diez.

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Ni bien me dio el sí, me animé a darle un beso en la frente. Tenía 5 años menos que yo, pero la sentía inmensamente pequeña y desprotegida, se notaba que había sido un gesto de "prometo estar ahí para vos, pase lo que pase" y por eso no lo tomó mal, no le estaba tirando onda, simplemente quería cuidarla de la forma que fuera.

Me levanté y fui directo a la heladera a buscar algo para tomar.

-¿Queres que tomemos una birra?- Le grité desde la cocina.

-No gracias, con agua estoy bien- Me respondió al instante.

Rodé los ojos, elegirme a una que le gustara la cerveza ni ahí ¿no? Y de pronto me alarmé. Barbara, vos no elegiste a nadie así que calmate, simplemente encontró en vos el cuidado que necesitaba pero no sos más que eso, así que no empieces a ilusionarte.

-¿Bar? ¿Me traes el agua o la voy a buscar?- Me llegó su grito desde el living, sacándome de mis pensamientos.

-Perdón, me colgué avisándole a Pablo que traiga algo para comer, ¡YA VOY!- Mentí. Agarré un vaso y, mientras esperaba que se enfriara un poco el agua de la canilla, saqué la birra de la heladera junto a mi chop cervecero favorito (lo amaba porque me lo había regalado una fan y tenía escrito BARBIRRA <3). Llené el vaso de agua y fui directo al living.

-¿Qué queres comer? Yo seguro le pido a Pablo que me traiga unas milanesas de soja pero no sé si te gusta- Le pregunté mientras colocaba las bebidas sobre la mesita ratona que se encontraba enfrente del sillón en donde Ori estaba sentada.

-Me da lo mismo, soy fan de las milanesas de soja con ensalada rusa así que si ese menú está disponible, quiero eso- Agarró el vaso de agua y tomó un sorbo.

-Milanesa de soja con ensalada rusa entonces- Asentí y agarré el celular para escribirle a Pablo.

Yo: "Se queda Oriana a dormir hoy" "Pasa a comprar dos milas y ensalada rusa para mi y para ella"

Pablo: "Sos joda Barbara" "Como que se queda" "Boluda para que queres que vaya?" "Que hago les toco el arpa mientras garchan?"

Yo: "Sos un desubicado" "No va a pasar nada ella duerme en el sillón" "Veni así no se siente tan incómoda"

Dejé el celular sobre la mesa y cuando la miré a Oriana, pude ver el terror en sus ojos. Supuse que Bautista le había dicho algo pero opté por no preguntarle acerca de eso y que ella me contara cuando fuera necesario.

-Me di cuenta que no sé mucho de vos y vos tampoco estás muy al tanto de mi vida, ¿Qué te parece si hablamos de eso?

-Dale- sonrió, pero aún se le notaba la tristeza en los ojos- Empezá vos con alguna pregunta.

Y así se nos fue una hora y media hablando sobre nosotras. Su familia era religiosa, la tenían bastante "cortita" con muchas actitudes, no la dejaban hacer mucho. Estudiaba abogacía en la UBA, había hecho el CBC en el tiempo correcto y ya estaba dentro de la carrera, la odiaba pero veía a sus papás felices.

Su sueño más grande era ser bailarina, bailar en el Teatro Colón, pero sus padres nunca la habían apoyado, en cambio, Bautista sí: la llevaba a escondidas a danza y la iba a buscar sin que sus padres se enteren. En parte lo amaba porque era el único que la entendía pero por otro lado, la tenía amenazada con contarle ese hobbie a sus suegros y ese iba a ser el fin del mundo. Odiaba las religiones y también misa, pero nuevamente quería hacer felices a sus papás por lo que iba todos los domingos a escuchar y a agradecerle a "alguien" (¿?) en quien no creía.

Estaba muy concentrada contándole acerca del canal que tenía con Pablo, sobre cómo habíamos crecido, sobre mi música y mi arte hasta que el ruido del timbre nos sobresaltó.

De este lado estoyWhere stories live. Discover now