Yoongi nunca había conocido a una persona de sentimientos tan frágiles como Jimin.
Pero al mismo tiempo tan fuerte.
➳ Basado en sentimientos reales, quizás de vez en cuando un poco exagerados.
//editando.
Yoongi caminaba tranquilamente por los ahora vacíos pasillos de su universidad, sólo se escuchaba el eco que hacían sus pies al dar una leve presión sobre el suelo que soltaba pequeños crujidos que cuando había más gente eran totalmente insonoros, le agradaba esa tranquilidad. Casi lo hacía olvidarse de lo que acontecía a su alrededor y que lo estresaba, era relajante.
Suspiró entrando a su salón para buscar algo que se le había quedado y que era crucial para un trabajo que tenía que empezar a hacer lo antes posible, odiaba todo lo que respectaba a educación pero si no quería ser un vagabundo no tenía más opción. Era algo que había aceptado desde hace años atrás y prefería dejarse llevar que ser un inadaptado por la sociedad donde vivía.
Su vista se fijó en un cuaderno que había sobre uno de los pupitres del gran salón, era un cuaderno con bastantes decoraciones en la tapa y que tenía escrito lo que parecían unas iniciales de una palabra que desconocía junto a las iniciales de lo que parecía ser el propietario. Inmediatamente llamó su atención, pues los estudiantes de aquel nivel no solían concentrarse mucho en el aspecto físico de sus útiles, o si quiera el de ellos mismos.
PAS PJM
Qué curioso.
Miró a los alrededores y una vez que comprobó que no había nadie se acercó y abrió el cuaderno lentamente, sólo tenía un poco de curiosidad. No le hacía daño a nadie rebuscando qué ocurría con ese llamativo objeto que había atrapado su visión.
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