Cementerio Club [#1] ✔️

Capítulo 22: Christian Spark.

•Two Feet - Pink Reprise.

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—A ver, repíteme el plan así me queda claro —la voz de mi hermano resuena a mis espaldas mientras termino de aplicarme un labial.

—Antes de la hora de la cena, iré hacia la cocina y colocaré veneno para ratas en los tres platos, pero el que se llevará la mayor parte será Christian —repito por enésima vez con cansancio— Luego tiraré el frasco allí y, como usaré guantes de látex, no sospecharán de mí.

—¿Y esperas que me quede tranquilo siendo consciente de que comerás algo envenenado?

Dejo el maquillaje a un lado, ya terminando con lo mío, y me giro a verlo con mi mejor cara pacífica.

—No pasará nada malo, sé exactamente lo que voy a hacer.

—Espero que así sea.

El contenido de la última carta que envió mi acosadora no me hizo ninguna gracia, debía hacer dos cosas muy importantes casi al mismo tiempo y no tenía alternativa, a no ser que quiera ver a Alex recostado sobre un cajón.
Hoy mataré a Christian Spark, el mejor amigo de Evan desde el jardín de infantes; y hoy también sería mi última noche al lado de ambos hombres. Las reglas eran claras: alejarme de Evan y matar a Christian en su presencia, claro que estamos hablando en una forma discreta.

Tenía toda la información necesaria, el lugar en el que iba a suceder, las personas que asistirían, el menú, todo al alcance de mis manos.
Y no había motivo alguno para hacer todo esto, jamás lo hay, debo mantenerme firme a las decisiones que toman por mí y he asumido que quejarme o hacer algún tipo de rebelión empeora las cosas. Por eso no dude en enviarle un mensaje a Evan para decirle que me ausentaría por unas semanas debido a problemas con mi madre; un falso vuelo de avión hacia ninguna parte es lo que necesité para sacarlo de mi vida de una patada. Y no se lo ha tomado de la mejor manera, en cambio, insistió en acompañarme al aeropuerto y todo, pero no puedo darme ese lujo, aunque sí tuve que aceptar su invitación a la cena de cumpleaños de su mejor amigo.

Todo parecía sencillo, entrar como invitada a aquel hotel lujoso repleto de gente, reencontrarme con Christian y cumplir con lo que me han encargado. Pero todo mi deseo de venganza se ve nublado por el dolor; no podré disfrutar correctamente de una última vez a solas con Evan y es probable que en nuestro próximo encuentro uno de los dos termine muerto, y esa no seré yo.

—¿Cómo llevas lo de Evan? —pregunta mientras me ayuda a colocarme el abrigo y abre la puerta.

—Como puedo, si lo pienso demasiado terminaré mandándolo todo a la mierda y no es la idea —respondo ya en el exterior y camino hacia el auto—. Quédate atento a tu móvil, si algo raro pasa, te llamaré.

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El Hotel Ändra había sido completamente desalojado por pedido exclusivo de Spark, jamás solían ocurrir este tipo de cosas, pero tampoco se le puede decir que no al hijo de un ministro de economía.
Al bajar del vehículo nos encontramos con una perfecta alfombra roja desplegada en el piso esperando por nosotros y, para mi suerte, esta vez no se veían fotógrafos acechando por ningún lado, tan solo dos hombres de seguridad plantados en la puerta principal a la espera de que mi acompañante muestre su invitación. Y una vez dentro puedo decir que casi me desmayo al ver tantos lujos, aún sigo sorprendida ante la idea de tener un hotel de diez pisos para las quinientas personas que forman parte de la lista del cumpleañero. Evan lleva la misma expresión en el rostro mientras avanzamos tomados de la mano.