Capitulo 4: ¿Cómo pudiste hacer esto?

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Capítulo 4: ¿Cómo pudiste hacer esto?

"―increíble lo que acaba de pasar en el aeropuerto, la modelo Natsumi regresó esta mañana a España después de su corta estancia en Japón, la intención de la imagen principal de la prestigiosa línea de ropa era visitar a su prometido quien se concentraba con la selección de futbol de aquel país pero el gusto no le duro mucho ya que a su arribo sorpresa a su ciudad natal se topó con una noticia impactante

―pero venga dinos, no nos dejes con la intriga

―se dice, por fuentes muy confiables que obviamente no serán reveladas, que lo encontró echando "una canita al aire"

―increíble, no te creo ¿Con quién? ¿Quién es ella?

― ¿Ella? Bueno eso es lo más impactante del asunto, no fue ella sino él

―NO, ¿Estás jugando?

―también me sorprendió pero es totalmente en serio, el nombre de la persona no ha sido revelado pero se cree es un miembro más de la selección de Japón

―pero ¿Cómo pasó? ¿Desde cuándo? ¿Por qué? En unos meses seria su boda

―esa información seguro se dará a conocer en unas horas, pero sin duda fue una noticia fuerte, los medios que la esperaban al enterarse de que su regreso sería más pronto de lo que se pensaba preguntaron la razón a la cual la chica respondió estar molesta y decepcionada entre otras palabras que no podemos decir a esta hora de su ahora ex novio, cuando se le cuestionó por qué se detuvo y declaró haber sido engañada aunque no entró en detalles, hace unos momentos al intentar comunicarnos con ella su representante declaro que no dará entrevistas ahora ya que se siente humillada ante tal acto, y reiteró que jamás en su vida quería ver al futbolista ni siquiera por una disculpa

―pues está muy fuerte el asunto, Goenji Shuuya no se ve que sea una mala persona es más parece ser muy sincero

―concuerdo contigo pero no creo que esto sea una broma, por parte del futbolista no se ha emitido ningún comentario y su representante no quiere contestar el teléfono así que podemos pensar mal en esta ocasión, ya veremos qué pasa"



Mi representante apagó la televisión en ese momento, estaba con nosotros en aquella habitación de hotel, estaba asustado y tan solo a él se me ocurrió llamarle.

―te dejo solo un mes y arruinas tu carrera ¿Qué acaso eres idiota?

― ¿Qué querías que hiciera? ―respondí mientras abrazaba a Shirou

―no se, Goenji, que la calmaras, la sobornaras, le mintieras, pero no el señor honestidad tenía que meterse en un problema más grande

―por qué no mejor dejas de gritar y piensas en cómo solucionarlo

―no se me ocurre nada que hacer, se lo ha dicho casi todo a la prensa, seguro que en un rato también se conocerá tu nombre, niño―habló señalándolo

―ese no es el problema―hablé―yo lo quiero y no voy a negarlo

―pues entonces piensa tú qué vas a hacer―sentencio mientras salía de la habitación

¿Cómo habíamos llegado a esto?, nuestro último partido había sido hace dos días, nos quedaba poco tiempo aquí así que el entrenador nos dio un día libre, al día siguiente se rompía concentración y luego sería una semana en la que me quedaría cerca de mi familia para luego volver a Inglaterra, día libre, podríamos ir a donde quisiéramos y aprovechamos la oportunidad para pasarla juntos.

― ¿A dónde iremos, Goenji? ―me preguntó mientras se subía al auto

―no lo sé, hace tanto tiempo que no estoy por aquí―sonreí―mejor dime tú a dónde quieres que te lleve ¿Está bien?, ¿A dónde siempre quisiste ir?

