Por Primera Vez [Nicudy]

Ansío conquistarte

Como era de un día libre habitual, Nick no se levantó de su cama hasta la tarde, sentía que debía aprovechar su descanso, y además ahorrar energías para esa noche. 
Pensar que había planeado esto nada más ayer después de meter la pata, pero ahora debía salir todo perfecto.
Si bien su plan A falló por su insensibilidad de zorro, este era su nuevo plan A, no podía echarlo a perder.
Se levantó con suma lentitud como aún durmiendo y se fue a la ducha para despabilar.
Contemplo su alborotado pelaje frente al espejo, humedeció su pata y se peinó sonriendo para si mismo antes de entrar a la ducha.
— Hoy es tu noche, Wilde.

...

«Toc toc»
— ¿Quién es?
— El único e inigualable.
Judy rió, pero su sonrisa se borró de su rostro al ver que aún no estaba lista.
— ¡Dame un minuto!
— Te dije que fueras puntual. – Susurró el zorro a través de la puerta.– Conejos...
Nick se apoyó en la pared del pasillo a esperar a la coneja. En cuanto oyó el rechinido de la puerta abrirse levanto la vista, su rostro cambió a uno que a kilómetros se podría saber estaba perdido en aquella figura frente a él.
Totalmente embobado sintió que pudo haberse quedado mirándola por el resto de la noche, si no fuera porque debía seguir su panorama.
— Wuoh, te ves bien, Zanahorias.– Halagó en su tono habitual.
— ¿Te gusta? No tenia nada formal, así que use un vestido playero y lo adorne con este collar.
Nick no podía quitarle la mirada de encima, no solo por su corto vestido, si no por lo linda que se veía hablando con tanto entusiasmo. Simplemente lo llenaba.
— ¿Nos vamos? – Si fuera por él, le habría extendido el brazo, pero por no incomodarla solo bastó con un gesto de pata para que comenzaran a caminar para salir del departamento.

—¿Iremos en la patrulla? Nick, ¿La sacaste a escondidas?
— ¡Claro que no! Zanahorias, ¿Me ves haciendo esas cosas? – Hizo ojitos de cachorro ofendido a su acompañante, pero esta prefirió ahorrarse la respuesta. – Tranquila, Haré horas extra el resto de la semana...

El viaje emanaba calidez y comodidad acompañado de buena música (Mayoritariamente Gazelle a petición de Judy). Plaza Sahara era su destino.
Judy miraba maravillada hacia afuera, contemplando cada detalle de la hermosa ciudad como si fuese la primera vez, nunca dejaba de sorprenderla, y esa expresión que hacia le brillara todo el rostro, a Nick le encantaba. Si pudiese darle un recorrido por toda la ciudad para verla entusiasmada por cada detalle de ésta, lo haría.
Paró el auto frente a un lujoso restaurante cerca de la playa. Judy no pudo contener el asombro, supuso que Nick jamas había ganado tanto dinero antes y que ésta era su oportunidad para derrocharlo.
Bajó del auto sin dejar de mirar la majestuosa estructura y lo mucho que resaltaba de su alrededor.
— Si que te luciste, Nick...
— Solo lo mejor para ti, Pelusa. – Aludió sacudiendo el pelaje de la cabeza de su acompañante.
Entraron por la llamativa puerta al espacioso lugar con vista al desierto, y un poco mas lejos, la playa. Las mesas estaban bien decoradas por un rojo mantel y las lamparas bien colocadas en lo mas alto iluminaban tenuemente el lugar.
Se sentaron uno frente al otro hablando como los mejores amigos que eran, ya sea sobre la bonita vista que se veía frente al ventanal, sobre los animales con características peculiares, o sobre los extraños gustos del otro luego de pedir la cena.
— ¿Y bien? ¿Te diviertes?
— Claro que si, me divierto donde sea mientras este contigo. ¡Luego vayamos a la playa! Hace mucho que no voy...
— No trajimos bañadores.
— Esta bien, solo quiero estar cerca. – Apoyo su cabeza en su mano, y volteo al ventanal contemplando la bella vista – No entiendo como dices que tener novia es complicado, después de todo esto que haces...

— Vaya, si es por eso no me importaría tenerte de novia.

A pesar de que Nick reía denotaba firmeza en sus palabras, y aún así, Judy no podía creerlas. Abrió sus ojos con sorpresa y deseando "Por favor, hazme tu novia"
Pero sabía que tales anhelos no se harían realidad.
Optó por reír, aceptando que Nick no cambiaría su tipo de bromas jamás.
Lo que no sabía ella es que Nick jamás había hablado tan en serio.