— Oye Zac estaba soñando con mi jefe cara de yeso — digo arrastrando las palabras y riendo
— ¿Qué estabas soñando? — frunzo el ceño es que estoy tan borracha que hasta escucho que su voz cambió
— Zac cambiaste de voz — río — sabes mi jefe está buenísimo! Pero con su rostro inexpresivo de yeso le caga siempre y sobre todo es un bipolar, un momento me ignora, otro me grita y al siguiente se me acerca tanto que creo que explotaré de lo nerviosa que me hace poner
Todo me da vueltas, estoy cerrada los ojos y solo escucho que ríe
— Oye no te rías
Siento que apaga el auto y al instante cargarme, no puedo abrir los ojos me pesan
—Zac no quiero dormir sola quédate conmigo
No responde pero como no puedo ni con mi alma, abrazo su cuello, huele diferente, ya estoy alucinando de tanto alcohol que he ingerido, me recuesta y tiro de su muñeca para que se acueste conmigo, lo abrazo y enredo mis piernas en las suyas, hasta pienso que no es Zac, pero ahorita me vale madre, solo quiero dormir.
...
— No por favor, no me toques — balbuceo
Quiero despertar y no puedo, sé que es una crisis más por lo mismo, me muevo desesperada intentando abrir los ojos y que esta tortura pase pero no lo consigo
— Aleksandra despierta — me mueven pero sé que no podré abrir los ojos, ya me ha pasado
— No me dejes Ryan — grito con lágrimas, el dolor no cesa nunca
— Nena tranquila es solo un mal sueño — Susurran en mi oído y abro los ojos de abrupto
Lo que sigue es quedarme con la mirada fija en la nada y ver pasar esas imágenes dolorosas una y otra vez como si hubiese sucedido ayer..
FLASHBACK
Tres años atrás
Después de haber festejado mi cumpleaños #18 salíamos del club, Ryan se despedía de Charlotte su novia, yo de Jeremy y Zac que como siempre ha sido un Don Juan, disponíamos regresar a casa, en el transcurso cuatro autos nos rodearon, no sabíamos lo que pasaba empezabamos a desesperarnos, el auto de atrás nos golpeaba haciendo que el auto en el que íbamos se desestabilizara, Manuel el chofer intentaba mantener el auto con la intención de no alarmarnos, dispararon los neumáticos y nos detuvimos sin más opciones, los hombres bajaron de los autos llevaban pasamontañas lo que no nos permitía saber quiénes nos estaban haciendo esto, dispararon a Manuel, a Ryan y a mí nos sacaron del auto, Ryan forcejeaba y le dieron un golpe en la cabeza dejándolo inconsciente, yo gritaba desconsolada no quería que le pasara nada a Ryan aunque era mi hermano mayor tenía que cuidarlo, no podía alterarse por su estado de salud, padecía aneurisma en la pared del corazón, sabía que le haría daño, cuando nos subieron al auto lo único en que podía fijarme era si tenía pulso, lo abracé y rogaba que nos dejaran, la voz del hombre que me apuntaba con un arma hacía que llore más, sin darme cuenta llegamos a un lugar desolado, gritaba y me reusaba a ceder hasta que uno me golpeo haciendo que pierda conocimiento. Cuando desperté estábamos en una bodega tenia a Ryan a mi lado, los dos estábamos encadenados sujetando nuestras muñecas, ni siquiera sabíamos porque nos hacían esto.
No sabía cuánto tiempo ya habíamos estado aquí pero sabía que ya había pasado bastante, las muñecas sangran de tanta presión, toda esta bodega es oscura como si la noche fuera eterna, dolían los brazos, las manos, todo, no nos daban nada para comer, moríamos de hambre y de sed.
— Ry tengo hambre y sed, no puedo más
— No cierres los ojos por favor hermanita, pronto saldremos de aquí
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NUESTRO DESTINO
RomanceSámmuel Ward, todo un CEO, hombre de negocios, millonario, arrogante, extremadamente guapo, consigue todo lo que quiere y se propone, frío y hosco con todas las mujeres por culpa de una sola. Aleksandra Evans estudiante de Ciencias Económicas y Empr...