Apariencias 《Jikook-Lemon》

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 ■■: JK: -Se despierta con un estruendo procedente del piso bajo. Se levanta a toda prisa, o eso intenta. Una punzada de dolor azota su cabeza por lo que se queda sentado un momento en su cama. ¿Por qué no podía ser él una de esas personas que se olvidan de todo cuando beben? Se levanta lentamente y baja las escaleras. Entra en la cocina y ve varias cosas tiradas en el suelo.

MK: lo siento hijo, ¿te he despertado? -Jungkook asiente-. ¿Desayunas conmigo? -para su sorpresa, Jungkook asiente de nuevo. La mujer sonríe y se acerca a su hijo para darle un abrazo, pero antes de llegar si quiera a tocarlo, retrocede-. Vale, será mejor que primero te des una o dos duchas mientras yo preparo el desayuno, y luego desayunamos.

JK: -asiente de nuevo y se da la ducha caliente que necesitaba, a pesar de que no surte el efecto que él deseaba. Sus hombros siguen tensos y su espalda parece que lo va a partir en dos en cualquier momento-. Oye mamá, ¿qué me puedo tomar para la resaca? -pregunta mientras se sienta. Su madre le da una pastilla, que Jungkook mira con asco, y un vaso de agua. Tras tomársela comienzan a desayunar tranquilamente, sin mediar una sola palabra.

MK: no deberías beber hasta esos extremos...

JK: lo sé -se limita a responder.

MK: ¿has bebido por algún motivo en especial?

JK: -niega con la cabeza- solo quería divertirme -y con eso, termina la conversación. La sala vuelve a sumergirse en pleno silencio-. Oye, estuve pensando en ir a ver a papá -su madre lo mira, completamente sorprendida-, quiero decir, me vendría bien descansar un poco de esto, parece que aún no termino de acostumbrarme, y... eh... bueno, había pensado en ir de visita, solo un par de días... pero... hay clases y... no sé... ¿te importa que...?

MK: no pasa nada si faltas un dia o dos a clase, ¿podrás recuperarlos, no? -Jungkook asiente y ella sonríe-. Me alegro de que hayas decidido ir a verle, bueno, hace tiempo desde la última vez que lo visitaste y seguro que a él le gusta verte... -Jungkook asiente-. Si decides quedarte a vivir allí... lo entenderé -se levanta y recoge sus cosas.

JK: ¿por qué estás empeñada en que me vaya a vivir allí? -su madre se encoge. Coge el móvil y busca algo-.

MK: sale un tren dentro de media hora, si arreglas lo que te quieras llevar rápido puedes alcanzarlo.

JK: mamá... -dice con tono de advertencia. Suspira y se da por vencido-. Voy a seguir viviendo aquí -observa el rostro de su madre, que sonríe entristecida.

MK: no tienes que quedarte conmigo porque te sientes en el deber de cuidarme.

JK: -eso lo pilla totalmente por sorpresa. Su madre llevaba un par de días actuando extraño, como si recién se diese cuenta de que estaba haciendo algo mal. Se acerca a ella, algo apenado, y la abraza-. Cuando te den otro día libre vamos al parque de atracciones o a donde tú quieras -su madre corresponde el abrazo, con la cabeza enterrada en su pecho, y Jungkook puede notar como un par de lágrimas traspasan su camiseta-. Tengo que irme ya para no perder el tren. Te avisaré cuando llegué al destino -se separa de ella y sube a su habitación para preparar una pequeña maleta. Antes de irse, se detiene y besa la mejilla de su madre. ¿Realmente estaban cambiando las cosas?

 JK: -Cuando el tren llega a su destino, saca el móvil y manda un mensaje a su madre, tal y como prometió. El camino es extenso, más del que recordaba, pero le sirve para rememorar las de veces que jugó por esas calles estrechas y no tan estrechas, cuando aún no se habían dado las circunstancias erróneas, cuando aún podía pensar solo en jugar día y noche. De camino a la casa de su padre, se encuentra con la casa de Mark. Aún recuerda la última vez que tocó su timbre llorando porque se mudaba, o cuando Mark escapaba y se iba a donde él, ya estuviese en casa de su madre o padre. Suspira. ¿Por qué Mark se volvió así?, su vida no era la más bella, pero una cosa era esa y otra que acabase malviviendo. El timbre suena bajo su dedo índice, y su padre le abre la puerta con una sonrisa.