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  — ¡Por favor! no cierras los ojos, ¡anda! te comprar-e tu helado favorit-o, pero no cierres tu ojitos...por favor.  

Mis súplicas fueron en vano.


Una semana después.


  — Allyson...yo se que no estás en condiciones per-o debemos ir por la papelería al hospital y a mi se me hace tarde para el trabajo, ve por favor.— entra mi tia a mi habitación, sonrió con nostalgia.

  — Tu nunca tienes tiempo tía. — me mira de manera suplicante y suspiro— Esta bien, me bañare y ire, tu vete.

  — Adiós...pronto volvere. 


...

  Se recomienda escuchar la cancion desde aqui.

...


  — ¿Allyson? —escucho detrás de mí, mientras espero a la chica por la papelería de mi hermano.

La chica llega y me la entrega después de un "Lo siento", me giró dispuesta para irme y me topo con nada menos que con Ken. Avanzo rapidamente, no lo quiero ver, oír o pensar. Quiero alejarme de él.

  — ¡Espera!  — me tomó del brazo sin cuidado, lastimandome.

  — ¡Me lastimas idiota! — grito enojada— ¿Que diablos quieres?, ¿quieres tambien decirle al dueño de el hospital que estoy con su hijo para que me echen? porque, no te preocupes, ya me iba.

  — ¡Tengo razones!

 — Tus razones no me importan lo más mínimo.— grito frustrada, quiero gritarle... golpearle.— ¿quien te crees, eh?— me jalo el cabello sin saber que hacer— Tú me diste la idea de ir a tu trabajo y tu mismo haces que me despidan, ¡debes estar contento!, ¡es tu jodida culpa todo!

  — ¿De que hablas? solo es un maldito trabajo, no seas histérica. 

  — "Ese maldito trabajo", — hice comillas con los dedos— Iba a pagar los medicamentos de mi hermano, y los tratamientos...p-or tu culpa el... 

Cerré la boca inmediatamente, no quería recordarlo, quería que fuese mentira. No quiero que se enterara, no tenía que.

Me miró esperando a que dijera algo, pero solo me di media vuelta para irme. Rápidamente se puso enfrente de mí evitando que saliera.

  — ¿El que? no es para tanto... este es uno de los mejores hospitales, no le pudo pasar algo, si lo estas diciendo como excusa para no hablarm...—

El golpe en seco resonó en la entrada, mis ojos ya no aguantaba las lágrimas mientras lo miraba con enojo.

  — El murio. — y me fui sin decir más.


Cuanta falta me haces hermanito...

El Chico Del Autobús [#01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora