Capitulo 3: Una gran combinación

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Capítulo 3: Una gran combinación

"―y bueno en más noticias deportivas esta vez en el ámbito del futbol, la selección varonil japonesa de Fútbol ganó su tercer partido

―narrábamos el partido apenas ayer y sin duda jugaron muy bien al futbol y ganaron como debe ser, con autoridad ante una selección que poco ofreció en el terreno de juego

―4-1 a favor de los samuráis azules en donde sin duda lo más destacado fue la conformación del ataque ¿No les parece?

―sin duda alguna, Goenji siendo acompañado por Fubuki hicieron pedazos la defensa del rival

―esos dos juegan muy bien, se complementaron y si no metieron más goles fue por la gran actuación del arquero, sin duda una exhibición de lo que queremos ver en el mundial

―claro, haber ganado ya los tres partidos casi nos garantiza el boleto y nos deja con altas expectativas en esta selección

―ahora tan solo falta el mantenerse a ese nivel porque si bien sabemos los últimos rivales no son y sin demeritar lo que hizo el rival, no están al nivel de las grandes selecciones pero sabemos que hay jugadores con una jugada o dos le hacen frente a quien se ponga

―claro, un ejemplo de esto son el mediocampista Kidou y el mismo Goenji que son gente reconocida a nivel mundial, que tienen ese roce Europeo jugando en ligas importantísimas en donde la exigencia es máxima y bueno como dices hay que esperar a que el equipo no se caiga y que siga habiendo triunfos

―eso mismo, tan solo queda esperar pero sin duda lo que vimos ayer fue lo que siempre se quiere ver en un estadio, estos dos jovencitos son la esperanza en la delantera japonesa así que confiemos en que será todo un éxito como lo es ya en este momento"



La eliminatoria había comenzado, el día anterior habíamos ganado nuestro tercer partido, el campamento tenía una alegría que no la ocultaba ni el entrenador, sentados en el comedor mientras desayunábamos escuchando la plática de nuestro portero.

―Fubuki ¿Tú cual pan crees que está más grande? ¿El de Kidou o el mío?

― ¿Por qué preguntas algo como eso? ―interrumpí con algo de comida en la boca

―siempre me dejan lo peor a mí―se quejó el capitán de la selección―había dos en esa canasta y él tomó el más grande, no puede ser, están en mi contra

― ¿Quieres que te lo cambie? ―dijo Kidou sin mirarlo

― ¿De verdad lo harías? ―preguntó con brillo en sus ojos

―claro―respondió mientras chupaba el pan―aquí tienes

―Kidou eres un...―alcanzó a decir antes de lanzársele encima tratando de desquitarse

―parecen niños―se atrevió a decir el pequeño Shirou quien tan solo veía la escena

―te acostumbraras, no te preocupes―le dije sonriendo

En nuestra estancia en la concentración había surgido una convivencia bastante agradable entre él y yo, no como simples compañeros, yo lo consideraba ya un amigo, platicando y riendo en las prácticas y siendo aconsejado por él en las noches, contándonos todo lo que se podía, sonriendo y planeando, haciendo bromas y de vez en cuando contando aquellas penas de las que no se podía hablar con nadie más, yo tomé mucha confianza, aquel chico fue para mí lo que desde hace tiempo no tenia, un amigo real, uno que no le importaba cuanto ganaba o que ropa llevaba, aquel que sin más me escuchaba y platicaba como si nos conociéramos de años.

Un cambio viene bien ¿No?Where stories live. Discover now