Una linda tarde la que pasamos juntos en el parque de diversiones, debo admitir que no me gustan mucho esos lugares pero nunca me la había pasado tan divertido, subiéndonos a los juegos mecánicos, riendo, platicando, salimos y pasamos a comer algo, era tarde y debíamos volver le pedí ir a su departamento pero se negó, su hermano estaba ahí con su novio así que según él era un lugar al cual no se podía ni tan siquiera acercar, decidimos ir a un hotel, entramos a la habitación y nos sentaos a mirar la televisión, él me acariciaba la cabeza mientras yo estaba recostado en sus piernas, le sonreí y el lentamente se acercó para posar sus labios sobre los míos, no había razón para no corresponder aquel tierno beso, quizá no llevábamos el tiempo necesario como tan siquiera en pensar en un "Te quiero" pero ¿Qué otra cosa podía ser?, me encantaba estar con él, nunca en mi vida había sentido algo tan lindo como el solo roce de sus labios, nunca había experimentado aquella sensación de casi perder el aliento en un beso, nunca y ahora que lo sentía no estaba dispuesto a dejarlo ir.

― ¿Qué hacen? ―preguntó casi a gritos una voz que provenía de la puerta

― ¿Natsumi? ―pregunté levantándome rápidamente del sofá ― ¿Qué haces aquí?

―se supone que era una sorpresa―dijo entrando despacio― ¿Qué rayos estaban haciendo? ―preguntó mirando al pequeño Shirou― ¿Quién diablos es él?

― ¿Quién te dijo que estaba aquí?

―me iba a hospedar aquí hasta que escuché a unas empleadas diciendo que estabas aquí y acompañado

―yo puedo explicarte, Natsumi

― ¿Piensas que soy estúpida? ―yo no respondí―mi intención era venir y como una buena novia darte una sorpresa pero ¿Qué me encuentro? A ti besándote con este niño que ni tan siquiera tiene la decencia de mínimo decir su nombre

Él agachó la cabeza.

― ¿No piensas hablar? ―después me miró―y ahora resulta que tú eres marica, no quiero ni tan siquiera saber desde cuando

―tranquila, Natsumi, no empieces a insultar

― ¿Y qué quieres que haga? ¿Qué me siente con ustedes a tomar un café mientras hablamos de lencería?

―esto no es culpa de nadie

―claro que sí, es tu culpa, tú te metiste con él y claro que también es su culpa―dijo señalando a Fubuki―tú seguro que lo incitaste, ¿Quién carajo eres? Ni tan siquiera sé si puedes hablar

―lo siento―se disculpó bajando la cabeza

―vaya, con que si hablas, ¿No tienes decencia, Goenji? ¿En serio?

―yo...―lamentablemente no sabía que contestar

―eres un idiota, todos se enteraran de esto, Goenji, lo sabes ¿Verdad?

―lo sé―respondí mirándole de reojo―pero no puedo hacer nada Natsumi, yo...le quiero

―qué bonito, el niño ya salió del closet ¿Y qué maldita sea quieres que haga yo? Llevamos dos años juntos, dime algo, Goenji ¿Pensabas casarte conmigo si no me hubiera enterado?

―no―respondí sorprendiendo a Shirou que permanecía callado―yo jamás te mentí hasta ahora, yo lo conocí hace unas semanas, él me hizo darme cuenta de que me estaba ocultando algo a mí mismo

―no lo entiendo, de verdad―bajó la cabeza― ¿Por qué?

―yo...no lo sé...solo pasó, sí, estoy de acuerdo en que tuve la culpa, debí decirte en cuanto pasó, lo siento mucho, lo siento, en serio

― ¿Y cómo quedo yo?, la novia de un gay de closet, ¿Qué piensas que haga?

―lo siento―me disculpé nuevamente, no podía decirle más, eso era todo―yo te quise, nunca te mentí pero ahora es distinto, no puedo seguir negándolo

Ella no dijo más y tan solo salió de la habitación azotando la puerta.

―ha sido todo culpa mía―se atrevió a decir Shirou después de un rato―lo siento, Goenji, yo...me voy

― Shirou, quédate conmigo, lo arreglaremos―le dije abrazándolo―todo estará bien

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Un cambio viene bien ¿No?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora