The Guy Behind The Mask ↝Oh Sehun exo

tres

tres ¦ olor

—Acérquense, les estábamos esperando —dijo el director mirándonos con cara de pocos amigos.

Las dos chicas de antes observaban cómo entrábamos en la sala y nos colocábamos a su lado. Por otro lado, los chicos no se giraron en ningún momento.

—A la escuela le viene genial que hayan decidido hacer problemas el primer día —sonreía de forma aterradora —No dió tiempo a limpiar todo el edificio y, adivinen quién ayudará ahora con esa labor.

—¿Las mujeres de la limpieza? —bromeó el chico alto haciendo reír a su grupo de amigos.

—Muy gracioso Park. No, limpiareis vosotros y me aseguraré de que te toque limpiar a tí más que a nadie.

La sonrisa desapareció de los labios del gigante y todos sus amigos cambiaron sus caras a una expresión de miedo. Todos menos Sehun. Él carcajeó.

—Vaya señorito Oh, parece ser que le causa mucha risa. Usted también recibirá más trabajo.

Todos callaron.

—Bien, ¿Alguien va a dignarse a explicarme qué pasó o tengo que contratar al FBI? —Lanzó una mirada a las dos chicas.

—Cuando llegamos empezaron a pelear y decidimos llamarle. No sabemos por qué.

—Gracias señorita Liu, al fin alguien que tiene agallas.

—Claro... —susurró ésta con resentimiento.

—Señorito Kim, ¿por qué peleaban?

Tae apartó la mirada hacia un lado, dejando claro que no iba a contestar y sacando un suspiro del director.

—¿Sehun? —dijo de mala gana y esperando que él explicara qué pasó.

—Vaya, ¿yo no soy un "señorito"? —sonrió con cinismo.

—No molestes ahora, vas a contarlo ¿si o no?—-masajeaba su sien.

—No.

—Bien, entonces están todos castigados —Todos los alumnos se quejaron.

"Esto es injusto" "No tiene nada que ver con nosostros" "Yo ni siquiera le toqué"

Las chicas, nosotros, Sehun y su amigo más bajo, creo que JungMyeon quedamos en silencio.

Cuando la habitación se calmó una de las chicas habló —Señor director, ¿qué tenemos nosotras que ver con ésto? —Se veía enfadada.

Obviamente, a nadie le gusta ser castigado por no hacer nada malo.

Su amiga por otro lado no dejaba de susurrarle que se calmara, "Luna quédate tranquila, no merece la pena".

—Tiene razón, perdón. Ustedes no quedan castigadas. Pueden irse.

Y sin más las dos chicas caminaron hacia la salida.

Ni yo ni HyeMin habíamos hecho nada, pero no quería dejar sólo a Tae con esos monstruos.

—Bien, señoritos Kim y Oh limpiaran juntos el sótano, a ver si se hacen amigos.

—Lo dudo —susurró Tae molesto.

—Y por si acaso, la señorita... —buscó mi apellido entre sus papeles —...Jung estará con ustedes.

¿Eh?

De repente todas las miradas estaban posadas en mí y cómo no. El director básicamente me había lanzado a una guerra.

Miré asustada al hombre mayor —No se preocupe, no pasará nada —sonrió.