CAPÍTULO 5

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— Señorita Evans usted siempre es tan difícil de tratar? — pregunta clavando eso azules en mí

Ay Diosito! me pone nerviosa, pero lo oculto y enfrento su mirada

— Siempre? Usted no me conoce señor

— No recuerda? — qué debería recordar? En alguna borrachera hice algo? No y no, estoy segura que no lo conozco

— A qué se refiere? Pregunto confundida, veo que Ethan y Clare están sorprendidos por nuestra discusión sin sentido

— Señores pueden retirarse por el día de hoy desde mañana empezarán con sus prácticas — me ha ignorado completamente, será gilipollas odio que me ignoren

Me levanto lo más rápido que puedo intentando salir de ese lugar, antes de lanzarle una de las mías, pero su voz me detiene

— Señorita Evans usted no — trago saliva, Etha y Clare se retiran, estaré sola con este alemán que me pone nerviosa

— Qué desea señor Ward? — giro decidida y me sonríe

— Tenemos una conversación pendiente — debe ser una maldita broma

— Sobre que señor? Sobre trabajo supongo, ha dicho que empezaremos desde mañana — le reto con la mirada, empiezo a dirigirme a la puerta y siento su mano sujetar mi brazo

Quiero correr pero mis piernas se paralizan, muerdo mi labio por los nervios, levanto la mirada estamos demasiado cerca, se da cuenta y aleja su brazo bruscamente de mi y se aleja

— Señorita Evans he dicho claramente que usted se quedará conmigo

— Pero... — no sé qué decir, alza una ceja como diciéndome que prosiga

Tocan la puerta, la abren sin siquiera esperar que respondan, por esta aparece una mujer

— Cariño — se acerca la mujer a él y lo besa

Siento algo que no se identificarlo, como si no quisiera estar observando esta escena, pero claro debe ser su novia o esposa, como podría él estar solo y yo pensar que él se estaba fijando en mi..

— Lauren que haces aquí? — pregunta

Estar presenciando esto es un poco-bastante incómodo

— Señor Ward si necesita algo estaré afuera con su asistente — le sonrío sincera

— Y esta quién es? — pregunta la tal Lauren mirándome de arriba hacia abajo

— Traba.. — interrumpo

— Aleksandra Evans, trabajaré con su esposo, mucho gusto — el alemán abre los ojos exageradamente

— Está bien, sírveme un vodka — alzo las cejas incrédula, ni siquiera por favor?

— Disculpe señora pero yo he llegado aquí para aprender sobre negocios, no para servirle a una mujer pedante como usted, con su permiso señor — me encamino a la puerta, sin esperar respuesta.

Doy un portazo, respiro tranquilamente, he estado conteniendo el aire sin darme cuenta, todos los alemanes son así? Es que estoy a punto de tener una seria crisis de migraña.

— Hey Alek, que pasó? Estas toda roja — dice Dafne

Ni siquiera me había dado cuenta, toco mis mejillas y hago un mohín

— Nada Dafne va a ser una tortura trabajar para tu jefe, necesito el tocador

— El fondo a la derecha — agradezco y me retiro

Me miro en el espejo, estoy rojísima, siempre me pasa cuando contengo demasiado la ira, pongo un poco de agua en mi cuello, respiro y vuelvo donde se encuentra Dafne

— Alek el señor te espera, que hiciste? Está que revienta de la ira — dice nerviosa

Y ahora que hice? "responderle a su mujer" me grita mi conciencia, asiento y tomo valor para lo que se viene, la he liado..

Toco la puerta, mis manos están sudorosas por los nervios, ahora entiendo a Dafne..

— Adelante — abro la puerta con un poco temor

— Señor necesita algo? — pregunto cínica, como si no supiera que le he hecho cabrear

Se levanta de su sillón, se empieza acercar a paso largo y seguro

— Primero no me deje con la palabra en la boca — grita hastiado — segundo te retiras cuando yo lo decida, no cuando se te de la maldita gana — grita

Doy un respingo ya que me ha asustado, trago saliva, está demasiado cerca

— Y tercero, que dejes de ser irrespetuosa

Tomo fuerza para no soltarle unas cuantas, pero mis impulsos me fallan, pongo mi índice en su pecho, baja su mirada hacia mi mano

— Y usted no me grite, no tiene ningún derecho a hacerlo es un maldito grosero, usted piensa que por ser mi jefe..

De un movimiento rápido me agarra de la muñeca, me quedó callada, me une a su cuerpo y me arrincona contra la puerta, siento su perfume embriagador entrar por mis fosas nasales, nos miramos fijamente, y me es difícil no mirar sus malditos labios, pasa su lengua por estos, su aliento choca contra mi rostro delicioso menta, su otra mano posa sobre mi cadera

Voy a morir de un infarto, este hombre me hace sentir demasiado nerviosa y atraída, pero no puede pasar nada es mi jefe. Lo empujo con las pocas fuerzas que me quedan

— Qué hace? — me queda mirando confundida — su esposa acaba de salir hace unos minutos, por qué hace esto? — sonríe mirando y me cabreo — es un maldito mujeriego como todos los hombres — grito hecha furia, sonriendo descaradamente se retira a su sillón

— No es mi esposa Paulleth — Qué? Cómo sabe mi nombre? Así solo me dice Zac

Soy una mala hija y amiga en estos días me he olvidado totalmente de llamarlos

— Cómo sabe mi nombre? Y no me llame así señor

— Averiguo a mis empleados, por qué no la puedo llamar así? — pregunta divertido

— Solo una persona tiene el derecho de tratarme así

— Su novio?

— Mi vida personal no le interesa señor Ward — me dirijo a la puerta sin importarme lo que vaya a decirme

— Ahora soy señor y no el maldito gilipollas, mal educado que gritaste? — me quedo petrificada

Así que por eso sentía que conocía esa voz, cierro los ojos, sé que ese día fui demasiado exagerada, pero de verdad el pie dolía como la mierda, al señor Ward fue a quién grité como una loca, mierda mil veces mierda, es en estos momentos es donde necesito que la tierra me trague y escupa en Dubái, mis mejillas han empezado arder por la vergüenza, malditos impulsos que no controlo..

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Hoola aquí otro capítulo ✌ ✌

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