Capitulo 14

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Capítulo 14

Me levanté de la cama con cuidado, Malú se había dormido después de nuestra locura particular, sonreí al verla ahí, de nuevo, en mi cama. Me puse una camiseta larga, las zapatillas y salí de la habitación. Cogí un poco de agua, apoyé mis manos en la encimera y respiré. ¿Qué pasaría ahora? No tenía respuesta a ello, y creo que ella tampoco. Me giré y busqué con mis ojos mi última libreta, la cogí de la estantería, también un bolígrafo, la guitarra, lo llevé todo hasta el centro de la sala y me senté en el sofá mientras abría la libreta y colocaba la guitarra delante de mi cuerpo. Subí la cabeza y vi los zapatos tirados en el suelo junto la camiseta de Malú, sonreí.

-Ropa desordenada... (Susurré)

Bajé mi cuerpo y cogí la libreta, la coloqué a mi lado, y toqué algún acorde con la guitarra.

-Tranquilamente vienes por detrás abrazándome con fuerza. (lo dije sin pensar, y me gustó, lo escribí en la libreta, y volví a tocar otro acorde) No sé qué hacer, no te pido más que no me rompas mucho la cabeza.

Seguí escribiendo, y tocando acordes al azar, no quería que me rompiera la cabeza, aunque sin saberlo ya lo había hecho. Miré hacia la puerta de mi habitación, sonreí al ver los pies de Malú que seguía en la cama. Volví a tocar la guitarra.

-Dejo la puerta abierta por si quieres pasar... (Sonreí) no me digas que no entras, aquí me tienes, nadie me va a parar... mírame y tócame estoy dispuesta.

Lo escribí junto a lo demás, sonriendo. Estaba dispuesta a todo por ella.

-Sigues escribiendo...

Me sobresalté en el sofá, sonreí y me giré. Me quedé embobada. Llevaba el pelo suelto, despeinado, todo a un lado, vestida con las sábanas blancas de mi cama, increíble. Sonreía y los ojos le brillaban con ganas. Se rio al ver que no decía nada y solo la miraba, me quedé sin palabras, dio unos pasos y se sentó en el sillón que hay justo al lado de mi sofá. Y yo aún seguía observándola.

-Vane... Me vas a desgastar...

Sonreí cuando volví a oír su risa inocente y se sonrojaba.

-¿Puedo?

Señaló mi libreta, y asentí sin pensar. La cogí, la cerré y se la dejé en sus manos. Respiré nerviosa cuando la abrió.

-Eso... eso es lo que quería enseñarte...

Leía la primeta pagina de mi cuaderno, mientras con una de sus manos acariciaba la hoja. Sonreía, fruncía el ceño, y volvía a sonreír. Termino la primera canción, y pasó a la siguiente.

-'Y rompo fotos sin sentido por no poder estar contigo...'

La miré, esa canción, una de mis primeras noches en Madrid, Alba aun no vivia conmigo, estaba triste y sin ganas de nada. Me puse a ver fotos de nosotras, Malú, la universidad y yo. Me miró, y bajé la cabeza avergonzada.

-¿Lo has hecho? (Me preguntó, esperó unos segundos pero no contesté) ¿Has... Has roto nuestras fotos?

Volví a subir mi cabeza para encontrarme con sus ojos, ahora tristes, respiré.

-Era un barco a la deriva Malú... Apenas pude romper un par de ellas... Yo... No podía...
-Tranquila... (Bajó sus ojos otra vez a la libreta) Yo no puedo verlas...

Sonreí nostálgica, me levanté y me puse a su lado, en un borde del sillón, y cogí la libreta.

-¡Eh! ¡No he terminado!

Me reí cuando se quejó de que le quitase el cuaderno, busqué entre los folios y allí estaba, uno de mis textos más especiales. Le tendí de nuevo la libreta.

-Una vez me dijiste que tenia que quererme un poco... (Sonrió, y yo hice lo mismo) El día llegó cuando volvió Alba a mi vida. (Me reí) Unas semanas después compuse esta canción. Ella me devolvió un poquito de esa niña que fui...

Se concentró leyendo, mientras ella lo hacía me levanté y volví al sofa, cogí la guitarra y la hice sonar.

-De cualquier manera va pasando el tiempo, (me miró) la vida nos cambia y apenas sabemos, antes era todo y ahora ya no es nada, lo que era grande se vuelve pequeño. (Cerró la libreta, y escuchó atenta lo que estaba cantando) De alguna manera hago lo que quiero, aprendí a dejarme llevar porque siento...

Me hice mayor sin saberlo, y sin apenas darme cuenta, y aquí delante de ella mientras le canto a aquella niña que fui me doy cuenta que es con ella con quien quiero volver a sentir aquella chica que era y que ya no he vuelto ha ser.
Terminé de tocar, y nos quedamos mirando, carrespeé para tranquilizarme, saqué mi guitarra de encima y la dejé en el suelo, volví a levantar mi cabeza, me giré y Malú estaba a mi lado, le sonreí avergonzada, cogió mi cara con sus manos, se acercó mirandome los ojos y me besó. Después de unos segundos nos separamos quedandonos con nuestras frentes pegadas.

-Malú... (Susurré) ¿Y ahora qué?

Se separó y me miró a los ojos, ese brillo y su sonrisa desaparecieron. Iba a volver a besarla para que no contestara, ya habria tiempo de eso. Pero, la puerta se abrió mientras Alba y Madame entraban riendo e interrumpiendo el momento.

El pasado nos aguantaWhere stories live. Discover now