Maya me llevaba de la remera, forcejeando para que la siguiera hasta aquel lugar un poco alejado de los demás, aunque eso no quitaba el hecho de que ellos todavía podían vernos.
-Lucas-exclamó, la conocía, la conocía tan bien como para saber que no estaba feliz- tu elegiste a Riley.-me explico, como si me forzara a hacerlo.
-¿Como sabes?- pregunte, con enojo en mi voz, era poco, pero estaba.
-¿Que quieres decir?-pregunto confundida.
-¿Como sabes que la elegí a ella?
-No puedes elegirme a mi, Lucas- ella hablaba en serio, su tono serio y el claro hecho de que me había llamado "Lucas" lo demostraba.
-¿Por que no?- temí que hablara en serio.
Dudo y tartamudeo, pero al final lo dijo.
-No me gustas.- sus palabras, filosas como cuchillos, frías como hielo y duras como roca, me golpearon simulando ser una cachetada.
Mi boca llego a abrirse, por primera vez me sentía mal, me sentía triste, como si...me hubieran roto el corazón.
[ Maya ]
No era cierto, claro que no.
Pero era lo correcto.
Su destino era estar con Riley, estaba escrito.
Si, lo estaba haciendo de nuevo, sacrificaba mi felicidad por la de ella.
Parecía haberlo creído, sus ojos, ellos me mataban por dentro, me hacían querer besarle y decirle que lo amaba, pero no lo haría.
Porque no era lo correcto.
Estaba triste, el quizás mas que yo, podía verlo, esa mirada, era igual a la mía hace ya un tiempo, el tenía el corazón roto, yo se lo había roto.
-Ahora ve con ella y dile lo que sientes.- dije, fingiendo que los alentaba.
El asintió, todavía con esa mirada.
-Ten.- le dije.
Le extendí una caja, contenía un anillo muy lindo, que sabía que a Riley le encantaría.
El la agarro, me dio una mirada fría y se paro.
[ Lucas ]
Ella lo hacía otra vez, ella daba todo por Riley.
Me había roto el corazón, y lo peor es que ella creía que con eso yo llegaría a odiarla. Y quizás lo hice por un segundo, pero lo recordé y se me paso.
Recordé todo lo que me había hecho elegirla desde el principio, esa hermandad que solo ella poseía, el sacrificio de felicidad que tomaba por Riley.
Y lo haría, intentaría enamorarme de Riley, solo que si lo hacía, jamás lo hubiera hecho como me enamore de Maya.
Me dirigí hacia ella.
-Riley.
Me miro y sonrió.
-Te elijo a ti- aquella mentira me calcomia por dentro.
Ella sonrió ampliamente.
Le di la caja, ella sonrió aun mas,y al abrirla, sonrió todavía mas.
-¿Maya te lo dio?
Iba a negarlo, pero Riley tenia que saberlo.
-Ella me mando aquí.
Riley miro el anillo por unos segundos.
-Te elijo a ti también-hablo.
Sonreí, tratando de olvidar que la chica que verdaderamente amaba, ya no me amaba a mi.
