Harry es un estudiante que acaba de mudarse a un nuevo vecindario. La noche que termina de instalarse, mirando por la ventana de su cuarto, conoce a su vecino de enfrente; Louis, un chico de casi su misma edad al que no parece agrandarle en lo mas m...
Dedicado al romance más grande que vio la humanidad.
Harry apago el motor del auto y la música que sonaba en la radio se detuvo. Era una pena, pocas veces sonaba música de Los Beatles en la radio. Habia sido un viaje demasiado largo y la sensación de estar parado luego de haber permanecido sentado tantas horas era realmente reconfortante.
La tarde habia caído en el nuevo vecindario, el lugar en donde el rizado tendría que vivir de ahora en adelante. El camión de mudanza estaciono detrás de su auto con cuidado, los encargados de la mudanza bajaron de sus asientos y se apresuraron a mover todo dentro de la residencia antes de que la noche hiciera presencia.
El teléfono de Harry comenzó a sonar "So Kiss me" de aquella antigua banda de la cual nunca recordaba el nombre. Rapidamente saco su celular mientras tarareaba y contesto la llamada.
- ¿Quien habla? - Pregunto mientras observaba a los empleados cargar un enorme sillón color gris por la acera.
- Hola Harry, soy Liam. - Harry sonrió, hace rato que no escuchaba la voz de su mejor amigo y ciertamente ya lo extrañaba. - ¿Como va la mudanza? Niall esta preguntando por ti a cada segundo. - De fondo, la risa del rubio resonaba por el parlante.
- Si, ya estoy en casa. - Suspiro Harry mirando a su alrededor. Era un bonito vecindario familiar, pequeño y silencioso. - Estamos moviendo las cosas... Bueno, "están moviendo" mis cosas dentro de la nueva casa.
- Pobres hombres. - Respondió Liam riendo. - No quiero pensar que pueden encontrar entre tus pertenencias.
Harry se echo a reir, cerrando los ojos y llamando la atención de los empleados.
- Te paso con Niall, esta taladrándome la cabeza desde hace rato. - Un poco de interferencia se escucha en la llama y luego la característica voz de Niall aparece. - Hola Harold. ¿Entonces, llegaste con vida?
El rizado asentía chistoso, mientras miraba con atención como una de las luces de las casa de enfrente se encendía. - Si, llegue sano y salvo rubio. - Niall suspiro aliviado. - A veces pienso que te preocupas demasiado por mi.
Y es que así era, Niall, como hermano menor de Harry no podía dejar de preocuparse por el, por mas molesto que haya sido mientras vivían juntos, lo quería con toda el alma. Recordaba las veces que discutían, las peleas e incluso los buenos momentos, y todo este tonto ataque de nostalgia lo ponía muy sensible.
- No estoy con mama ahora, como sabes, pero dice que te llamara lo mas pronto que pueda. - Harry escuchaba atentamente las palabras de su hermano. - Ya sabes como son en su trabajo.
- Si lo se. En cuanto pueda les mandare fotos de la casa. Les va a encantar. - Harry estaba emocionado. Empezar una vida en solitario sonaba aterrador pero a la vez interesante.
- Ah, por cierto. Hoy por la tarde recibí una llamada de Zayn. - La voz de Niall inspiraba ternura. Harry estaba feliz pero intentaba ocultar su emoción para que el rubio no se volviera loco.
- ¿En serio? Me alegro mucho Niall. - El blondo sonreía como idiota y Liam rodaba los ojos.
- Si, pronto va a volver de Europa y no puedo estar mas emocionado. - Aquella palabra habia sonado mucho el día de hoy. El día de Harry habia sido emocionante, y para variar ni siquiera terminaba. - Cuando llegue seria genial que vinieras a casa para una cena, o algo por el estilo.
- Me encantaría hermano. Sabes que me alegra mucho escuchar eso. - Harry miro la parte trasera del camión y como esta ya estaba prácticamente vació. - Chicos, los tengo que dejar, creo que ya terminaron de entrar todas las cosas a mi casa. - Niall bufo y luego de despedirse le paso el teléfono a Liam.
- Esta bien amigo, no hagas nada que yo no haría. - Ambos rieron y Harry corto la llamada, guardando su teléfono en el bolsillo de su chaqueta blanca.
Un hombre de alrededor de unos 45 años y con planilla en mano se acerco a Harry y colocándose los lentes leyó el total del envió.
Harry saco su billetera y le pago al señor, quien con una sonrisa un poco forzada se alejo lentamente. Una vez que el equipo de mudanza habia emprendido la vuelta, Harry saco sus llaves e ingreso al que seria su nuevo hogar desde ahora en adelante.
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Re-acomodar sus cosas habia sido un trabajo pesado. (Sin hablar de su sofá, al cual tenias que ejercerle fuerza bruta para empujarlo) A pesar de eso, Harry era una persona que a cualquier situación buscaba encontrarle la perfección. Ese sentimiento que siente cuando haces un buen trabajo y estas satisfecho.
Una vez que toda la casa habia quedado como Harry deseaba, saco su móvil y tomo un par de fotos para enviarle a Liam y a su hermano. Subio las escaleras hacia su habitación, dispuesto a seguir charlando con esos dos idiotas.
Dentro de su cuarto el azul lo envolvía, la noche estaba a punto de llegar y la tarde se habia teñido de ese hermoso color que decoraba las cuatro paredes de su habitación. Harry se paseaba en círculos, marcando el numero de Liam, suponía que el rubio debía seguir con el, al fin y al cabo si mal no recordaba se iba a quedar a dormir con el por unos idas o algo por el estilo.
El sonido de llamada entrante recorría el odio de Harry. Luego silencio. (...) Nadie contesto.
El chico de verdes ojos bufo y lo intento nuevamente. Silencio. (...) Otra vez nada.
Harry bufo, era molesto que el siempre contestara deprisa las llamadas de otros y cuando de las suyas se trataban los demás ni siquiera atendieran. Luego de quejarse se detuvo en seco, mirando a través de su ventana. Una amarillenta luz salia del enorme ventanal de aquella casa que antes le habia llamado la atención. Aquella casa exactamente frente a la suya.
Un chico se asomaba por la misma, un chico con pelo corto y oscuro. Parecía como si estuviera buscando algo en su habitación, ya que venia e iba, desaparecía y reaparecía. Harry no sabia por que, pero ese chico de camisa negra le llamaba la atención de una extraña manera. ¿Le parecía atractivo acaso? Esa diabólica pregunta resonaba en su cabeza, mientras que mataba con la mirada a aquel joven misterioso.
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No se dio cuenta en que momento sucedió, pero cuando Harry volvió a poner su cabeza en orden, se dio cuenta que tenia la mirada de su vecino sobre el. Rápidamente, lleno de vergüenza, el rizado corrió la cortina para que no lo siguiera viendo.
Eso habia sido muy gracioso. Demonios Harry, pareces un maldito acosador. El chico se acostó en su cama, pensando en que quizás no seria una mala idea visitar a ese extraño mañana por la mañana. Aunque también pensaba que quizás el vendría a su casa, con una tarta, para darle la bienvenida al vecindario. Pero Harry era un soñador, y como todo buen soñador rápidamente se quedo dormido, con el teléfono entre los dedos, y ni siquiera las llamadas de Liam pudieron despertarlo.
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¡Capitulo 1 completo! Ojala que les este gustando la novela. Realmente no me considero un experto en la escritura pero espero que se les haya echo cómoda de leer. Un simple voto me ayuda a seguir. Abrazo enorme.
