Personalities - Osomatsu-san

Choromatsu Matsuno

Como olvidar sus años de adolescencia, cuando no dejaba de cambiar su personalidad y forma de ser. Al fin y al cabo de eso creía que iba la adolescencia, cambios.

Todo iba bien en un principio, su meta era ayudar a Ichimatsu y a Karamatsu, los cuales necesitaban bastante ayuda, sobretodo el menor.

Pero notaba que algo iba mal. Ichimatsu cada vez estudiaba menos y Karamatsu se distanciaba, tal y como paso con Osomatsu y Todomatsu, nada funcionaba.

— Ichimatsu, ¿A dónde vas ahora? Debes estudiar.

— E-eso no importa...

— ¡Claro que importa! Me importas tú y tu vida, somos hermanos. Ya nada es lo mismo, antes nos contábamos todo.

Ichimatsu bajo su cabeza, ya estaban en primero de preparatoria y todo iba de mal en peor.

— Bueno, hay una chica...creo que tenemos algo especial —sonrió con timidez—. Mis amigos me apoyan y dicen que también le gusto —se sonrojaba mientras pensaba en ella.

Y en ese instante Choromatsu unió todas las piezas y encajaban a la perfección. Todas esas veces que escucho frases sueltas de los "amigos" de Ichi y esa otra chica de cabello negro y ojos azules, solo quería decirle todo a Ichi, pero no podía, lo arruinaría por completo. Así que decidió ir por las buenas.

— Ichimatsu-niisan, nada es lo que crees. Por favor escucha lo que te digo al menos esta vez, quédate aquí conmigo, estudiando. Todo saldrá bien, ¿Si?

— ¿Y tú qué sabes? No sabes nada —frunció el ceño.

— Créeme, se mucho más de lo que crees. Solo están jugando contigo, de lo contrario no diría esto, nada es lo que parece.

— ¡Cállate! Me voy, quieras o no —y así cerro de un portazo y se fue, su ultimo hermano, lo único que le quedaba.

Su cara de temor cambio a una de indiferencia.

"Ya nada importa, solo importo yo." Pensó. (...)

En las pruebas finales, las más importantes, el término con el mejor promedio de todos y sus hermanos, no lo sabía. No se había ni preocupado por preguntarles como solía hacerlo, no le importo, dejo de mirar a sus hermanos como solía hacerlo, los despreciaba. En especial a Ichimatsu.

— Onii-san re-reprobé el examen —soltó Ichi llorando.

— Me da igual, debo ir a mi salón.

Mientras caminaba por los pasillos, contenía la risa de haberlo engañado. A su vez, escucho otros llantos.

— Cho-Choromatsu-niisan ¡Ayúdame! —pedía con desesperación Jyushimatsu, mientras era golpeado.

Choromatsu solo lo miro de una forma fría y desalmada y pronuncio tres palabras.

— Arréglate tu solo.

Tiempo después se supo el triste final de sus hermanos Ichimatsu y Jyushimatsu. (Se sabrá en los próximos capítulos):

El mismo se arrepentiría y seria disculpado por sus hermanos, pero nunca se sabrá quien estaba en su cuerpo cuando le respondió a Jyushimatsu: —Arréglate tú solo.