No te pares frente a mi como si pudiera alcanzarte.

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El reloj marcaba las diez de la noche, la mayoría de los oficiales habían terminado su jornada laboral, salvo unos cuantos que se dedicaron a hacer horas extra, que su turno recién comenzaba, o simplemente les quedaban papeles por llenar, entre ellos, el dúo dinámico de DPZ.
Hastiados en una pequeña oficina en el -1, sólo ellos y quienes tendían a pasearse por aquellos pasillos de vez en cuando, pero sólos al fin y al cabo.
La corbata de Nick estaba aflojada y sus mangas arremangadas arriba de los codos. Estaba exhausto, quería terminar lo antes posible su labor para irse a casa.
Judy por su lado se veía bastante bien, su trabajo difícilmente la agobiaba, y con lo concentrada que estaba no le costaría terminar.
-¡Ahh! Estoy tan estresado, Necesito relajarme. - Se estiró lo más que pudo hacia atrás con sus brazos en alto, casi chocando a su compañera sentada detrás de él.
-¿Te hace falta una novia, zorro? - Preguntó divertida sin dejar de centrarse en su trabajo.
- Nah, una novia es complicado, no tengo tiempo para esas cosas. - Hizo una pausa esperando una respuesta que no llegó. - Pero quizá una zorrita para una noche sea suficiente.

Judy rió bajo sin prestarle mayor atención a la charla, no se despegaba de su labor.
-¿Que hay de ti, Zanahorias? ¿Te hace falta un conejo? - casi encima de su amiga mostraba insistencia en el tema.
- Deberías volver al trabajo. Y no, mi trabajo me tiene lo suficientemente ocupada, no necesito nada más.
- Oh vamos, ¿No te gustaría "desestresarte"?
- No, nick. - Mantuvo firmeza ante su punto de vista.- Siempre he pensado que ese tipo de cosas se hacen... Ya sabes, con alguien especial. No lo haría con nadie por algo pasajero.
- ¿Yo soy especial para ti?

Judy alzó sus orejas más de la cuenta sin entender la pregunta. ¿Se refería a lo que ella estaba pensando? ¿Acaso estaba en celo que se encontraba tan desesperado? Si bien desde hace un tiempo atrás llegan a su mente extraños deseos y sentimientos que involucran a su compañero, pero jamás pensó que una señal de que no estaba lejos de la realidad se presentaría de esta forma.
- Eres mi mejor amigo, Nick.
- ¡Exacto! Somos amigos, Zanahorias. Las cosas no cambiarían entre nosotros. - Sonrió de manera coqueta a la vez que pasaba sus manos por los costados de los brazos de su amiga. - ¿Qué dices? ¿Nos desestrezamos juntos?

Eso habría estado bien para dos amigos con confianza de sobra, pero entonces, ¿Porque no estaba bien?
Ah claro, esa ley aplicaba cuando ninguno de los dos se lo tomaba en serio, completamente contrario a como se sentía Judy en esos momentos.
Una de sus locas fantasías se estaba por cumplir, y ella no sabía como reaccionar, incluso comenzaba a dudar si estaba despierta.
Una batalla interna no la dejaba pensar. ¿Era esto lo que quería? Si bien estaba enamorada del zorro a sus espaldas, jamás se entregaría de esa forma y bajo esta circunstancia.
Sin embargo, una oportunidad como esta no llegaba cada día, y solo necesitaba dos dedos al frente para entenderlo, sumando a eso que sus ideales no se oponían a esto, pues Nick era una persona especial.
- Bien. - Terminó por decir, aún con la ligera esperanza de que solo de una broma se tratase.
Nick quitó sus patas lentamente de los brazos de la coneja, y se alejó.
Judy permaneció en su lugar inmóvil, atenta al sonido de Nick caminar hacia la puerta y luego el de ésta cerrarse con seguro.
Judy volteó curiosa y vio a su amigo dejando la puerta y volver a acercarse a paso firme y decidido. Su mirada denotaba deseo y el mover de su cola impaciencia.
-¿¡Aquí, ahora!?
- ¿Por qué no?
- E-estamos en el trabajo, alguien puede ver o escuchar o...
La peligris jadeo asustada, se sintió al asecho de un feroz depredador. Incapaz de reaccionar solo atinó a huir con su silla hacía atrás, aunque no llego muy lejos pues el escritorio marcó su límite.
- Tranquila, pelusa. Nadie lo notará.
Nick llegó hasta ella invadiendo su espacio personal, mirándola sin bajar su sonrisa.
La besó sin esperar más, como habiendo despertado su impaciencia.
Nick la tomó de la cintura y la acomodó sobre el escritorio para hacer mas fácil la cosa.
Acarició los brazos y piernas de la dulce coneja, era un cuerpo muy pequeño y frágil que reaccionaba con cada contacto.
Judy no sabía como debía actuar, no sabía como corresponder. Ni siquiera sabía si se arrepentiría de esto mas tarde.
Como pudo se dejó llevar, degustando con cierta torpeza cada beso y caricia que el depredador le brindaba.
Nick no pasó por alto el retraimiento con el que actuaba su compañera, y aunque no le molestaba (pues se le hacia adorable) no pudo evitar preguntar.
- ¿Que pasa, Zanahorias? No seas tímida. - Habló coqueto, dejando leves mordidas por su cuello.
- No es... Yo... - Se cortaba por la vergonzosa situación. Estaba totalmente acorralada por el zorro, le costaba pensar y hablar con claridad.
- Relajate, Actúas como si fuera tu primera... - Calló, Entonces lo pensó mejor. Detuvo todo su cuerpo al darse cuenta de que estaba apunto de arrebatarle algo valioso a su amiga. Jamás se le habría ocurrido sencillamente por la edad que tenía, pero su actitud, su familia, sus principios, y sobre todo porque toda su vida la dedico a llegar a donde esta, se le hizo bastante obvio.

Por Primera Vez [Nicudy]Where stories live. Discover now