una caja de madera del veinte centímetros de ancho, treinta de largo y ocho de alto, no tenía candado solo un seguro de dos movimientos, estaba por abrirla cuando...

—Ven, te enseñaré algo.

Jobanka apartó la mano y la vista para dirigirse a la escalera que recién había subido Peter.

Subió una escalera de veinte vallas de madera y se topó con una silla mecedora igual a la que está abajo y es ahí cuando se dio cuenta de que el árbol era inmenso, tenía muchas ramas gruesas, en una de ellas es de donde colgaba la silla mecedora en la que ahora estaba sentado Peter.

Se sentó enseguida de él, esta silla mecedora no era igual a la que estaba abajo era más pequeña y solo los separaba diez dedos de distancia, cuando termino de sentarse vio para enfrente no había hojas y se podía ver toda la ciudad.

—¡Wow! ¡Es bellísimo!

—Deberías de verlo en las noches.

—¿Te gusta?

—Mucho—dice sin despegar la vista de la ciudad.

Peter se sorprendió cuando Jobanka se recargara en su hombro y piensa.

"¿Qué le pasa?"

"No te hagas si bien que te gustan sus gestos"

"Eso es mentira"

"Solo lo dices por qué se parece a Carolina"

"Es mentira y te lo voy a demostrar"

Jobanka observa que Peter se ve incómodo y algo molesto.

—Lo lamento no quería incomodarte, creo que mejor me voy.

Peter reacciono ya que Jobanka estaba entrado a la casa

"¿Ves? Te tardaste tanto que hasta ella se dio cuenta y se tuvo que disculpar"

"¿Pero cómo sabes que lo estaba pensando?"

"duh, soy tu conciencia estoy a cargo de todo lo que piensas y según tu Jobanka es la distraída y torpe"

"Y sigo diciéndolo"

"Terminaras amándola"

"Eso ni muerto"

"Como tu digas"

Dentro de la casa Jobanka sentía algo extraño.

"¿Qué puedo hacer?... me siento rara"

"Hornear, eso siempre nos sirve"

"Cierto"

Sin más se dispuso a ir a la cocina y saco todo lo necesario

—Harina, chocolate, leche, mantequilla, queso crema y chispas de chocolate, mmm...creo que are coyotas de chocolate, ya esta serán coyotas— se dice a ella misma

Después de veinte minutos entró Peter, de inmediato detectó el olor de postres y se dirigió a la cocina, vio que Jobanka estaba batiendo un tazón después lo dejo para revolver otro después de eso se fue a vaciar otro diferente a un molde así hasta que tres de las cuatro masas se estaban en moldes para pastel y el sobrante estaba vaciándose en algo extraño parecía que embarraba chocolate en una tortilla así que entro.

—¿Qué haces?

—Sé que me consideras rara y me consideraras más después de que te diga esto.

—¿Qué es?—preguntó con curiosidad.

LA CUIDADORADonde viven las historias. Descúbrelo ahora