Capitulo 61

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Mi celular sonó hasta lograr despertarme, me removí en la cama ignorándolo y planee seguir durmiendo. Pero volvieron a llamar, una y otra vez.

— Rosie atiende esa cosa por el amor de Dios —. Farfulló Jacob molesto.

Reí un poco y al estirar mi brazo fuera de la cama tome el celular.

Llamada telefónica.

Hola.

— ¡Rosie! ¡Al fin te dignas en responder! — Escuche exclamar indignada a mi madre desde el otro lado de la línea.

Mamá son las 6am.

¡Tu hermana está por tener a tu sobrino!

¿Que?

Ante la última frase de mi madre, salí de un salto de la cama y comenze a buscar mi ropa por el cuarto para poder comenzar a vestirme ante la incrédula mirada del muchacho que aún continuaba recostado.

Estamos en camino al hospital donde tú trabajas, ven cuanto antes.

En menos de quince minutos estaré allí.

Fin de la llamada telefónica.

— ¡Jacob mueve te!

El muchacho me miró desconcertado, pero sin contra decirme salio de la cama y se comenzó a vestir al igual que yo.

Cuando finalmente ambos estábamos dentro del auto los nervios comenzaron a brotar me más intensamente.

— Ve al hospital donde trabajo —. Le ordene a Jacob.

— ¿Es una emergencia?

— ¡Jacob mi hermana está por tener a su bebé!

El me miró sorprendido y luego solo se limitó a conducir veloz desde su casa al hospital.

Cuando llegamos mis compañeras y compañeros de trabajo ya estaban informados de que llegaría, por lo tanto sin que me hagan ningún tipo de pregunta sólo avance junto con Jacob a una sala de espera cercana a las salas de parto.

— Rosie —. Atino a decir mi madre al verme.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y sus uñas casi eran inexistente ya que las había mordido en exceso

— Mamá —. Dije casi en un suspiro y corrí hacia ella para poder abrazarla lo más fuerte posible —. Oh estoy tan emocionada, ya quiero tener a ese pequeño entre mis brazos.

Por que sí. En las ecografías se veía claramente que era un niño.

— Estamos las dos iguales.

Nos separamos y sonreímos.

Jacob y yo nos sentamos uno al lado del otro para esperar junto a mis padres la llegada del pequeño y nuevo integrante de la familia. Poco a poco la sala se llenaba de más y más gente, primos, tíos y abuelos de ambas familias tomaban lugar.

— ¿Cuanto crees que falte? —. Le pregunté impaciente a mi madre.

— No tengo ni la menor idea.

Sus pies se movían constantemente y la comprendía. No todos los días se es abuela.

— ¿Como se llamará?

La voz de Jacob era tenue, el pobre moría de sueño y no podía ocultarlo.

— Es una sorpresa, aún no lo sé —. Explique.

¿Y si busco un amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora