Las crónicas de Narnia y el enigma del tiempo - [discontinued]

Las memorias

¡Hola!

(Perdón, debería obtener el título "miss disculpas")

Si, reconozco que no soy la persona más puntual; pero esta vez fue algo importante.

Cuando estaba escribiendo la historia de "Las crónicas de Narnia y el enigma del tiempo" me di cuenta de que lo que estaba escribiendo ya no estaba muy acorde a la historia.

Así que me di a la tarea de plantearme la historia correctamente, para que ustedes no se sorprendieran de algún giro raro e inesperado que no tuviera ni pies ni cabeza.

Por eso preferí entregarles una historia un poquito tarde, pero eso sí, bien planteada.

Dicho esto, les agradezco mucho su apoyo y los dejo revisar este nuevo capítulo.

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Llevaba una semana con la cabeza vendada después de que caí desde aquel árbol del invernadero. Caspian y yo habíamos sospechado lo mismo; que aquella "serpiente" era una trampa enviada por alguien fuera del castillo, él cual, me consideraba un obstáculo.

"¡No es posible que no me diera cuenta antes!"

Caspian se reprendió a sí mismo, le suplique que no lo hiciera, más bien la culpable habría sido yo por no haberme percatado por mi cuenta. Término jurandome que encontraríamos pronto al culpable, pero desde entonces, las cosas fuera de mi cuarto son imperceptibles para mí.

Por suerte, el golpe no ha sido demasiado grave; el dolor fue el que me hizo desmayarme y mis signos vitales son estables, pero me han pedido permanecer en observación hasta que termine la semana.

Esta mañana me levante temprano, deseosa de ver el aspecto nevado de los jardines reales, pero mi sorpresa fue encontrarme un regalo navideño que se había llegado adelantado; era un hermoso vestido de color verde esmeralda con mangas largas semi-transparentes pegadas al brazo y un encaje dorado al terminar la falda.

Acto seguido, me apresure en abrir la ventana de mi habitación, en efecto... todo incluyendo los árboles de la lejanía estaban cubiertos de blanco.

- Creí haberte dicho que el frío podría hacerte daño...-

- Perdóneme profesor- El profesor entro con unas telas en mano y las colocó sobre el escritorio.

- ¿Todo en orden? ¿No sientes ninguna molestia? -

-No, ninguna profesor-

-Quisiera disculparme contigo...- Quedé sorprendida ante tan repentina declaración. -En la última lección, salí tan repentinamente si explicarles nada-

-No se preocupe por eso- Me dio la espalda y tomó en sus manos las telas que había dejado antes.

-Mencionaste que encontraste esta espada.... ¿Aquí, en esta habitación?-

-Si profesor, la encontré en el baúl a los pies de la cama- Miró un instante el baúl y descubrió el objeto que traía envuelto... era la espada.

- ¿Mis sospechas son ciertas profesor?, ¿La espada le pertenece al rey Edmund o al rey Peter?

-No...- Respondió el.

-Esta espada... le perteneció a Caspian IV... padre de Caspian- Mis ojos no pudieron evitar abrirse.

-Pero... si es su espada, ¿por qué no la tiene Caspian?... por derecho le pertenece-

-Así es, le pertenece... pero la verdad me sorprendió mucho el hecho de que tú la encontrarás en un lugar tan visible. - Mencionó dándose paso al escritorio.