Capítulo 10❄

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Noicel

Maldición.

Tenía que controlarme.

Pero ahora mismo estaba viendo el rosado coñito de Medow frente a mí.

Moría de ganas por probarlo.

Conteniendo el aliento separé sus labios con mis pulgares y pasé mi lengua por toda su crema.

Gruñí.

Maldición, era deliciosa.

-Bebé, estás muy mojada.-Susurré.

Medow soltó uno de sus exquisitos gemidos.

Abrí más sus muslos y besé cada uno.

Me iba a correr con sólo verla.

Comencé a comerme su delicioso y suave coño, lamí, mordí y chupé, pasé mi pulgar por su botón de nervios, haciendo círculos perezosos que hacían que se retorciera, sus dedos se enredaron en mi cabello mientras yo dejaba de lamer su coño, sonreí, metí un dedo dentro de ella, era apretada, tenía que tener cuidado, era obvio que le dolería, pero tenía que asegurarme de que ese dolor fuera mínimo.

Gimió.

Aplasté su clítoris con mi lengua, después comencé a girarla, lento, su olor me estaba volviendo loco, no quería correrme aún, pero sus sonidos, su olor, la fina capa de sudor que cubría su sedosa piel y su respiración agitada gracias a las cosas que hacía con su perfecto cuerpo, me estaban matando. Metí otro dedo y los separé, como si fueran una tijera, tenía que hacerme espacio de algún modo, mi erección dolía, quería estar desesperadamente dentro de ella, seguí haciendo el movimiento de tijera unas veces más.

-Nois...-Mi nombre se escuchaba casi de manera dolorosa en sus labios.

-Ya casi, eres deliciosa nena.-Besé sus labios internos.

Me sentía como un virgen hormonal de dieciséis años.

Lamí su clítoris y luego soplé arrancando un gritito de placer.

-¿Te gusta?.-Murmuré con mi voz completamente ronca.

No respondió, en su lugar arqueó su bonita espalda.

Una de mis manos apretó su lindo culo.

Mi bebé quería ser atendida.

Retiré mis dedos a la vez que ella gemía por la pérdida, arrastré mi pulgar por su canal y lo lubriqué con su deliciosa crema, pasé mi pulgar por su pezón, ella comenzó a arquear su espalda y supe que se iba a correr, presioné más duro su clítoris y metí rápidamente dos dedos dentro de ella mientras empezaba a tener su primer orgasmo, hice que durara todo lo que pude, metía y sacaba mis dedos rápidamente, hice lo mismo con mi lengua, lamí todo la dulce crema que encontré y di un último beso en su coño antes de levantar mi cabeza y observarla.

Sus ojos medios cerrados observaron mis labios.

-Están...húmedos.-Dijo.

Sonreí.

-Es tu culpa cariño, eres demasiado dulce.

Se sonrojó y miró hacia otro lado, metí un dedo en su hinchado coño y lo mojé, luego de sacarlo de su coñito lo pasé por sus labios, mojandolos, me miró sorprendida, volví a mojar mi dedo, esta vez lo dejé frente a sus labios.

Ella se quedó quieta.

-Prueba bebé.-Le dije.

Sacó su lengua para probar con la puntita, yo metí mi dedo dentro de su boca, quería que probara lo dulce que era. Pasó su lengua por mi dedo y luego lo succionó, esa boca húmeda y caliente me iba a volver más loco aún.

Luna del Lobo#2Where stories live. Discover now