Días de escuela.

2K 171 17
                                    

Desde el incidente de Jim, Peter no ha vuelto a hablar conmigo. No ha vuelto a aparecer de hecho.

— ¿Lo extrañas verdad? — Jean sonrió algo triste mientras nos Balanceamos en los columpios. Soy la miré intentando contener las lágrimas.

— ¿Hice algo mal? — Logre preguntar sin que mi voz se quebrara. — Digo, solo me protegió de Jim, intente agradecerle y el me ignoro y para colmo dejó de venir desde entonces.

— Tal vez solo fue coincidencia — Jean se encogió de hombros — No todo tiene que girar en torno a ti — Sonrió y yo solo bufé.

— Tratándose de Peter me gustaría que así fuera. — Mordi mi labio y me pare del columpio en seco. Necesitaba caminar un rato. — Adiós Jean.

Salí del parque sin esperar a que me contestara y comencé a caminar sin un rumbo fijo. Peter, Peter, Peter y Peter era lo único que mi mente procesaba en ese momento.

¿Que me había hecho?

Yo no quería estar enamorada de él, me haría daño, me lastimaría al rechazar mis sentimientos y me arrepentiría yo misma culpandome de idiota.

No podía ni siquiera estar cerca de él sin poner nerviosa y sudar como puerco.

Que gran partido era.

Ahgg.

Sin darme cuenta por donde caminaba, entre en un callejón completamente oscuro, sentí varias respiraciones cerca mio y no dude en acelerar el paso. Lo que menos quería ahora eran problemas.

— ¿A donde tan sola hermosa?
— ¡Chiquita! ¿Quieres compañía?

- Deja y te ayudo con tus libros.

Comencé a correr y no me di cuenta cuando me adentre más en ese oscuro callejón, los hombres me venían pisando los talones y yo solo quería llorar.

Tenia miedo.

Corrí lo mas que pude hasta llegar a una barda, subí y por la mas estúpida suerte que me podía tocar mi camiseta se atoró y rasgó. Maldije en voz baja pero no me detuve hasta que me di cuenta que pise mal.

Caí al suelo ya con el tobillo doblado.

Mierda.

—¿Sabes que es de mala educación no contestar cuando te hablan pequeña? — Los hombres me alcanzaron cuando menos lo pensé. Mis lágrimas ya querían salirse pero no lo permitiría, no demostraría que era débil.

— ¿Ya viste Frank? Su camiseta esta bastante rasgada — Uno de los hombres me apunto y justo la puta camiseta se rasgo de la parte mas importante de todas. — Pensé que serian mas grandes.

— El tamaño no importa.

Auch, justo en mi planidad.

Todos sonrienron y me rodearon en el piso, listos para hacerme quien sabe qué.

Algunos intentaron tomarme de las muñecas e hice forcejeos hasta el cansancio.

Eso era todo...

Era mi fin.

Cerré los ojos y deje que las lágrimas corrieran el rímel.

Una ráfaga de viento me cruzo por todo el cuerpo, abrí los ojos y estaba en mi casa.... En mi cuarto.

¿Seria Peter nuevamente? 

No, eso es imposible, el no cuida de mi. Olvida esos estúpidos pensamientos de una vez.

El no te quiere.

One Shots/ Peter Maximoff Y Tú/ Where stories live. Discover now