VIII. Desde arriba

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« Me enseñaste qué es el amor en este severo mundo
Mi única persona, la que siempre me protegerá
No hay tristeza ni dolor si sólo estoy contigo. »

— Heaven


La espesa niebla se expandía en todas direcciones; era blanca en algunas partes y tintada de sombras grises en otras. Tal vez lloviera durante el resto de la mañana y las nubes desaparecieran por la tarde.

Una mujer se quedó de pie y las nubes la atravesaron. Llevaba un vestido blanco y sujetaba un sujetapapeles, al que golpeaba con impaciencia, mientras echaba rápidos vistazos a su reloj. Llegaba tarde. Su paciencia, ya de por sí corta, llegaba a su fin. Si no aparecía en pocos minutos, se...

— ¡Espera!— una voz distante rompió el silencio de aquella nublada mañana. Ella levantó la cabeza, buscándolo. Ahí. Un hombre alto, con cabello largo y de un color pelirrojo muy claro, vestido de blanco corría hacia ella, moviendo una mano, indicándole que se detuviera, como si pudiera sentir las ganas que tenía ella de marcharse. Ella miró la hora al acercarse él, completamente exhausto.

— Has conseguido llegar...

— ¡Menos mal!

— ... tarde— miró al sujetapapeles —¿Nombre?

El hombre se estiró y sonrió con inocencia.

— Jeonghan _______.

— Jeonghan _______— repitió ella, tomando el bolígrafo que tenía en la oreja y observando la hoja —Necesitas un pase de visitante para ir a...— se detuvo — Tu hermana pequeña se casa hoy. Felicidades.

— Oh, eh, gracias...

— Aún no está inscrita— la mujer abrió los ojos de par en par —Es impresionante para ser alguien tan joven.

Jeonghan pareció un poco cabizbajo.

— Está mucho mejor...— era verdad y se alegraba mucho. Hubo un tiempo en el que siempre vigilaba a _______, para evitar que muriera en uno de sus ataques, pero desde el día en el que conoció a su futuro marido, Jeonghan se había relajado.

— Será mejor que nos vayamos ya — dijo la mujer, enganchando el bolígrafo al sujetapapeles, que se evaporó y unió a la niebla que los rodeaba. Puso una mueca de aburrimiento —Te aconsejo que no te muevas demasiado. Mantén las manos y otras partes del cuerpo pegadas a él. Tal vez quieras contener la respiración, aunque no es necesario. El destino de hoy será la boda de Wonwoo Jeon y _______ _______. El tiempo límite será de dos horas— las nubes que los rodeaban empezaron a moverse con más fuerza y un fuerte viento les movió la ropa — Puedes ir por donde quieras, pero será mejor que te mantengas cerca de mí o no podrás volver a tiempo; y, créeme, no querrás rellenar todo el papeleo que habrá, si eso ocurre.

Jeonghan asintió, pareciendo algo aterrado.

— Por último, si por algún motivo pretendes ponerme las cosas más difíciles de lo que ya son, olvídalo o te mataré. Te lo prometo.

— ¡Pero si ya hemos...!

— Me llamo Sunye, por si tienes más preguntas— le señaló el lugar que los rodeaba —Ya hemos llegado.

Las nubes desaparecieron, dejando paso a una clara mañana. Había una iglesia, en medio de la bulliciosa ciudad. Jeonghan lo observó todo, con una mezcla de asombro y vergüenza. ¿Cómo podía alguien ser feliz, viviendo en un mundo tan sucio? El aire olía al humo que desprendían los coches, que pasaban a su lado. La acera estaba sucia, destrozada y llena de chicles pegados.

| m u s i n g s |  ♡ wonwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora