Cuentos de terror cortos, tenebrosos, y bizarros

Cuento 7 "La feria del diablo"

Cada año, la gente salía a divertirse a la feria de la región, grandes y pequeños disfrutaban de las atracciones, un centenar de tiendas y todos los antojos que podían colocarse a lo largo de diez calles.

Regularmente era lo mismo año tras año, los organizadores no se molestaban si quiera en darle una mano de pintura a los juegos mecánicos, a veces se ofrecía algún producto o platillo de moda, pero los entretenimientos en general, no variaban desde hace mucho tiempo, así que fue toda una sorpresa encontrarse con "La casa de los payasos" allá en un rincón lejano, sin promoción alguna, sin avisos, solo estaba ahí, para algún curioso que se acercara a preguntar.

De inmediato aquello fue la sensación, quien entraba, salía gritando horriblemente, con una desesperación incontrolable, corrían como locos, parecían huir de algo espantoso, algunos incluso intentaron arrancarse la piel con sus propias manos, así que tuvo que intervenir la autoridad y cerrar tal atracción, aunque no la movieron de lugar, y el realidad los cordones amarillos alrededor no servían mucho para detener a los morbosos, que ahora con mayor razón se acercaban para formar parte de aquel suceso.

La casa de los payasos seguía funcionando con mayor éxito, ahora las personas pagaban cantidades extraordinarias por entrar a escondidas en ese lugar prohibido.

Los reportes de personas desaparecidas llegaron a cientos, pudieron ser miles, en tan solo dos días, a no ser porque se recibió una llamada a las oficinas del alcalde, los trabajadores de la feria avisaban que estaban varados a mitad de la nada, atrapados por una tormenta, incomunicados.

La policía de inmediato acudió al lugar de la fiesta, ya no había mobiliario, solo basura, la que queda después de una gran celebración, y entre las múltiples papeletas que se levantaban del suelo, una de ellas llegó hasta manos de un oficial. "Ha sido usted visitado por la feria del Diablo, contrataciones al ..... si quiere verdadera diversión".

Así, nació la leyenda de la feria del Diablo, que se presume ha estado presente en distintos lugares del mundo, también se rumorea que nunca nadie rebeló el numero para contactar aquella atracción, ya que era mejor para la humanidad, pero, la feria sigue ahí, ofreciendo más atracciones que la casa de los payasos, pero todas con el mismo fin, atrapar almas para llevarlas a tortura eterna al infierno.